domingo, 13 de noviembre de 2011

BODAS CELESTIALES, HERMANO K 05 - 11 - 2011


BODAS CELESTIALES. HERMANO K. "El fuego del alma y el fuego del cuerpo encierran y no solucionan nada. El Fuego del Espíritu libera, porque consume lo que debe ser consumido, permitiéndoles encontrar la Libertad y la realidad del Ser último." 5 de Noviembre 2011. CON AUDIO.

www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Riverahttp://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
 
 
 
Audio:
http://www.yakitome.com/data/6785485299/yak_Umjm2DzhT34mZCqBd1XI7TJVIq8bWo7h0CvlmDXtLUwzz6ANMgUZiYpVQVHxWT0RybvXmeY20lkb4HCyWuejhtQkAhvqPUA.mp3
 
HERMANO K.
 
5 de noviembre 2011
 
 
Soy Hermano K. Hermanos y Hermanas en humanidad, que la Paz y la Unidad sean nuestro estado en este Presente. Vengo a ustedes en el marco de elementos que deseo darles y que se inscriben en la consecuencia lógica de mis intervenciones anteriores, por lo que se refiere a la Libertad, Autonomía, el acceso a lo desconocido, lo que desarrollé, por lo que se refiere a algunas Puertas. Y, en particular, ATRACCIÓN/VISIÓN, el fuego del alma en oposición con el Fuego del Espíritu, que, esta noche, será encendido por otros elementos que se les comunicaron y, en particular, el principio de Comunión y de gracia. Mis reflexiones se orientarán sobre lo que se deriva de lo que se les ha entregado y quizá, para algunos de entre ustedes, dado para vivir y por experimentar. Llamaré pues su atención sobre una serie de puntos que, durante el período que debe vivirse, actualmente, está en condiciones de facilitarles, hasta cierto punto, lo que debe vivirse y manifestarse. Eso se inscribe, por eso, en la lógica de lo que se les ha vuelto a dar, de manera más amplia, por uno de los gobernadores de la Intratierra, por lo que se refiere al “Yo soy Uno” (Nde: ver la rúbrica “Humanidad en pasar a ser”).
 
Acortemos, si lo quieren bien, en primer lugar, a nivel histórico de la humanidad en encarnación (en cualquier caso, para lo que nos es accesible, en este último tramo de Historia y sin remontar bien lejos), solamente con relación al vigésimo siglo. El vigésimo siglo vio nacer numerosas enseñanzas, a objetivo o a alcances espirituales, a través de la revelación (de distintas fuentes) de los elementos constitutivos del alma, de los elementos vinculados a la encarnación y a los principios del Espíritu. Muchos instructores se han personificado, en ese momento, y han intentado, cada uno en su ámbito, transmitirles un principio, leyes, ejercicios, de las enseñanzas. Por supuesto, para los de entre ustedes que reconocieron mi presencia, está claro que participé también, a mi manera, en este conjunto de cosas que se entregaron durante el vigésimo siglo. La mayoría de entre ustedes estaban presentes, por supuesto, en el vigésimo siglo y tuvieron quizá la ocasión de seguir, leer o de practicar una serie de estos elementos, que se comunicaron.
 
Quiero llamar vuestra atención sobre un número de puntos que son, me parece, mayores para eso que está a vivirse, no sería eso que dentro del establecimiento de la Conciencia Unificada, a través de la Gracia, de la Comunión, del “Yo soy Uno” y del aumento de la aparición de la Luz Vibral, en el seno de la humanidad. Inscribiré eso en el marco de un mecanismo Interior, si es posible evitando hacer toda referencia a los acontecimientos, por supuesto, desarrollándose de manera exterior, para la Tierra, sobre la Tierra, porque ellos no son más que el reflejo de lo que pasa, bien evidentemente en la Conciencia del Hombre. Como de mí vivo, haré hincapié fuertemente sobre este principio que, si se sigue, les permitirá desacondicionar, en totalidad todo lo conocido, toda certeza, concerniente a las creencias, llevándoles a seguir una enseñanza, una persona, o un conjunto de reglas.
 
