sábado, 3 de septiembre de 2011

BODAS CELESTIALES, ARC. ANAEL 28 - 08 - 2011


 

 


 


La llamada de la Eternidad se produce ahora. Se produce a cada respiración. Resta solamente que la Conciencia acepte, enteramente, este despliegue y esta Fusión de la Luz. Entonces, la Tri-Unidad fusionará en su Templo.
 


Original en francés
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
 
para escuchar el audio haz clic aquí
 
Soy ANAËL, Arcángel. Bien amados Niños de la Luz y bien amadas Semillas de Estrellas, vengo a completar las Vibraciones del Arcángel URIEL relativo a una frase importante: verse para Ser. En el sentido de verse, en Transparencia, de verse, sin complacencia, y también sin culpabilidad, verse en la Vibración de la Presencia de su Ser, y no solamente a través de los filtros de la personalidad, a través de los filtros de las experiencias felices o infelices. Eso consiste en sobrepasar, superar y en consecuencia, en elevar, la mirada y la opinión, con el fin de ver más allá de las apariencias, de ver más allá de las resistencias. Verse, y tampoco saber. Verse, y tampoco parecer. Verse, más allá de los juegos e interacciones de la personalidad. Verse, por lo tanto, en Espíritu y en Verdad. Entonces, aceptar amarse más allá de toda apariencia, más allá de todo juego, más allá de todo sufrimiento, más allá de toda esperanza. Y eso no puede existir sino en el tiempo llamado presente. Ya que la Presencia sólo se encuentra en su presente. Y este presente es el momento en que el Corazón se enciende y quema, como un Fuego encontrado de Amor, devorando todo lo que no es él.
 
Entonces, verse, es aceptar penetrar el Templo, el de la Verdad, la Vía y la Vida, el de su Corazón, que les enciende en el momento de su propia Presencia, dándoles a amar el Amor que Son, dándoles a transcender la personalidad que fueron. Esto es el Juicio de la Luz. Esto es la Verdad de la Luz, pidiéndoles verse, con el fin de pasar de la oruga a la mariposa, con el fin de pasar sin fallecer, pasar sin vivir el tormento de la separación pero, más bien, la Alegría de sus reencuentros, la Alegría de sus bodas, con ustedes mismos, permitiéndoles vivir el Ser y vivir el Êtreté. Entonces, más nada podrá ser como antes en este espacio de resolución que es el Corazón, en este espacio de Amor del sí y del Sí, revelado a sí mismo.
Es necesario osar ir más allá de toda apariencia, penetrar (como se los decía URIEL) la Transparencia, la que permite ver a través de, la que permite ver dentro de, la que califica los defectos de la personalidad, los a través de la vida, los escollos de la vida, y todo lo que no es él, y todo lo que no es ustedes, en los ámbitos de la Eternidad. Verse, desnudo y en Verdad, es penetrar el espacio del Corazón, es encender el Corazón, es dejar el impulso KI-RIS-TI nacer delante de su pecho, encendiendo el Fuego del Corazón, haciéndoles penetrar la Alegría del Amor otorgada a ustedes mismos ya que, en ese momento, ustedes se han dado a Él, como él se dio a ustedes. Verse, con el fin de sobrepasar el tener, verse con el fin de vivir la Verdad de la Unidad. No hay otra alternativa con el fin de manifestar, crear y establecer la Alegría, en ustedes, que es su Residencia, en la Eternidad.
Entonces, el llamamiento que hago es el mismo que el de URIEL, es el mismo que CRISTO, pidiéndoles elevarse en ustedes mismos, para cruzar la Puerta Estrecha, con el fin de encontrar la Alegría de su Eternidad ya que allí está la Fuente de las fuentes, la Fuente de su Verdad, la Fuente de su Unidad, la Fuente de lo que son, más allá de toda apariencia. Entonces, vivir la Transparencia, es aceptar el Canto de la Luz, en ustedes, es pasar a ser ese Canto, pasar a ser esta Luz y pasar a ser este Amor, con el fin de ya no tener el tormento de la pesadez, con el fin de ya no vivir las consecuencias de un pasado que se les impuso y que no se decidió.
 
