BODAS CELESTIALES, GEMMA GALGANI, 15 - 09 - 2011
Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milánhttp://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
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Yo soy GEMMA GALGANI. Hermanas y Hermanos, todo mi Amor os acompañe. Vengo en tanto que Estrella Unidad, a tratar de precisar dos nociones que se unen: el Corazón Místico y la Sabiduría. Yo emplearé, una vez más las palabras que proceden de mi propia experiencia, en mi encarnación. No veáis a través de estas palabras, más que un soporte de Luz y de Vibración. Y yo preciso de antemano, que la palabra CRISTO que voy a emplear, podéis reemplazarla por Luz Blanca, por KI-RIS-TI, por Felicidad, por Alegría, por BUDA, por KRISHNA, poco importa. Lo más importante es que se va a realizar en la Conciencia, el Reencuentro de aquél que viene a llamar a la Puerta (llamadlo la Estrella, si queréis).
Voy a hablaros de este Reencuentro que desborda, por supuesto, el simple marco de un estado Vibratorio, el simple marco de vuestra propia Unidad, vivido en la carne y en la Conciencia. El Corazón Místico, la Sabiduría, es el instante particular en la encarnación, en que se va a vivir esa vivencia: la del Reencuentro. Entonces, se puede hablar también, de este Reencuentro, un Reencuentro con el Sí-mismo, un Reencuentro con la Eternidad. Cualesquiera que sean las denominaciones o los nombres dados, la experiencia es siempre la misma, porque va a permitir alcanzar el Corazón Místico y vivir la Sabiduría. No la Sabiduría tal como puede ser concebida por la personalidad, sino más bien esta Sabiduría del Corazón Místico: la del esposo y la esposa, la del Reencuentro con la Alegría y con lo que no es de este mundo, pero que está ligado a La Fuente, a la Eternidad, a la inefable felicidad de vivir, aquí como más allá, en este mundo donde estáis, como ahí donde estamos nosotros. Este estado de Luz particular donde nada más puede ser desconocido, donde nada más puede ser deseado. Un Estado que se basta a sí mismo y se presenta un día. Eso es el Corazón Místico y la Sabiduría.
Es el momento en que os fundís en esta Luz. Es el momento en que nada más existe de lo que creíais cinco minutos antes. Es donde todo desaparece, donde nada más existe que este Reencuentro que viene con sus palabras, a pediros simplemente (y esta demanda, ningún Espíritu, ninguna alma puede rechazarlo), traducido en palabras muy simples: “¿quieres ser lo que yo soy?”. Acompañándose de un indecible Amor que no corresponde absolutamente a nada de lo que se ha podido vivir antes, con este Reencuentro. El Corazón Místico entonces, es esta Luz que se va a inflamar, tal como un Fuego que viene a poner fin, de manera absolutamente definitiva a toda posibilidad de estar separado, de estar en la oscuridad, de estar privado de lo que sea. Ese instante en que la Conciencia se encuentra a sí misma, es un alivio. Es también algo que viene a calmar cualquier sed, porque en ese momento bebéis el Agua de Vida, el Agua Eterna que es un Fuego devorador. Un Fuego de Amor que se inscribe y se imprime en Letras de Fuego, en cada parcela de este cuerpo, como de los otros cuerpos.
Vivir el Corazón Místico y la Sabiduría, hace que haya de forma Eterna, un Antes y un Durante, que hace que todos los Después no puedan ser confundidos con esos Antes. En ese momento, se instala no la certidumbre, no la convicción, sino más bien un Estado. Ese Estado parece hacer morir, permanentemente algo. Es renovado permanentemente. Es permanentemente resucitado y renovado. Entonces, las palabras que se le pueden atribuir (como Alegría, Éxtasis) son muy sosas en relación a lo que se juega Durante y Después. El Alma, el Espíritu, el cuerpo, se funden entonces en esta pulsación que no para jamás, que se regenera continuamente y que viene de todas partes, de aquí como de allí.