Conocer las leyes del alma, conocer la Historia, conocer los ejercicios no es suficiente, porque eso no procurará jamás la Liberación, en la Unidad y la Alegría. Existe una serie de obstáculos que están directamente relacionados a las creencias que son manifestadas por el ser humano, cualquiera que sean estas creencias (ya sea un modelo espiritual, un modelo filosófico o religioso). He dicho y repetido que la creencia es ciertamente eso que los aleja, más de la Verdad. Porque desde el instante donde hicieron suya una verdad, cualquiera que sea, (aunque esta experiencia es verdadera), no les conferirá jamás la posibilidad de vivir la experiencia de la Verdad. La Creencia puede situarse al opuesto exacto de la experiencia. Hoy, todo contribuye, en lo que les hemos dado, a hacerlos vivir vuestra propia experiencia. Experiencia, por supuesto, que se inscribe bien más allá de los mecanismos intelectuales, bien mas allá de los mecanismos de comprensión. Ya que es el propio mecanismo de la experiencia que los volverá Libres, mientras que el conjunto de creencias, que han manifestado durante su vida, nunca ha podido, por supuesto, liberarles de cualquier cosa. No hay ningún medio, para el ser humano, mientras se adhiera a una creencia exterior o a un maestro exterior, de poder manifestar su Verdad, porque en tanto sigan una verdad exterior (dogma o creencia), no pueden vivir la experiencia de esta Verdad. Existe pues, en ese nivel, un mecanismo de revolución Interior a adoptar y que, debo decirles, es grandemente facilitado por un aspecto que no estaba presente (o en todo caso, en los tres cuartos del vigésimo siglo), que es el impacto de la Luz Vibral sobre la Vibración de la propia Conciencia y por consiguiente, sobre la Conciencia, ella misma.
 
Ver un paisaje de sol nunca será vivir el Sol. Ver una imagen, cualquiera que sea, no les permitirá jamás convertirse en la imagen. Tanto en los mecanismos íntimos de la imagen y de su elaboración, que en la realidad del objeto que ha permitido construir la imagen. Y entiendo, por supuesto, por imagen, todo mecanismo, no solamente visual, sino inscrito en una representación, cualquiera que sea, presente en todo ser humano. Mientras exista una representación gráfica de la Vibración, mientras exista una aceptación de lo que no se vive, no pueden vivir la experiencia de lo que desean vivir. Mientras sigan una autoridad exterior, fuera lo más exacta, lo más honesta, más sincera y más auténtica, no pueden estar sobre su propio camino y manifestar la vibración de su camino.
 
Existe un momento donde, incluso a través de eso que lo que les ha sido comunicado (por ejemplo, por un Amigo, por lo que se refiere al Yoga de la Unidad (Nde: ver en la rúbrica “Protocolos que deben practicarse”), existe un momento en que deben liberarse, allí también, de estos elementos que les dieron no como un objetivo o una finalidad, sino como elementos permitiendo aumentar la Vibración de la Conciencia y en consecuencia la Conciencia. Pero llega un momento dado donde no son ya esta Vibración de la Conciencia, en un punto dado del cuerpo, sino donde el conjunto de la Conciencia se convierte en esta Vibración y permitiéndoles, por lo tanto, salir de la limitación. No pueden vivir lo ilimitado (así como no pueden vivir el Amor o la Luz) por una adhesión a cualquier cosa que eso sea una práctica, cualquiera que ella sea, por cualquier encerramiento en el seno de una práctica o de una adhesión. En tanto no estén libres, en totalidad, no pueden vivir la Luz, enteramente. Por supuesto, existen los mecanismos (didácticos y pedagógicos) que los llevaron a que liberaran una serie de dificultades, vinculadas, precisamente con las creencias, con los distintos controles, con los distintos encerramientos. El papel de los Arcángeles, en ese nivel (y vuestro papel, por supuesto y el nuestro), ha sido mayor para impulsar, en la humanidad, ese mecanismo de la experiencia de la Luz, de la experiencia Vibral, conduciendo a vuestra Libertad y a vuestra Liberación. Hoy, donde nosotros decimos, los unos y los otros, que todo es Uno y que todo está inter relacionado, la paradoja, es que no pueden vivir esta inter-conexión, en tanto que exista el menor vínculo. El hecho de vivir la Unidad y de acceder a la Conciencia Unitaria, solo puede hacerse si la conexión está Libre de todo vínculo. Ya que esta conexión no es un vínculo sino una resonancia particular, en un estado particular de la Conciencia, entre el objeto y el sujeto considerado como exterior, entre dos sujetos o dos objetos que estén totalmente libres de toda resonancia de vínculo, para vivir la conexión, ella misma, llamada Comunión. La Comunión, como eso se les ha dicho, es el medio de vivir el Servicio, de vivir la Libertad, de vivir el Amor. Porque esta resonancia de conexión no se establece ya según las normas convencionales de esta Dimensión sino transciende enteramente, los elementos constitutivos de esta Dimensión, bien más allá del cuerpo y del alma, haciéndoles o intentando hacerles penetrar, por vuestra experiencia, directamente, en el mundo del Espíritu.
 
