EL CENTRO TRANQUILA....
Copio esta interesante entrevista a Kenneth Wapnick que he encontrado en la siguiente web:http://www.liberatuser.es/elcentrotranquilo.html (gracias, Marc, por pasarme el link). Kenneth Wapnick lleva inmerso en Un Curso de Milagros desde aproximadamente el año 1973.
El centro tranquilo
Por Kenneth Wapnick
Extracto de una entrevista hecha por Susan Dugan a Ken Wapnick durante una visita a la Fundación para Un Curso de Milagros en Temécula (California) en Julio de 2010. (Trad. por M. Bermudez). Enlace original: http://www.therememberedsong.com/ken-wapnick-interview-2010.html
¿Cómo evitas hacer de tu rol de maestro del Curso algo especial?
Es la diferencia entre forma y contenido. Una línea que siempre me gusta citar es donde Jesús dice "No enseñes que morí en vano. Enseña más bien que no morí, demostrando que vivo en ti." Enseñar es demostrar y en lo que tú quieres enfocarte es en hacerte lo más libre del ego como sea posible y entonces cualquier cosa que hagas será gozosa, sea que estés enseñando el Curso, siendo un padre, lavando los platos, escribiendo un ensayo, o caminando. No existe ninguna diferencia.
Así es como te alejas de la especialidad de la forma. Porque ¿sabes qué?, es realmente una seducción. Pensar que lo que yo estoy haciendo es importante porque estoy enseñando Un Curso de Milagros. Bueno, ¿por qué es esto diferente a construir un hotel o criar niños o cualquier otra cosa? Entonces cuando te alejas de la forma, el contenido siempre va a ser el mismo.
Existe esa frase encantadora en el Curso acerca del centro tranquilo. Y aunque la imagen no se utiliza, está implícito que si tú piensas en el centro de una rueda, existe ese centro de quietud donde tú vives y los rayos que emanan del centro son los varios roles que llevas a cabo: esposa, maestro, madre, etc. Los rayos no son importantes. Lo que es importante es que permanezcas en ese centro de quietud y el amor que está ahí infunde todo lo que haces; ya sea que estés enseñando el Curso o estés jugando con tus nietos. En un sentido todo debe ser lo mismo y en la medida en que tú reconozcas que no es lo mismo, entonces tú reconoces que todavía tienes trabajo que hacer. Ahí es donde el proceso se presenta.
Es realmente una trampa cuando te dejas seducir por la forma y piensas que la forma es algo. Tú enseñas el mensaje de Jesús viviéndolo, no sermoneándolo. Yo siempre he dicho que tú puedes dar un magnífico taller de trabajo con solamente leer la guía telefónica, y si tú la lees con amor y ese amor infunde todos los nombres que tú lees, entonces lo estás enseñando. No importa que domines la teología correctamente o la dinámica del ego de una manera perfecta. Cualquiera puede aprenderla, memorizarla. Pero no es así como tú enseñas. No es así como la gente aprende.
¿Entonces es acerca de utilizar las cosas que parecen surgir en tu vida y perdonarse uno mismo por hacerlas especiales?
Sí. Cuando tú recuerdas tus años de escuela primaria lo que tú recuerdas no son las cosas que los maestros te enseñaron. Tú recuerdas aquellos maestros que fueron malos y aquellos que fueron amorosos; tú realmente no recuerdas cómo te enseñaron a leer, a escribir o a hacer aritmética. Los maestros que sobresalen en tu mente años más tarde, son los maestros que fueron amables o los que fueron crueles. Eso es lo que significa ser un maestro -lo que tú demuestras- ya sea que estés enseñando como criar niños o aritmética. La línea del texto que yo también cito frecuentemente acerca del Año Nuevo: "Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo." Todo es lo mismo.
Tú tienes muchas personas que quieren muchas cosas de ti todo el tiempo. ¿Cómo manejas esto?
Nuevamente, si tú realmente te enfocas en ese centro de quietud y no te identificas con los rayos. Ya sea que alguien te diga que fue una clase magnífica o que fue terrible y aburrida, o alguien te hace la misma pregunta una y otra vez.
A mí me preguntan frecuentemente cómo yo soporto el enseñar lo mismo una y otra vez. La gente escucha las grabaciones que yo hice hace 25 años y es básicamente lo mismo. Y algunas veces hago un chiste; yo puedo decir lo mismo una y otra vez porque yo no me escucho a mí mismo. Pero realmente es porque siempre es por primera vez. Entonces, si alguien "demanda" algo la persona está hablando conmigo por primera vez. De otra manera no podría hacer lo que hago. Todo es por primera vez.