Todo es Fuente en ese momento. Todo es Luz. No puede existir nada más que esta Luz. No puede existir nada más que este Amor, este Fuego y esta Agua. Vosotros os habéis vuelto todo esto y mucho más que esto. Entonces, estáis más allá de la posibilidad de identificaros a lo que sea, porque vosotros sois Todo, a la vez. Vosotros sois el Niño que os mira. Vosotros sois aquél que se extingue de su vida, de su carne. Vosotros sois el Sol. Sois el Cristo. Y todo es Comunión. Todo está en comunicación. El cerebro ya no existe. Todo es reemplazado por ese Corazón que es una Fuente de Agua viva, que no se para jamás, y que dilata todo lo que es Vosotros, es decir todo lo que se ve , percibe, siente y que os inscribe en la Eternidad. Todo lo que era pesado y denso, en el Corazón Místico, no lo es más.
Cualquier deseo, sea el que sea, no puede manifestarse más, porque tenéis en este momento, la vivencia entera y total de que sois ese Corazón, esta Luz. Vosotros sois a la vez, la majestad y la insignificancia. Vosotros sois a la vez el sujeto y el objeto. Nada más y nada menos que eso. El Éxtasis es una palabra insuficiente para describir lo que se instala y que no parará nunca más. Cuando vivís el Corazón Místico, toda vuestra Conciencia se vuelve en todas las direcciones de los Universos, para reunir en el mismo Corazón Místico, la totalidad de la Creación. Lo que se vive es raramente traducible en palabras e incluso es raramente traducible, del lado donde estamos, porque es una evidencia tal, que la Vida no puede ser eso y a la vez, Todo esto. El Corazón Místico es un abrazo, un abrazo perpetuo, en el Canto del Amor y en el Fuego del Amor.
No podéis ya hablar de Sufrimiento, porque el Sufrimiento no quiere decir ya nada y lo que se vive en el Corazón Místico y la Sabiduría, puede describirse como el más delicioso de los Sufrimientos, porque es absoluto e inunda la Conciencia. Vosotros estáis a la vez, reunidos y fragmentados en todas las partes. Este Estado se inscribe en una Eternidad donde toda referencia a cualquier tiempo, o toda referencia a un hecho cualquiera, o lo que sea, no tiene sentido, porque el único sentido que se vive es el de esta Plenitud y esta Sabiduría. Ese Reencuentro no puede jamás desaparecer, se inscribe, repito, en la Eternidad de la Conciencia.
Entonces, muchos seres humanos hoy, presienten (aceptándolo o no) que va a ocurrir un acontecimiento diferente. Este acontecimiento hará de vosotros, lo que vosotros creéis. Pero el Reencuentro será de alguna forma, visible a la vez en el Corazón y en la razón. Este Reencuentro viene a borrar todo lo que no es esa Plenitud. Entonces, como Él os dijo: “mantener vuestra casa limpia”. Es vivir en confianza las primicias del Reencuentro. Es prepararse al Corazón Místico y a la Sabiduría, desempolvando, dejando espacio Libre, para acceder a Eso.
Los testimonios y marcadores de la llegada del Corazón Místico y de la Sabiduría están ya presentes en vosotros, porque en definitiva, no es más que un desvelamiento. Eso no ha estado jamás ausente, simplemente fue olvidado. No viene, aunque se ilustre en los Cielos (por otra parte, que por vuestro propio Corazón). Lo que hay que vivir de ese Corazón Místico y esa Sabiduría, ya está inscrito desde la Eternidad en la Conciencia y se vive en esta carne porque esta carne lleva la marca, en cada célula.
El Corazón Místico es oír y escuchar la Eternidad del Amor y de la Luz. Es abrirse como una flor. Es convertirse en esa flor abierta que era ya una promesa en sus raíces. El Corazón Místico y la Sabiduría es el olvido también, de todo lo que no es eso. El Corazón Místico y la Sabiduría es la Libertad. Esta Libertad y esta Sabiduría son totales. Son, yo diría, ellas mismas. Porque es su Esencia, porque es la Esencia de la Vida, es la Esencia de las creaciones, de las criaturas como de los creadores. La llamada, porque lo es, nadie podrá ignorarla y cada alma debe vivirla para vivir, realmente. La existencia de este principio que subyace toda Vida. El Corazón Místico subyace efectivamente toda Vida, porque ninguna vida u otra cosa, podría aparecer, sin ese Corazón Místico.