Yo he tenido la ocasión de expresar lo que diferenciaba el fuego del alma y el fuego del cuerpo vueltos hacia el ego, del Fuego del Espíritu. El fuego del alma y el fuego del cuerpo encierran y no solucionan nada. El Fuego del Espíritu libera, porque consume lo que debe ser consumido, permitiéndoles encontrar la Libertad y la realidad del Ser último, que son, y que somos, todos, en Verdad. Los vínculos, las creencias, las certezas, que no son una experiencia, que no tienen ningún valor para la Unidad y no permiten en ningún caso vivir la Unidad. La unidad se vive desde el instante donde el conjunto de creencias se encuentran completamente disueltas o, por lo menos no eficientes en el momento de vuestra meditación, en el momento de vuestro presente. Dicho de otra forma, el Espíritu no depende de ningún pasado, ni es responsable de ningún futuro. El Espíritu es libre de todo acondicionamiento, libre de toda Dimensión y la Conciencia es el agente. Mientras la Conciencia se inscriba en los métodos de funcionamiento del encerramiento, es decir, del cuerpo de deseo, de la personalidad, de la expresión de una voluntad cualquiera que esta sea, fuera ella de bien, mientras exista en este mundo, una atracción del alma y del cuerpo hacia el establecimiento de una serie de leyes a las cuales sería necesario ajustarse, el Espíritu no puede encontrarse. Y en consecuencia, la Luz Vibral no puede establecerse totalmente.
 
Hace algún tiempo, un Arcángel les habló del Abandono a la Luz (Nde: ver diferentes intervenciones de Anael). Hoy, una nueva etapa puede ser franqueada, desde el momento en que salgan de los acondicionamientos de la voluntad de ayudar, de los acondicionamientos de querer curar, pero cuando prestan su atención solamente, sobre el establecimiento de esta comunión de Espíritu a Espíritu, de Corazón a Corazón, si prefieren, que les permite, por esta conexión y esta resonancia, escapar a los vínculos condicionando a la personalidad, a los vínculos condicionando al alma y en consecuencia permitiéndoles, como lo dijo nuestro Comendador, salir de todos los contratos ilusorios, establecidos por el alma, establecidos por el cuerpo, pero impidiendo literal y objetivamente vivir la experiencia del Espíritu. Eso que debe manifestarse, en este mundo y en ustedes, es la Realidad y la Verdad del Espíritu. El Espíritu que, se los recuerdo, creado perfecto, no puede ser alterado de ninguna manera, ni por la encarnación, ni por la personalidad, ni por los juegos del alma que no está aún vuelta hacia el Espíritu pero participa en la encarnación y en las fuerzas encarnadoras (tales que yo les he nombrado: Prometeicas o Luciferinas.
 
Entonces, liberarse de lo conocido y acceder a la Libertad no puede hacerse hasta que haya un Abandono total de todos los prejuicios, de todos los condicionamientos, de todas las creencias, así fueran las más lógicas, de este mundo. Ya que, por supuesto, la Verdad no es de este mundo, si bien penetra en él, actualmente. Ella no viene a alumbrar el mundo, sino a poner fin a un determinado modo de mundo que no es Unitario, ni calificado para vivir la Verdad.

La gestión Interior por lo tanto, toma un aspecto, que los hace coger las alas de la Comunión, del "Yo Soy Uno”, de la Gracia. Hay tantos elementos que les permiten verificar, los unos con los otros, y el Uno a través del otro, que la realidad del Espíritu y de la Unidad del Espíritu es lo que debe vivirse hoy, más bien que la adhesión a algún discurso, el que sea, a alguna religión, la que sea o a algún salvador cualquiera que sea. No hay salida fuera de la Luz. Por supuesto, es lo que proclaman el conjunto de los maestros, el conjunto de las religiones y el conjunto de las gestiones vinculadas a la espiritualidad, tal como han sido vividas durante milenios y tal como se han modificado, yo diría, en el curso del vigésimo siglo. No pueden ser Libres mientras estén sometidos. No pueden ser Libres mientras exista un contrato que los vincule a este mundo. Esto es un mecanismo de la Conciencia y no concierne necesariamente a la vivencia, porque en ese momento, si eso debiera vivirse solamente como una liberación de los contratos, sin por lo tanto comprender el sentido, eso no se traduciría en ninguna vivencia de Libertad y sobre todo de ninguna Liberación.
 