Y ciertamente tú no tomas personalmente lo que la gente dice. Tú aprendes en la escuela graduada de psicoterapia porque los pacientes están constantemente proyectando; ellos o te aman o te odian. De cualquier manera no tiene que ver nada contigo. Cuando tú te conviertes en una figura pública, el truco es permanecer en ese centro de quietud. Yo quiero ayudar a la gente a ser más feliz, pacífica y amable pero no es como se define a uno mismo. Uno se define a sí mismo por ese centro de quietud y entonces lo que la gente haga o no haga tú sólo tratas de estar presente.
He leído que en los días iniciales del Curso, Helen, Bill y tú, así como otros pedían guías específicas de Jesús o del Espíritu Santo en cuanto a, por ejemplo, cómo llevar el Curso al mundo. ¿Cómo tu experiencia de pedir ayuda a Jesús o a el Espíritu Santo ha cambiado a través del tiempo?
Bueno, para ser honesto Helen y Bill estaban muy acostumbrados a pedir ayuda muy específica: en qué esquina de la calle se debían parar para tomar un taxi, lo cual no es una hazaña pequeña en la ciudad de Nueva York. Y ellos eran muy, muy buenos en eso de tomar taxis en la hora donde más tráfico había; podía inclusive estar lloviendo. Pero yo nunca me sentí cómodo con eso. Yo podía hacerlo y lo hacía, pero nunca me pareció muy "kosher". Y como tú me has escuchado decir, el panfleto el Canto de la Oración surgió por esto. Entonces pienso que lo que ha evolucionado no es tanto mi entendimiento, sino más bien la forma en que hablo acerca de ello. Nunca fue algo que yo hubiese hecho antes de conocer a Helen y Bill, y sólo pareció ser una manera de circunscribir esa presencia interna.
De ese mensaje yo cito frecuentemente a Jesús cuando le dijo a Helen que estaba tratando de hacer su amor más manejable. Era una manera de manejarlo a él. Yo solía decir muchas veces que en vez de preocuparse acerca de qué voz es la que se está escuchando y qué es lo que debe decirte la voz, porqué mejor no preguntar qué debes de hacer para remover los bloqueos para así escuchar mejor la voz. Entonces no es que pedir por específicos no sea válido o que no te pueda ayudar, pero a largo plazo, no es a donde tú quieres llegar. Esto solamente te va a ayudar a vivir mejor en el mundo.
¿Tuviste alguna confusión de niveles en las etapas tempranas, o te hizo todo sentido desde el principio?
Yo creo que todo me hizo sentido desde el principio. Yo recuerdo que una vez Helen le preguntó a Jesús porque yo no tenía problemas con todo esto y su respuesta fue porque no había tiempo para ello. Y de hecho, no lo había. Yo no podría haber hecho o hacer todo lo que hago. Nunca fue un problema.
¿Cómo la práctica única del perdón del Curso cambió tu vida, tus relaciones?
Honestamente yo no pienso que lo haya hecho. Yo nunca fui una persona de enojos. Yo no pienso que algo realmente cambió. Lo que el Curso me proveyó fue un contexto específico para lo que yo ya estaba experimentando, pero realmente nunca fue una cuestión para mí. No es que yo no cometiera errores, pero no guardaba rencor y no estaba enojado, aún cuando era niño. Yo tenía algunas experiencias con mis padres donde me alteraba, tú sabes, la típica adolescencia. Pero nunca llegaba más allá. Nunca me aferré a los desacuerdos, no tenían importancia.
¿Experimentaste algún deshacer? ¿Sientes que viniste a este mundo en un estado de mente sanada?
Yo tuve cuestiones, yo tuve problemas. Yo miro hacia atrás en mi vida y veo una diferencia. Pero para el tiempo en que vi y leí el Curso por primera vez, era como si lo estuviera leyendo desde adentro. Y aunque yo ciertamente no habría dicho las cosas en la manera en que el Curso las dice, cuando lo leí yo entendía que eran ciertas.
Yo no tengo un sentido del proceso (con UCDM). Para mí el proceso ocurrió más temprano. Mi gran maestro espiritual fue Beethoven. Yo comencé a escuchar su música en la escuela secundaria y ese fue mi maestro. Yo sentía algo en su música y dentro de un período de tiempo yo estaba creciendo en ésta. Yo estaba muy claro acerca de esto desde la escuela secundaria, universidad, escuela graduada y más allá. Lo que era más importante para mí más que nada en mi vida- mi educación, mi trabajo, mi primer matrimonio-era acercarme más y más a lo que era el corazón real de su música. Era muy claro que esto fue un proceso de escuchar su música una y otra vez y escuchar su proceso.