Niños de la Luz, la llamada CRISTO resuena, en ustedes, cada día y cada respiración. Si detienen el tiempo de la ilusión, si detienen el tiempo del tener, si aceptan ya no tener pero Ser, entonces, en ese momento, se verán tal como son: una Luz y una Semilla de Estrella, que son las palabras de Verdad que nosotros pronunciamos. Todo depende de su punto de vista. Todo depende dónde ponen su Atención. ¿La ponen allí donde es sufrimiento? ¿La ponen allí donde es dolor? ¿O la ponen allí donde es Alegría? No hay que huir de cualquier cosa. No hay que de abandonar cualquier cosa, sino abandonarse a la Luz una y a la Verdad, con el fin de superar la fase del tener, con el fin de superar la fase de la personalidad, con el fin de sobrepasar, completamente, toda apariencia y vivir la Transparencia. Ya que allí está la Alegría, ya que allí está la Verdad y ya que allí está la ligereza. Sólo el Corazón les da la ligereza del Ser, solamente el Corazón les lleva a que vivan la Alegría, que no conoce ni apoyo, ni causa, ni consecuencia, pero que se basta a sí misma, en el Corazón y en la Verdad.
Así es la llamada del CRISTO. Así es la llamada de la Luz. Les queda por manifestarlo, cruzando la Puerta, atravesando todo lo que entorpece su vida, con el fin de convertirse en la ligereza, la del Ángel personificado, la del que vive la Verdad, en su Corazón, y no en la mirada del otro. El que vive la Verdad del Ser, y no la fase del tener, y no la fase del miedo. Son los Niños del Eterno y son los Niños de la Eternidad. Son las Semillas de Estrellas y las Estrellas que brillarán de la Luz Interior, de la Luz de la Alegría. Para eso, es necesario regresarse, enteramente, en la Verdad, es necesario aceptar ya no jugar a los juegos de la ilusión, pero ejecutar la partitura (ndr: es un texto completo de una obra musical) exactamente, la que Son, en Verdad.
 
Entonces, con el fin de ya no saber, es necesario Ser. Con el fin de Ser, es necesario aceptar ya no saber, es necesario aceptar no proyectar más nada exteriormente, sin por lo tanto abdicar de la vida sino, al contrario, pasar a estar vivo en la verdadera Vida, pasar a estar vivo en la Alegría que anima al que encontró el sentido y el centro de la Verdad, en CRISTO. Es a eso que cada día serán llamados.
 
No vean por las circunstancias de sus vidas, cualesquiera que ellas sean, los elementos que se oponen, de modo alguno, a establecerles en el Ser sino, al contrario, para establecerles, de manera más fácil, en el Ser. Cualquiera que sea la pesadez aparente, sólo es una apariencia y no la Transparencia final que se les da, porque la Eternidad viene a su encuentro. Eso pasa desde ahora, si lo aceptan. Eso pasa desde ahora, si lo acogen. HIC y NUNC es la Puerta, que les da acceso a la nueva fundación, la del Corazón, la de la Verdad. Para eso, es necesario aceptar verse y, viéndose, entonces, poder florecer la Verdad, la de la Alegría Eterna, la de la Alegría, que nada tiene que hacer de lo que vive la personalidad, conservando al mismo tiempo a esta personalidad. Pero entonces, que ya no estará más afectando para la Verdad de su Alegría, que no será ya más perturbante para lo que tienen que Ser, en la Conciencia. La Conciencia una se despliega, porque la Luz se despliega, en sus Puertas, en sus Estrellas, en este Templo que es su cuerpo, invitándoles a no vivir más en la pesadez, pero a vivirla en la Transparencia, la del Ser. Permitiendo entonces a la Vibración del Êtreté, la de la Alegría y la Felicidad, establecerse en el Fuego del Corazón, en la Vibración del Corazón.
Cada uno y cada una tienen la posibilidad, ahora, de vivirlo, enteramente. No puede existir ningún obstáculo, fuera de ustedes. No puede existir ningún obstáculo, en su vida. No puede existir ningún obstáculo, en su pasado. No puede existir ningún obstáculo, en el futuro, impidiéndoles realizar HIC y NUNC, ahora, a cada respiración. Para eso, es necesario olvidarse de las partes que no son ustedes, en estas zonas de oscuridad, de sombra, que fueron la ilusión de lo que creen ser, en un momento dado. Ese momento puede desaparecer, en la Eternidad y la Felicidad de la Alegría, si lo viven y, sobre todo, si lo aceptan. Nada más hay que hacer. Como lo dije, he aquí algún tiempo: Abandónense a Él, Abandónense a la Luz y, entonces, se transfigurará su personalidad. Vivirán, dentro de esta carne, su Resurrección. Vivirán, dentro de su carne, el final de la Crucifixión. No vivirán entonces, más de esperanza de Verdad, en un día próximo, pero serán ese día próximo, en cada momento. Ya que se les liberará, definitivamente, del tiempo, manteniendo al mismo tiempo este cuerpo, en su sentido y en su misión, con el fin de crear su futuro y su pasar a ser, en el Êtreté. Entonces, para eso, no existe ninguna técnica. Para eso, no existe ninguna mirada exterior. Para eso, no existe ninguna dificultad, de quienquiera que sea o de cualquier cosa. Hay exactamente que estar de acuerdo. Hay justo a dejar la Luz, que trabaja ahora a cada respiración, en cada humano, en cada Conciencia, para que esta, literalmente, estalle, de una explosión de alegría, que será el Himno de la Verdad, en ustedes. Dejen el Corazón abrirse. No tienen nada que decidir. No tienen nada que pedir. Tienen exactamente que Ser. Entonces, hecho el silencio de toda proyección exterior. Hecho el silencio de todo sufrimiento que podría afectarles, en este tiempo del momento presente y, en ese momento allí, descubrirán la majestad de la Luz. Y ello, puedo decírselo, ya que eso se despliega, realmente.
 