La liberación del encerramiento no es una vista del Espíritu, ni una vista del alma, ni una vista del cuerpo sino un estado de la Conciencia ella misma, pasando de la limitación del encerramiento, a lo ilimitado y a la libertad. Eso no se realiza, concretamente que hasta cuando no estén apegados a este mundo, aunque como dijo el Cristo, estando completamente sobre este mundo. El principio de la Gracia no se establece en ustedes que están de acuerdo en su propia Liberación. Ya que mientras no se liberen y mientras no acepten la Liberación, es, obviamente, inútil declamar o proclamar cualquier Liberación. Yo entiendo por Liberación, el fin de la Conciencia limitada, es decir, el acceso a la Vibración de la Unidad, al Si o incluso al cuerpo de Êtreté. Y eso no es un trabajo, eso no es algo a apropiarse, aunque los ejercicios, una vez más, que se les propusieron (por ejemplo, en el Yoga de la Unidad), pueden serles de ayuda. Pero no son más que una ayuda. Eso no será nunca una finalidad, como tal. Ya que, en definitiva y así como se les dijo de distintas maneras, solo hay ustedes y ustedes solos que pueden pasar por la Puerta Estrecha. La Puerta Estrecha, llamada de distintas maneras (Crucifixión, Renuncia, Abandono), traducirá siempre la sola y misma verdad, que mientras no sean libres, no pueden ser liberados. Y ser Libre, es liberarse del conjunto de sus creencias, es considerar y vivir la experiencia de la Libertad más absoluta.
 
Por supuesto, el ser humano vive, como lo saben, en una forma de prisión de la que no hay Conciencia. Muchos maestros, en el pasado, les han expresado eso y han pensado (una justa razón para ellos pero un justo daño para el otro), que podrían llevarles, a través de eso que puede ser llamado una iniciación o su proximidad, a vivir vuestra propia Liberación. Desde el instante donde un acto es planteado, desde el instante donde un maestro exterior o un gurú o aquellos que le siguen (que van, obviamente, a transformar su mensaje inicial), quieran estar dedicados y seguidos, en ese momento, es imposible vivir la Liberación y la Libertad. Muy al contrario, este es un factor suplementario del encerramiento. La Libertad y lo desconocido no pueden encontrarse en lo conocido. Es necesario pues liberarse enteramente, de todo eso que les es conocido. Y entiendo por conocido, todo sistema de adhesión o de creencia, todo principio al cual se adhieran de una manera u otra. Mientras creen ser este cuerpo, no pueden salir de este cuerpo. Mientras creen que la Luz se encuentra en este mundo, no pueden encontrar la Luz. La Luz lleva en este mundo pero la Luz estuvo ausente de este mundo durante tiempo inmemorial. Es el principio incluso del corte, del olvido, la caída (tal como eso fue nombrado por algunas religiones) haciéndoles olvidar la dimensión del Espíritu, hasta negarlo hasta llegar, en este tiempo, donde el conjunto de la humanidad no cree incluso en la existencia de cualquier alma o de cualquier supervivencia. Y eso no está mejor en las creencias de tipo oriental, donde existen principios de leyes aplicables a esta matriz, llamado el karma (la acción-reacción) y algo que es muy querido por los espiritualistas de todo pelo que llamaría el Libre Albedrío.
 
En la Libertad, en el Espíritu, no hay que hacer del Libre Albedrío. El Libre Albedrío es una coartada, dada por la personalidad, para acercarse de una luz también tan ilusoria como la personalidad. La Libertad no se desconcierta ni de la personalidad ni del libre albedrío. La Libertad es la Libertad. Ella es el fin del encerramiento y el fin de la separación, el fin de las creencias y el debut de la experiencia de la Unidad. Pero para vivir el debut de la experiencia de la Unidad, es necesario efectivamente liberarse en totalidad. La problemática es que el ser humano está persuadido que se libera de los encerramientos que les son accesible, como por ejemplo, un sufrimiento vinculado a un traumatismo vivido, cualquiera que sea, y estudiando este traumatismo, analizándolo, teniendo la comprensión, el conocimiento y después por distintas técnicas estudiadas durante el vigésimo siglo, de liberarse de este elemento. Pero liberarse de este elemento no se libera, con todo eso el Espíritu, se encierra aún más el alma en los principios de acción y reacción vinculados al mundo de ATRACCIÓN-VISION, de la ilusión Luciferina, del libre albedrío, de ilusión Prometeica, del renacimiento eterno en este mundo. El Espíritu no conoce las leyes de la materia. La materia no conoce las leyes del Espíritu. El alma solo conoce las leyes de la materia, aplicables en este universo y de esta Dimensión. A menudo se ha dicho que las leyes del Espíritu no son las leyes de la materia. Ha sido dicho, también, que eso que está en lo alto es como lo que está en lo bajo. Pero eso que está en lo alto no es un límite, es una dificultad. Esta dificultad traduce simplemente lo alto y lo bajo de un encerramiento. Porque fuera del encerramiento, en el Espíritu, no existe ni alto ni bajo, ni adelante, ni atrás, ni derecha ni izquierda, ni bien ni mal.
 