El ego se fue justo al final de su vida: tú no podrías saberlo por su vida pero tú puedes escucharlo especialmente en los últimos cuartetos. Entonces en ese punto vi mi vida completa como un proceso de crecer en esa música hasta que me sentí uno con ésta. Cuando la escuché por primera vez en escuela secundaria yo sabía que todavía no estaba ahí, así que ese fue el viaje. Entonces esa parte del viaje fue completada para el tiempo en que vi el Curso por primera vez. Después de esto fue como una especie de cristalizar todo lo que yo sabía que era cierto.
¿Qué se siente estar básicamente en paz todo el tiempo?
Realmente agradable.
¿Es difícil relacionarse a los problemas de las otras personas?
No, en absoluto. El primer trabajo profesional que yo hice y que más disfruté fue trabajar con niños perturbados en el sistema escolar. Yo realmente disfruté el trabajar con gente psicótica. Podía entrar en su sistema de pensamiento. Era como entrar en sus aguas pero manteniendo un pie en tierra seca. Yo siempre me podía relacionar. Yo podía escuchar, yo podía entender, y yo podía ayudarlos a través y fuera de ello.
De hecho, te hace mucho más empático y compasivo porque no hay necesidades que se estén imponiendo. Y otra gran cosa -porque yo estoy muy, muy ocupado- es que te ayuda a hacerte muy eficiente en el tiempo porque no hay nada interfiriendo. No hay conflicto. Si hay una pila en mi escritorio, si hay llamadas que hacer, yo sólo las hago. Frecuentemente todo pasa de una vez. Se hace tu vida más fácil. Completas muchas más cosas. Y te permite ser más compasivo porque realmente puedes escuchar el dolor de la gente y tocarlo y tratar de ayudar sin nada que esté interfiriendo.
Yo todavía soy bastante nueva en el Curso y mucho más en la enseñanza. Yo me siento muy contenta y presente cuando escribo, enseño o sólo dedicándole mucho tiempo al material. Entonces algo parece salir de la nada y me siento que no soy amada ni puedo amar. Mi autoestima se desploma y me convierto en un desastre. ¿Me puedes hablar de lo que está sucediendo cuando el ego contraataca?
Yo creo que es un ejemplo de una experiencia muy común que casi todo el mundo tiene independientemente de su camino espiritual y es que mientras más y más seria te vuelvas en cuanto a dejar ir a tu ego la parte de ti que se identifica con el ego se aterroriza. Jesús dice que cuando tú tomas su mano en el viaje el ego toma represalias. Él dice en el mismo pasaje que Él está más allá del ego así que cuando tú tomas su mano, vas a ir más allá del ego. Una parte de ti todavía cree que tú eres Susan y todas las cosas que hacen a Susan, y aunque no todas son placenteras, son confortables. Así que se torna aterrador y ahí es cuando el amor se vuelve odio y la paz se vuelve miedo y comienzas a atacarte a ti misma o a otros.
Es muy importante entender esto y mientras tú trabajes con este material debes de tener un respeto saludable para con el ego, lo que significa un respeto saludable por tu propia identificación con el ego. Porque si no vas a ser atacado por sorpresa por tu lado ciego. Aquí estoy yo enseñando y escribiendo y sintiéndome tan gentil y amoroso y boom, recibo un golpe en la nuca. Entonces así no debería ser una sorpresa después de un tiempo. Cuando suceda tú sólo dices oh, eso es lo que sucedió, eso es lo que hacen los egos.
Tú sabes, es sólo un libro. Los libros son inofensivos, no es nada. Es cuando tú lo tomas en serio que entonces tienes un problema. Tú no quieres descartar a tu ego. Tú quieres respetarlo pero tú no quieres darle un poder que no tiene.
Algunos maestros de Un Curso de Milagros se presentan a sí mismos como despiertos. ¿Existe un peligro inherente en esto?
Yo considero que típicamente las personas que están realmente despiertas no hablan acerca de ello. Yo siento cierta sospecha de la gente que dice que está despierta, quiero decir, ¿por qué habrías de hacer esa afirmación? Tú solamente dejas que tu vida hable por ti. Yo no creo que Jesús dijera que él estaba iluminado. Eso no significa que alguien pudiese no estar iluminado y diga que ella o él lo está, pero como regla general, yo creo que tú tenderías a no hablar de ello.