Desde el 11 de agosto, cada día su calendario terrestre los ve acercarse de la Vibración de su propia Esencia. Nada puede ser más importante, si no es la Luz. Nada puede ser más verdadero, si no es la Luz. Más nada puede ser más auténtico, si no es el Corazón, su Fuego, su Verdad y su Amor. Ya que eso, se lo dijimos, y se lo repito, eso es su Esencia Eterna. Hay exactamente el peso de lo que no es este momento presente, que viene aún, para muchos, a obscurecer e impedir el descubrimiento total, para que el último Velo se rasgue y les establezca en su Verdad. Entonces, por favor, detengan su tiempo, detengan su cabeza, detengan sus emociones, detengan todo lo que se proyecta exteriormente. Vivan el momento, vivan la plenitud y la majestad del momento, al inmovilizarse en la Verdad de la Alegría y entonces, en ese momento, la Alegría estallará, enteramente.
 
El tiempo no debe ya temerse, el tiempo no debe ya proyectarse, el tiempo no debe ya anticiparse, ya que ha llegado este tiempo que nosotros les anunciamos. Está en ustedes, ya. Está en ustedes. Sólo espera su reconocimiento, espera que lo reconozcan como la Verdad última de la Vida, ya que es lo que Son, desde el principio. El tiempo del descubrimiento es dónde deben rasgarse los últimos Velos del sufrimiento, los últimos Velos de la ilusión. Para eso, orienten su Conciencia, en el Corazón. Utilicen HIC y NUNC. Utilicen HIC, tal como se los dio un Anciano. Entonces, por la respiración, se acercarán a lo que son, ustedes pasarán la Puerta, porque el tiempo llegó. Cada uno tiene su tiempo. Incluso si el tiempo se vuelve colectivo, uniéndoles en la Ascensión de la Tierra, pueden vivirlo ahora y a cada segundo. Les queda por hacer la Paz, es decir, les toca ver en la Transparencia de la Verdad, y a no juzgar, ni a ustedes, ni otra cosa, a estar de acuerdo simplemente y a decir “sí” a la Luz. El Fuego del Corazón, entonces, se elevará en ustedes, de manera también segura de que la Corona Radiante de la cabeza se despertará, un día, para ustedes, para los que cuyo Corazón no vibra aún al unísono. Eso es ahora. Entonces, lleven todo el Amor de su ser, para su Ser y para la Vida, en su Templo. Lleven HIC y NUNC. Entonces, el Fuego del Éter vendrá a incorporarse al Fuego del Corazón, permitiendo a su Conciencia vivir la ligereza de la Alegría, la Verdad de la Vida y la Verdad del Único. En eso, el conjunto de los Arcángeles, de los que soy el Embajador, les pide realizar esta Verdad. En eso, les pedimos ser ustedes mismos ya que, toda solución, toda alegría, no puede salir sino de allí. Todo lo que es problema no puede ser solucionado diferentemente, en adelante, que por la Alegría ya que la Alegría es Luz. El Fuego del Corazón va, entonces, a disipar lo que les parecía indisoluble, lo que les parecía irremediable. Y entonces, en ese momento, serán Niños de la Ley del Uno, enteramente. Se convertirán, totalmente, en la Alegría del Ser, el que se ve, en Verdad, el que se ve, en el Êtreté, y penetra las Residencias de la Eternidad, aquí mismo, HIC y NUNC, en el momento de su presente. Ya que, en adelante, no es poco decir que su Conciencia salió del tiempo, incluso si les parece, aún, estar prisioneros.
 