La conciencia encerrada y limitada, adepta incluso de caminos espirituales, inscritos en diferentes modelos, no puede concebir otra cosa que eso que le es conocido. No puede concebir esta conciencia, que existen universos donde el encerramiento no existe, es decir donde el principio del bien y del mal no pueden existir, donde el principio de eso que es llamado lo alto y lo bajo no existen, porque den esos mundos, solo existe la Luz. No la Luz vista al exterior, no una luz vista con la ilusión del 3er ojo, no una luz vista eventualmente con la visión etérica, sino la Luz vivida como Conciencia total del Ser, lo que es profundamente diferente. Mientras que la luz se conciba y viva como un objetivo y un resultado a alcanzar, este objetivo no hace más que alejarse de vida en vida. Y conseguimos de manera muy lógica eso que ha sido llamado la edad oscura o Kali Yuga.
 
El Espíritu no puede encontrarse sino en un momento, o un instante, donde no están ya en este tiempo, sin huir de este tiempo y este mundo. Es el momento preciso donde se dan cuenta y toman conciencia de su propio encerramiento. Entonces, por supuesto, la experiencia inicial, considerando lo que prescindió para muchos místicos, en todas las tradiciones, considerando este evento inicial como el mito que va a permitir realizar real y concretamente, el Despertar, haciendo realmente escapar de la matriz al alma, al cuerpo, estando presente en el cuerpo, en el alma pero revelando el Espíritu. El Espíritu no está en otra parte que Ici y Nunc (aquí y ahora), mismo si existe una contraparte de la Conciencia (llamada cuerpo de Êtreté) presente en el Sol y el cual se superpondrá llegado el momento oportuno, con el conjunto de las estructuras ilusorias y encerradas. Vivir el Espíritu no puede ser asimilado a alguna otra experiencia, porque el Espíritu cuando se vive, confiere la libertad y confiere un cierto número de elementos que no pueden ser obtenidos por cualquier acceso (cualquiera que sea), por cualquier creencia. Porque los estados alcanzados en esos momentos solo son efímeros y no pueden perdurar y en todo caso no permiten vivir el Espíritu de forma permanente e ilimitada.
 
La liberación que está en curso, hoy, en ustedes, si la aceptan, como para el conjunto de la humanidad, es bien una liberación final, en el sentido donde habrá un antes y un después. Este antes y este después se inscriben en una duración de tiempo allí también como ya se sabe, cada vez más estrecha, cada vez más fulgurante, que les llevará a colocarse, como Conciencia, en esta Luz o fuera de esta Luz. Pero no podrán ya, los unos como los otros ignorar el principio de conexión a la Luz. Eso que cambiará de todo a todo la vida de la Conciencia ella misma, que ella se realice en un mundo dicho carbonoso o en mundos totalmente libres, o, aún, en eso que es llamado la disolución en la Luz. Mientras no acepten el principio de Libertad total, por supuesto, la Libertad total no puede revelarse. Mientras no respeten (no como marco sino como principio vigorizante) eso que ha sido llamado los Cuatro Pilares del Corazón, no podrán escapar a los condicionamientos de la personalidad. El conjunto de los Pilares, el conjunto de eso que se les ha desarrollado sobre la Transparencia, sobre la Humildad, la Simplicidad y la Vía de la Infancia o la Pobreza son, estrictamente los pilares que les permitirán retirarse enteramente de la ilusión de las creencias. Vivir eso es un gran paso hacia la Libertad, y hacia la Liberación pero no es la Liberación.
 
En efecto, vendrá un momento donde se planteará, en ustedes, si no ya está hecho, la pregunta que se plantearán a ustedes mismos: ¿Están dispuestos a perderlo todo para vivir la Verdad? ¿Están dispuestos a hacer desaparecer el conjunto de las ilusiones, la personalidad, cuerpo, vínculos, lazos, seducciones de este mundo para vivir la Luz? Es eso que viene a recordarles la Fuente, en eso que ha sido llamado la Promesa y el Juramento. Es eso que el conjunto de los elementos que les han sido comunicados, de manera Vibral y en forma de enseñanza, si se puede decir, debe permitirles situarse. Solo habrá dos posiciones, situarse en el miedo y situarse en la Libertad. El miedo no podrá liberar cualquier cosa, aunque el mecanismo de liberación concierne a la totalidad de la humanidad, la totalidad de las almas. Pero habrá una dificultad para liberarse totalmente de la influencia del alma sobre la materia, debiendo conducir a la perpetuación del alma, para un tiempo dado, específico para cada uno.
 