Podemos perder de vista el proceso si nos enfocamos en ser despertados. Cuando la gente hace esa afirmación tiende a inducir especialismo y engendra separación. Realmente tú sólo haces lo que tú haces y detrás de lo que hagas está esa conciencia que dice que todos somos lo mismo. Tú quieres enfocarte en el proceso, de otra manera estás saltando pasos.
¿Que podrías decirles a los estudiantes/maestros que creen que ellos/nosotros pueden experimentar la paz mental (en un sentido regresar directamente a Dios/Unicidad) sin practicar el perdón en nuestras relaciones?
Cuando tú lees el Curso es obvio que es un proceso de trabajo duro y tú tienes que practicar y practicar y practicar. Yo sospecharía de gente que afirme que están iluminados y gente que afirme que pueden ir directamente a su mente recta. Yo diría que el 99,999 % del tiempo están en negación. No es que no pueda funcionar de vez en cuando, pero tú no puedes hacer eso a menos que estés libre del ego y si tú estás libre del ego, entonces no necesitas del perdón. El Curso deja claro que esto es una práctica y un proceso. Estamos en un mundo de tiempo. Yo sospecho de la gente que dice que tú no tienes que bregar con el ego, porque si tú dices eso ya lo has hecho real al decir que no vas a bregar con él.
La gente frecuentemente te pregunta en los talleres acerca de sus relaciones y problemas personales. El Curso parece estar llevándonos a traer estas preguntas a nuestro amoroso maestro interno. ¿Existe algún peligro en que los estudiantes se vuelvan dependientes en la forma externa, en ti?
Obviamente es un peligro. Yo pienso que lo que lo hace OK es que yo no fomento esto y yo no me identifico con ello, pero considero que cierta cantidad ayuda en las etapas iniciales como si fuera un niño que tiene que comenzar dependiendo de sus padres. Un niño no va a crecer y aprender si ella o él no son dependientes de los padres. Pero en algún punto los padres dejan ir a los niños y existe un problema si los padres no hacen esto. Y yo ciertamente estoy consciente de esto después de haber ejercido terapia por muchos años.
La gente fácilmente va a proyectar tanto lo bueno como lo malo en mí, pero yo no fomentaría la dependencia de nadie. Ciertamente yo diría a algunas personas si yo puedo ser de ayuda para ti, ¿por qué no me preguntas? Hay una línea en el Curso que dice que en efecto el objetivo de cualquier maestro es hacerse a si mismo dispensable. Tú no quieres que la gente dependa de ti una vez estén por su propia cuenta. Es un peligro, pero yo no pienso que sea un problema.
¿Tienes que establecer límites con tus estudiantes? Si es así, ¿cuándo y cómo?
No hay nada bueno o malo. Hay momentos cuando tú realmente tienes que establecer límites muy estrictos y tiempos en los que hay que darle a la gente más soltura. Con algunas personas establecer un límite no sería de ayuda. A otras personas sí las detengo. Es algo que tienes que sentir cuándo sería amoroso y cuándo no. Ser firme a veces es la cosa más amorosa que tú puedes hacer; otras veces no lo es. Es lo mismo que con los niños. A veces pasas por alto algo que el niño hace; otras veces se necesita ser muy claro. Es difícil saber sin sentirlo desde adentro. Pero si comienzas a sentirte acosado entonces tienes que poner límites porque de lo contrario, estás tratando con un sentido de sacrificio y eso no es de ayuda. Si no puedes dar libremente, entonces no lo hagas.
Entonces, en general, tu consejo a aquellos que están comenzando a enseñar es el ser en lo más posible esa presencia amable y amorosa y tratar de sacar al ego del medio para así escuchar lo que pueda ser de más ayuda para la gente.
Sí, hay un problema también con el exceso de humildad. Si tú tienes la habilidad de ayudar a la gente y no la llevas a cabo, pues entonces no es de ayuda. Si tú tienes alguna información o experiencia o existe algo en ti como persona que podría ser de ayuda, el retenerlo y decir bueno, yo soy realmente como tú eres, aunque sea verdad en el nivel de contenido, no es verdad en el nivel de la forma. Así que retener una habilidad que pueda ayudar a la gente, sería tonto y cruel.
La idea es que tú no te identifiques con esto como habíamos estado hablando antes. Esa es la clave. Tú no te identificas con lo que haces o con lo que la gente diga de ti, tú te identificas con el amor que sientes en ese centro de tranquilidad. Ahí es donde tú siempre quieres estar y dejar que los rayos se encaminen desde ahí.
Fuente: Como dije arriba, he copiado la entrevista de aquí:http://www.liberatuser.es/elcentrotranquilo.html
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