Cada día, percibirán que su Conciencia se vuelve Libre, enteramente, que no son ya este cuerpo, que ustedes no son ya estos últimos sufrimientos, que no son ya este tiempo que se desarrolla, según un calendario ilusorio. La Conciencia se vivirá como Eternidad, participando al mismo tiempo en la Alegría de este mundo, en la Alegría de estos reencuentros. Podrán entonces acompañar a la Tierra, en toda lucidez, cualquiera que sea su destino. Han llegado, a partir del momento en que el Corazón se hace sentir y vibra en ustedes, en la magnificencia de su Vibración. Son eso: nada más que un Corazón. Todo el resto, entonces, no presentará ya el menor interés, ni el menor sufrimiento y con todo, estarán en este cuerpo, aquí y ahora, sobre esta Tierra, en este momento, en su vida, pero todo será diferente. Porque la mirada de la Conciencia no estará ya separada, porque la mirada de la Conciencia será la del Corazón, el Corazón se reconectará sobre la Verdad de su propia Visión.
E incluso sus ojos, e incluso sus sentidos, entonces, en ese momento, se vivirán en el Corazón y no en la separación, y no en el sufrimiento, y no en el pasado, y no en la inquietud de cualquier futuro, ya que serán el conjunto del tiempo y CRISTO estará en ustedes. Elevará entonces su Canto y su Vibración. Maria les hablará. Es a eso que cada uno de entre ustedes es en adelante citado, por la Alegría de la Gracia, a responder a la llamada. Esto se desarrolla, desde ahora, para muchos de entre ustedes (y cada vez más numerosos, lo esperaremos), cada día, con ustedes. El Fuego del Corazón quema, en ustedes, todo lo que es pesado. El Fuego del Corazón va a elevarles en los campos (Cantos) de la Gracia, ya que es su naturaleza y su Esencia. A eso, el Arcángel ANAËL, que soy, habla en nombre del Cónclave. Ya que en este tiempo, en estos días, viven el Absoluto, viven la Eternidad. Cualquiera que sea lo transitorio de lo que tienen aún a vivir, la Eternidad se presenta, en el Fuego del Corazón, en la presencia CRISTO, en la Luz Blanca de lo que son.
 
Entonces, vayan en Alegría. Avancen en Alegría y vayan hacia esta Verdad. No hay nada más que pueda ser más importante que eso. No hay nada más que valga la pena, que eso ya que, de eso, viene toda satisfacción y toda acción justa, en su vida, sobre esta Tierra, como en el Mundo del Espíritu que se revela en ustedes.
 
Niños de la Unidad, la llamada que elaboro completa la de URIEL y de METATRON. Les llaman a la alquimia final, de revelar su Corazón, aquí mismo. No hay mañana, no hay ayer, sólo hay el momento. Cuando entiendan eso, en la Esencia de las palabras que digo y en la Vibración, entonces, el Corazón se abrasará, en su momento inicial y final, reunidos en el mismo espacio. Entonces, su mirada se abrirá a la Transparencia y a la Totalidad. Más nada podrá entonces separarse. No serán ya solamente la ilusión, sino serán la Verdad, que viene a disolver la ilusión. Se los dijimos: sólo ustedes, pueden realizarlo, incluso si son tributarios del tiempo de la Tierra.
 
El tiempo del Cielo vino. La Luz Blanca, que se despliega, no es una palabra en vano, ni una ilusión. Eso se desarrolla ahora. Eso se desarrolla, en la Libertad, si tanto es que sean libres, ustedes mismos, de lo que creen ser, de lo que creen tener, con el fin de ya no saber, y solamente Ser. Entonces, lo más bello de las alegrías y lo más bello de las Luces será su Residencia. Ya que es lo que son. Les queda por abandonarse, por darse y por vivir, en Verdad, la vida que tienen que llevar, aquí mismo, antes de cruzar una serie de nuevas Puertas. Pero estas Puertas no les aparecerán de cualquier sufrimiento o de cualquier compromiso ya que, el Corazón es Libre, en Verdad, y es su Esencia y su naturaleza.
 