La libertad es un acto de Abandono total. La Libertad es un acto de resolución que permite Liberarse, totalmente, de todo eso que es conocido. Liberarse de lo conocido implica necesariamente para la personalidad, un elemento mayor. Este elemento mayor es la angustia de su propia desaparición. Y por otra parte, la mayoría de los fenómenos del Despertar, en el tiempo antiguo, remontándose a más de una generación, se realizaron en estos momentos de pérdida dramática o concientización de la Ilusión de este mundo, a través de una angustia de una muerte súbita. En ese principio de Abandono, a partir del momento donde no hay mas esperanza, a partir del momento donde el alma está agarrada por el miedo de su propia disolución y a partir del momento donde no hay resistencia, ni lucha, en el Interior de la personalidad, es en esos momentos privilegiados que puede vivirse, de manera final, yo diría, el principio mismo de la disolución, de la Libertad y de la Liberación.
 
Por supuesto, durante este período, el cuerpo de deseo (mientras permanece), cualquiera que sea la purificación de sus propios deseos, va a manifestarse, de manera ruidosa, induciendo una serie de miedos, puesto que la personalidad como proyección en un mundo ilusorio, solo existe porque hay miedo. Este miedo se refiere a distintos segmentos de la personalidad, traduciéndose, ante todo por la pérdida misma de la propia personalidad. La conciencia fragmentaria requiere el Amor para apropiárselo. La Conciencia Unitaria es el Amor, por restitución. Este principio de restitución es la única puerta de acceso a lo desconocido. Eso se llamó la Puerta Estrecha, en su tercer Pasaje. Hoy, cada ser humano, cada Hermano y Hermana presentes en la superficie de este planeta, se encontrará de una u otra manera, para realizar esta concientización a fin, una vez más, de colocarse en un lado o en el otro.
 
Entonces, no tienen que aceptar tampoco mis palabras. La única cosa que pueden hacer como eso se enunció, hace poco tiempo, es de Comulgar con ellas y para ver si esta Comunión realiza en ustedes la activación de la Vibración del Corazón, el sentimiento de Liberación total, la ausencia de influencia del mental y de las emociones, viniendo a decirles lo contrario. En ese momento, habremos comulgado y en ese momento, la palabras que habría pronunciado no serán palabras que habrían sido aceptadas por el mental, aún menos por una creencia cualquiera sino mas bien por la resonancia de los campos Vibratorios Unificados que nosotros hemos establecido que les permitirá, entonces, vivir y acercarse a su Liberación y a su Libertad.
 
No hay otra alternativa. Toda otra vía es un fracaso. Con el conjunto de los maestros y los salvadores que se encarnaron, con el conjunto de los gurús y los sistemas que les han sido dados, si un solo ser hubiera conseguido liberarse de la misma forma, toda la humanidad se habría liberado totalmente. Podemos constatar y pueden constatar, ustedes quienes aún se personifican, que eso nunca ha sido el caso, cualquiera que sea el maestro, cualquiera que sea el gurú, y cualquiera que sea el que creó una religión cualquiera que sea. Porque a partir del momento en que el Hombre, incluso a través de cualquier cosa que es totalmente justa y verdadera, se pone a adherir sin verificar por la experiencia ella misma, encierra el modelo, ese modelo fuera el más justo y el más auténtico. No hay otra alternativa que hacer la experiencia de la Libertad. No hay otra alternativa que realizar la Luz, si no permanecerán en una creencia en la Luz y en una proyección exterior de la Luz.
 
La novedad, desde una generación, es que la Luz Adamantina o Vibral está cada vez más presente, en vuestro medio ambiente, de vuestras chakras, de vuestro cuerpo de vuestras células. Realizando lo que había sido visto, aquí un determinado tiempo, por Sri Aurobindo, concerniente a la llegada del Supramental. ¿Y qué es lo que nosotros observamos, hoy, en la superficie de esta Tierra? Muchos maestros se apoderaron de esta Luz Vibral para apropiársela y no para darla. Obviamente en ese momento, la Transparencia no puede ser vivida y aún más la Humildad y la Simplicidad, alejando siempre más de su propia Verdad, a los adeptos a ellos y los que siguen estos seres. En la actualidad, deben deshacerse enteramente de todas las creencias. Hacer el examen de vuestra Conciencia. ¿Qué existe en vuestra Conciencia, en vuestra vida como creencias? Mientras crean que dependen de un ser, mientras crean que dependen de una relación, fuera ella la más armoniosa, la más justa, no son Libres. Porque la relación es una comunicación pero no es una Comunión.
 
