Por Gillian MacBeth-Louthan
Las gigantescas manchas solares y eyecciones de masa coronal que estamos viendo actualmente no son más que un atisbo de la fuerza vital de este Sol Superior que extiende su vibración
súper magnética hacia todas las partes de nuestro sistema solar
conocido y desconocido, levantándonos a un punto de ojos abiertos dentro
de todas las células de la visión de nuestro estado natural. Como
acupuntura celestial, recibimos inyecciones de conocimiento que no se
pueden explicar. Finalmente encontramos la pasión para hacer, para ser,
para creer, para crear, sin ninguna sombra de duda.
El
sistema solar alinea cuerpo celeste por cuerpo celeste, deteniéndose
sólo por un momento para rendir homenaje a la Tierra y sus habitantes,
observando los cambios y transformaciones dentro de la especie en
evolución que llama a la Tierra su hogar. Todas las masas de tierra
enterradas dentro de nuestra conciencia llegan a un lugar de
flotabilidad, circunnavegando nuestro pensamiento lineal de mundo plano,
exponiendo a nivel estelar lo que hay por debajo de todos nuestros
anhelos y elecciones. Finalmente nos levantamos en pro de lo que creemos
y de lo que cree en nosotros.
La
luz azul de la estrella Sirio brilla sobre todas nuestras opciones, las
puertas estelares se abren a través de los conductos terrenales
permitiéndonos ser elevados a un lugar de conocimiento innato. Todo lo
que hagamos o dejemos de hacer se sentirá en todos los sectores del
cielo y la tierra.
Es
hora de que el LEÓN SOLAR a través de la ESFINGE se levante de su
posición enigmática de guardián y libere lo que ha estado sometido a la
restricción humana. Un posicionamiento completo de este evento
transcurre dentro de la cámara secreta del hemisferio izquierdo del
cerebro para las mujeres y el hemisferio derecho del cerebro para los
hombres. Como en un tsunami inesperado, el fondo del océano se abre para
liberar una oleada que limpiará las orillas mentales de la
incredulidad. Las fracciones del yo y del alma que alguna vez habían
fluido a través del tiempo y la elección, vienen corriendo a casa con
los brazos abiertos y un corazón abierto, instalándose en todas las
grietas de nuestro universo personal, llenándolas con lo que necesita
verse.
Las
emanaciones de las estrellas vienen a ejercer su magia sanadora en
todos nosotros. La luz detrás de nuestro Sol se levanta la falda de luz
dejando al descubierto su cuerpo Nubio de luz para que todos lo vean. La
danza de los siete velos del tiempo eterno mantiene hábilmente oculta
su mayor parte. Por fin los hijos de la Tierra se han ganado el derecho a
ver la verdad del Cosmos.
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