Entonces, como Arcángel, el de la Relación y el Amor, vengo a rogarles, por la Gracia de mi Presencia y su Presencia, a instalarse en el Ser. Eso es, en adelante y a cada respiración, cada vez más fácil, a condición de que la mirada no sea ya la que separa, a condición de que la mirada no sea ya la de tener, a condición de que la mirada no sea ya la de una proyección sino, simplemente, el momento de la Gracia, volviéndose hacia sí mismo, en la transparencia más total, en la ligereza más fiel y en el Fuego del Corazón. Entonces, en ese momento, constatarán que la Conciencia que es suya, no se vuelve ya limitada, de ninguna manera y ninguna forma. Eso es la estricta verdad de lo que está a vivirse para cada uno de entre ustedes, a partir del momento presente. Cada día, la llamada se hará cada vez más fuerte. Cada día, tocará a la puerta, en toda forma posible, para que ustedes no vuelvan ya hacia lo que se desvía de Él, para que vayan ya sobre las zonas de sombra o de sufrimiento, a fin de transcender todas las zonas de apariencias, para que se conviertan en la Verdad, la Vía y la Vida, es decir, KI-RIS-TI, Niños de Luz y Niños del Uno, Semillas de Estrellas, por fin despertados a su Eternidad.
 
La llamada de la Eternidad se produce ahora. Se produce a cada respiración. Resta solamente que la Conciencia acepte, enteramente, este despliegue y esta Fusión de la Luz. Entonces, la Tri-Unidad fusionará en su Templo. La Alegría será su Residencia. Cualesquiera que sean las condiciones de este cuerpo, cualesquiera que sean las condiciones de la vida exterior, todo eso no será ya más que una apariencia, solo se habrán convertido en transparentes a ustedes mismos. Entonces, en ese momento, más nada podrá ser como antes. Se les instalará, ya, en la Eternidad. Se les instalará, ya, cualquiera que sea la densidad de este cuerpo, en la ligereza de la Conciencia. Es lo que mi mensaje, de hoy, transmitirá, en esta esperanza, no de un tiempo futuro, sino la esperanza del momento, el que puede revelarles, de ahora en adelante, a ustedes mismos, en la Verdad de la Transparencia, en el Fuego del Corazón. Entonces, juntos, de presencia a presencia, vamos a comulgar, en Presencia CRISTO, en Presencia MIGUEL, como representantes del Cónclave, juntos y Unificados en la misma Verdad, en la misma Respiración, en la misma Alegría. Vivamos: Ser.
 
...Efusión Vibratoria...
 
Soy el Arcángel ANAËL, portador de la Vibración, en este instante, del conjunto del Conclave, penetrando por el centro de la cabeza, sobre el punto del Amor de la cabeza, en el Amor del Corazón, por la lemniscata sagrada, viniendo a encender el Fuego de la Eternidad, en esta Tierra y en este espacio.
 
...Efusión Vibratoria...
 
Soy ANAËL, portador de la Vibración del Único, de LA FUENTE UNA. Y despliego, si me acogen, el tiempo de LA FUENTE, de su promesa y de su juramento, de vuestra Verdad.
 
...Efusión Vibratoria...
 
Soy ANAËL, Arcángel. Y aporto la espada de Verdad, la de la Justicia, viniendo a rasgar el Corazón a la Verdad. Corazón Unido. Corazón Elevado. Corazón en Fuego y Corazón Vibrante.
 
...Efusión Vibratoria...
 
Yo soy ANAËL, Arcángel. Y llevo, al igual que ustedes, la Luz y la Verdad. Y soy, al igual que ustedes, un Hijo Ardiente del Sol y eso, se los doy.
...Efusión Vibratoria...
 
Soy ANAËL, Arcángel. En el Fuego del Corazón, se eleva el Canto del Ser, el que dice como METATRON: Eieh, Asher. Eieh. Y que llamo al Angel del Fuego: Véhuiah. Soy Anael, Arcángel. Soy, también por lo mismo, eso que ustedes Son.
 
...Efusión Vibratoria...
 
Soy ANAËL, Arcángel. Y puedo decir en la Vibración, a cada uno de ustedes y cada una de ustedes, la Esencia de la Transparencia: Yo te Amo.
...Efusión Vibratoria...
 
Soy ANAËL, Arcángel. Y descanso, en ustedes, en el Fuego de su Corazón, por el espacio colectivo de todos los Espíritus reunidos en la Merkabah colectiva, Nave de Luz, Jerusalén. Elevemos juntos la Gracia. A continuación.
 
...Efusión Vibratoria...
 

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