Los elementos que les han sido comunicados respecto a la Comunión y el “Yo Soy Uno” son muy ciertamente el medio de hacer la experiencia, por ustedes mismos de una conciencia en curso de Liberación hacia otra conciencia, de lo que representa la experiencia de la Unidad y de la Gracia. Porque la Gracia y la Unidad, el Êtreté y el Sí, representan la misma realidad de la Conciencia y del Espíritu, Liberados. No pueden vivir la Conciencia Liberada mientras se adhieran a una parte de ustedes mismos que no está Libre. O todo eso que se conoce de ustedes mismos es por esencia y por naturaleza, encerrado y encerrante. Deben entonces presentarse, en alguna forma, sin a priori y sin demanda en toda tentativa de comunión. Deben reemplazar la comunicación y la relación afectiva, por el Corazón, es decir por la Comunión de los Corazones. Esta Comunión que nada tiene que hacer con su pasado, que hacer de vuestras experiencias pasadas, que hacer de vuestros afectos pero que se vive únicamente en el instante presente. La única relación justa, que puede existir solo puede establecerse a través de la Gracia y de esta Comunión. Solo realizando su propia Unidad y por lo tanto su propia Liberación, que se puede comulgar y no Liberar al otro, por supuesto, sino permitirle, a él también acercarse a su propia Liberación por la resonancia de campos y por la Libertad que ustedes manifiestan. Ustedes no son entonces un modelo para el otro, pero son llamados a convertirse en los que van a permitir hacer resonar este campo unificado de la Conciencia permitiendo para el conjunto de la humanidad salir del sueño.
 
Eso que siempre nos han dicho nuestros Hermanos orientales de todo tiempo por lo que se refiere a la Ilusión de este mundo, que es la proyección de este mundo y del encerramiento de este mundo, es la estricta verdad. Pero esta verdad no pueden alcanzarla si no la viven. No hay otra forma de vivir esta verdad, si no es liberarse de todo lo que les es conocido como creencia, como relación, que no es una Comunicación (como toda comunicación con el plano que sea). En resumen, incluso el ser en el cual yo estoy (Nde: el que canaliza estas informaciones) no puede vivir su propia Liberación mientras esté dependiendo de cualquier comunicación. Solo la Comunión, que puede establecerse de Corazón a Corazón, que permite liberarse. Y eso es una experiencia que debe llevar a cabo cada uno para sí, dentro de la Comunión, tal como les fue dada por diversos intervinientes.
 
Más que nunca, están llamados a Liberarse. Más que nunca, están llamados a vivir la Gracia. Y esta Gracia está al alcance del Corazón. Es necesario pasar por esta revolución de la Conciencia, total, haciendo cesar, en ustedes toda adhesión a eso que no sea del orden de la Luz. Y por supuesto, como lo ha dicho humorosamente nuestro Comendador (Nde: O.M. AIVANHOV), no hay que matar padre y madre. Hay simplemente que devolver la Libertad a cada ser. Incluso si no la quiere. No hay otro medio de establecer la Comunión. La Comunión es un vínculo de Liberación, es una resonancia. Todo otro vínculo solo es encerrante y limitante, en los acondicionamientos, cualquiera que sean (morales, sociales, e incluso espirituales).
 
El Espíritu no es espiritual. El Espíritu Es, de toda eternidad. Y él se manifiesta ahora a fin de que lo concienticen. Y concientizarlo no puede realizarse que si nada de lo conocido (a nivel del alma, de la materia o de la personalidad) viene a interferir. Pero como lo saben, no pueden luchar contra la personalidad, no pueden luchar contra su mental, no pueden luchar contra sus propias emociones, porque eso con lo que luchan al final se refuerza. Todos ustedes han experimentado eso y nosotros durante nuestra vida. Solo hay una forma de proceder: liberarse de la totalidad de las creencias, de la totalidad de lo conocido y presentarse desnudo ante la Puerta Estrecha. Eso necesita efectivamente un Abandono y un Renunciamiento. Como lo dijo Cristo cuando vivo, ¿están dispuestos a seguirme, están dispuestos a perderlo todo para encontrar la Verdadera Vida? Porque la vida tal como es vivida en el encerramiento jamás permite vivir la Luz. Es una Ilusión mantenida, por otra parte intencionalmente por las fuerzas encerrantes y por las fuerzas fosilizantes.
 
La Luz les llama, hoy, a Liberarse en totalidad. Y deben presentarse frente a ella desnudos, sin ninguna creencia, sin ningún vínculo. No hay otra forma de realizar la Unidad. Si no, la Unidad sigue siendo una creencia, una adhesión, pero no una vivencia. La Unidad se vive y está en curso de instalación desde el instante donde no tienen ninguna dificultad para entregarse a la Luz, es decir en el estado de disolución, que se traduce por la Alegría, por el Sat Chit Ananda, por la felicidad, por el Samadhi. Lo que no les impide participar en este mundo mientras este mundo exista. Pero se Liberaron y pasaron sin impedimentos, no están más prisioneros. El efecto sobre la conciencia, por supuesto es totalmente diferente.
 