Entonces los Cuatro Pilares de los que se trata, son también un marco: el marco del infinito que no tiene ningún marco. Pero son también los Pilares es decir los puntos de apoyo, inscritos en Vuestro Templo, que es este cuerpo para permitiros vivir el Corazón Místico y la Sabiduría (ndr: ver rúbrica “protocolos a practicar” de nuestro sitio). En esto, en este Reencuentro, solamente hay que acoger, solamente hay que hacerse Sabio y dejar ese Corazón, que es el Vuestro, abrazaros, hacer Silencio en todo lo que sea posible hacer Silencio y vivir simplemente lo que hay que vivir y esto es propuesto a cada uno y cada una, para que nadie pueda ignorar lo que es ese Corazón Místico.
Ciertamente, existe para muchos de vuestros Hermanos y Hermanas una distancia. Pero, incluso a través de esta distancia con el Corazón Místico, habrá también una reconexión, porque esta reconexión es el retorno de la vida a su Esencia y a su Totalidad. La reminiscencia del Corazón Místico y de la Sabiduría hará entonces, a cualquier Conciencia no ignorar jamás y no poner jamás un velo de olvido a esta Verdad.
Recordad que este momento particular del Reencuentro solo puede ocurrir en vosotros, en el centro de vosotros y no depende absolutamente de nada más que de vuestro Corazón. Es suficiente con situaros en el Corazón, entre los Cuatro Pilares y vivir simplemente, con Humildad este Reencuentro. Muchas Conciencias Unificadas (que llegan de diversos Universos, de diversos Mundos) os acompañan y os acompañarán cada vez más, a través del canal de MARÍA que está abierto, a través de vuestras propias Coronas y sobre todo en vuestra propia Conciencia.
El Corazón Místico y la Sabiduría es una constante, porque es la constante misma del Reencuentro. Algunas almas lo han vivido, como yo durante mi vida, hace mucho tiempo ahora, en términos humanos. Pero en términos del ese Corazón Místico, no era ayer ni antes de ayer, sino que es siempre Ahora.
Recordad también que, más allá de los Cuatro Pilares, la única distancia que puede existir no procede más que de algunas ilusiones presentes, también en la periferia de ese Corazón Místico. Por supuesto, como he dicho, vais a estar cada vez más acompañados. Nosotros os acompañamos porque es una fiesta. Vosotros no vais a vivir esto solamente, sino el total de la Creación y el total de las Dimensiones. Nosotros estamos aquí para asistir al renacimiento de ese Corazón Místico y de esta Sabiduría, porque este renacimiento es también para nosotros, un renacimiento, ya que ese Corazón Místico y esta Sabiduría renacen de forma perpetua. Es una Fuente que no se agota jamás.
Entonces, mientras que estéis todavía en esta Tierra, recordad simplemente los Cuatro Pilares, recordad simplemente que el Corazón Místico y la Sabiduría, no son nada más que vosotros mismos. Entonces, el Reencuentro será preparado de la mejor de las maneras.
He aquí lo que todas las Estrellas me han pedido enviaros, en Vibraciones y en palabras, pero entended más allá de las palabras. Id a la Esencia y a lo Esencial.
Hermanos y Hermanas, el Corazón Místico y la Sabiduría, que es vuestra y que es mía, y que es Todo, será también vuestro Reencuentro y vuestro Estado. El canal de MARÍA, el Alineamiento, algunos momentos de vuestras noches y de vuestros días, son preparaciones intensas para el Reencuentro. Tomad por hábito llevar, lo más a menudo posible, vuestra Conciencia sobre el Corazón Místico y esta Sabiduría. Dicho de otra forma, preparaos al Amor y a la Luz, sin fin y sin freno.
Yo soy GEMMA, en el amor del Uno y en el Corazón Místico, en Sabiduría con vosotros, en Amor.
Hasta pronto.
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