EL FLUJO VIBRATORIO EN LA
REALIDAD FÍSICA
Las
Reconexiones canalizadas por Daniel Jacob
La gradual
aceleración o desaceleración de la versión de cada persona del Planeta Tierra
se debe, en gran medida, a su creencia sobre lo que está pasando allí.
Por ejemplo, si un
hombre entra en una habitación extraña - una que es propiedad de “alguien
más” - va a moverse con lentitud y cuidado, mientras pondera e
inspecciona la decoración, y decide quién o qué es en relación con esa sala.
Con cada movimiento circular de su mirada, su mente se detiene para hacer un
inventario de todos los panoramas, los sonidos y los alrededores en los que
está operando ahora. Todo esto insume tiempo y energía.
Sin embargo, si una
persona entra en una de sus propias habitaciones - en una casa que compró,
decoró y amobló - su mirada se moverá mucho más rápido cuando entra. Sólo se
detendrá a mirar si percibe algo que le parece fuera de lugar o torcido.
Este centro de
atención, mientras ustedes examinan su propia realidad física, es lo que
establece el “latido” de su Vibración Planetaria. Cuanto más
integran la CREENCIA BÁSICA de “Yo soy Todo. Yo creé todo esto”,
menos preocupados estarán por lo que sucedió o lo que va a suceder en su mundo.
Si ocasionalmente OLVIDAN, y caen en una Mentalidad de Separación - su “pulso”
planetario se desacelerará hasta que RECUERDEN y comiencen a ADMITIR su
realidad nuevamente.
Digamos que una
película ha sido concebida para ser exhibida a una velocidad determinada, una
película de un suave arco iris en un día de verano. Si disminuyen la velocidad
a la que se mueven los fotogramas a través del proyector, lo que parece ser una
escena tranquila, inspiradora, se puede transformar en una pesadilla
psicodélica de colores distorsionados, sombras ominosas y formas borrosas. A
otras velocidades, podrían divertirse en grande a medida que la versión
alterada asume una cierta personalidad y un argumento propio.
Esencialmente, todo
el paisaje es neutral. Las palabras son sólo palabras. Las locaciones son sólo
puntos en el espacio físico. Pero cuando se arman y presentan de cierta manera,
convocando a un simbolismo de masa ya establecido y haciendo referencia a temas
actuales o históricos, esa neutralidad se solidifica y el público se reúne en
un estado de entendimiento común y emoción compartida.
La mente aborrece el
vacío de la no interpretación. Por lo tanto, cada espectador tiende a
asignarles significado a las imágenes que ve. Como Adán en el Jardín del Edén,
les pondrá nombre a los animales que desfilaron ante él, y todos ellos serán
para él exactamente como los llame.
Aunque sólo hay Uno
que ve la imagen, este Uno se ha fragmentado e inyectado a sí mismo a propósito
en todos los escenarios, representando cada parte o, tal vez asumiendo el punto
panorámico más “objetivo” de un árbol que se encuentra en segundo
plano . Los ojos y los oídos de cada punto de vista se convierten en su cámara
y ellos filman cada argumento en su totalidad desde cada ángulo posible,
accesible para que él lo revise a su antojo.
¿Por qué un
Dios-Nosotros omnisciente se fragmenta a Sí Mismo? Para crear una “versión”
de SÍ MISMO que aún no sabe cómo termina la historia. Todo está referido al
aprendizaje, la diversión y la expansión.
~Las
Reconexiones
Publicado en FaceBook 16.12.12
Copyright Daniel Jacob – diciembre 2012
Traducción: Susana Peralta
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