Entonces por supuesto la personalidad va a rebelarse. Ella les va a decir que tiene obligaciones, responsabilidades. Cosas que mantener, cosas que le permiten vivir. La cuestión es muy simple y la respuesta es muy simple: ¿Qué quieren vivir? La Luz no tergiversará. En el momento colectivo de la humanidad, ustedes deberán responder o dar la espalda. Teniendo conciencia de su naturaleza, si no la tienen aún ahora. La Luz les vuelve libre pero esta libertad pasa por la disolución de lo que precisamente participa en el encerramiento en ustedes, como en lo que son , como en el conjunto de los sectores de su vida y en el conjunto de los sectores de esta Tierra. Creer que la Libertad va a mantener un status quo transformándolo al mismo tiempo agradablemente, solo es una visión de la personalidad que se inscribe en el miedo de su propia disolución, de su propia desaparición y que traduce, en ese momento, el compromiso de la personalidad hacia sí misma y no a la liberación de la Conciencia.
 
Deben ser, cada vez más, lúcidos sobre lo que rige sus vidas. Deben ser, cada vez más, conscientes de la experiencia de la Luz y la experiencia de la Sombra de este mundo. No hay ya, en adelante, que luchar contra las sombras ya que contra lo que luchan se refuerza y, dicho de otra manera, ustedes estallarán, un día u otro, en la imagen. En definitiva, les corresponderá entender y vivir, por ustedes mismos, que fuera del Abandono a la Luz y a la Alegría, no hay la posibilidad de ser Liberado. Esto va, por eso, a convertirse en cada vez más importante, en su Conciencia, trayéndoles allí también, en algunos casos, a plantearles cuestiones. ¿Pero qué es lo que plantea cuestiones, si no es la personalidad? El Corazón no plantea ninguna cuestión: vive la Comunión, vive la Gracia, vive el “Yo soy Uno” y no está absolutamente en el momento siguiente, no está absolutamente en la irresponsabilidad tampoco de su vida sino en la responsabilización que es consecutiva a la Libertad y a la Liberación.
 
Estos son, por supuesto (lo que les doy), elementos complementarios. Como lo dijo un Amigo, para el Yoga de la Unidad (y como tuve la ocasión también de decirlo), les aportamos todo lo que era posible aportarles, para acercarlos de la experiencia de su propia Liberación. Y de liberarse, incluso, de lo que les dijimos, de las Vibraciones, incluso, con el fin de vivir, realmente, lo que Son, con el fin de hacer cesar toda proyección y todo miedo. No hay otra manera de concientizar la experiencia de la Libertad y la liberación.
 
Llego al final de mi exposición. No hay nada mas a seguir que a ustedes mismos. No hay nada que realizar que lo su Son. No hay nada que esperar que el Amor. Y esto no es mañana ni pasado mañana. Este Amor está inscrito en la Gracia, en la Comunión, en la afirmación del “Yo soy Uno” y en la Vibración de eso que ha sido llamado el Fuego del Corazón. Todo el resto (pensamientos u otro) los aleja este de esta vivencia.. Van a tomar conciencia, cada vez más fácilmente, porque muchos entre ustedes vivieron momentos de acceso de esta Puerta Estrecha donde, o se disuelven en la Luz, o sea viven la Unidad. Y, como ya se sabe, esta Conciencia no está instalada, de manera definitiva, en su vida y en su conciencia. Cada vez más, los espacios expandidos de la Conciencia, y los momentos expandidos de la Conciencia, pasan a ser, como lo perciben, para muchos entre ustedes, una llamada cada vez más urgente.
 
Entonces, por supuesto, esta llamada de la Luz puede ponerles ante los miedos (de la disolución, del futuro y del devenir). Lo que deben concientizar, en finalidad, es que lo que Son es, realmente, esta Luz o lo que viven, en ese momento. No son nada más que eso. Y cuando son, enteramente, eso, todo el resto no existe simplemente ya. Que eso pase al momento colectivo de la humanidad o que eso pase a su ritmo y de manera completamente libre, ahora. Si tenemos el tiempo, antes del espacio de Comunión y Alineación común y si existen, Hermanos y Hermanas presentes, en ustedes, interrogaciones con relación a eso, yo les escucho.
 
No tenemos cuestionamiento, les agradecemos.
 
Hermanos y Hermanas en humanidad, participaré, en ustedes, en el espacio de Comunión y de Gracia. No puedo sino decir: sean lo que Son, en la Liberación y la Libertad. Sean la Conciencia, ella misma. Hasta luego.

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