jueves, 2 de diciembre de 2010

COMO TRATAR CON LAS EMOCIONES - PARTE 2 - JHASUA

COMO TRATAR CON LAS EMOCIONES – PARTE 2 - JHASUA

Las emociones son esencialmente, estallidos de incomprensión, que ustedes claramente pueden percibir en el cuerpo. Los sentimientos, por otro lado, son de una naturaleza diferente, y son percibidos también de manera diferente. Los sentimientos son más calmos que las emociones. Ellos son los susurros del alma, que los alcanzan a ustedes a través de suaves codazos, una sabiduría interior o una acción intuitiva súbita, que más tarde parece haber sido muy acertada.
Las emociones siempre tienen algo muy intenso y dramático en ellas. Consideren los ataques de ansiedad, de pánico, de rabia o la tristeza profunda. Las emociones se agarran de ustedes completamente y los alejan de su centro espiritual. En el momento en que están sumamente emocionados, están llenos de una clase de energía que los separa de su centro, de su claridad interior. En éste sentido, las emociones son como nubes suspendidas delante del sol.
Con esto, yo no quiero decir nada en contra de las emociones. Las emociones no deberían reprimirse; son muy valiosas, como un medio para llegar a conocerse más íntimamente. Pero yo quiero expresar cuál es la naturaleza de la energía emocional: es un estallido de incomprensión. Las emociones esencialmente los llevan fuera de su centro.
Los sentimientos, por otro lado, los llevan a ustedes profundamente dentro de ustedes mismos, hacia su centro. Los sentimientos están estrechamente asociados con lo que ustedes llaman intuición. Los sentimientos expresan un entendimiento más elevado, una clase de entendimiento que trasciende tanto a las emociones como a la mente.
Los sentimientos se originan en un reino no físico, fuera del cuerpo. Es por esto que ellos no están tan claramente localizados en un lugar del cuerpo físico. Consideren lo que sucede cuando ustedes sienten algo, una atmósfera o un estado de ánimo, o cuando ustedes tienen presentimientos acerca de una situación. Entonces hay una especie de sabiduría en ustedes, que parece venir desde afuera, y que no es una reacción de ustedes a algo externo. Ustedes lo toman desde el exterior, y viene ‘de la nada’ (‘como llovido’, como ustedes tan bellamente lo dicen). En tales momentos ustedes pueden sentir que algo se abre en el chacra del corazón.
Hay muchos momentos en los cuales tal sabiduría interior viene a ustedes. Por ejemplo, pueden ‘saber’ algo acerca de alguien sin haber hablado mucho con él o ella. Pueden sentir algo acerca de ustedes dos, que más tarde jugará un rol importante en su relación, pero lo cual no es fácil de expresar en palabras - ‘simplemente un sentimiento’ – y ciertamente no fácilmente comprendido por la mente. (Estos son los momentos en los que su mente se pone escéptica, diciéndoles que ustedes están inventando cosas o que se están volviendo locos).
Quisiera mencionar otra energía, que tiene más una naturaleza de ‘sentimiento’ que una emocional. Es la alegría. La alegría puede ser un fenómeno que trasciende lo emocional. A veces ustedes pueden sentir una clase de alegría interior que los eleva, sin una razón particular. Ustedes sienten la divinidad dentro de ustedes, y su conexión íntima con todo lo que existe. Tal sentimiento puede llegar a ustedes cuando menos lo esperan. Es como si algo Superior los tocara o como si ustedes tocaran una realidad Superior. Los sentimientos no son evocados tan fácilmente y parecen llegar a ustedes ‘como llovidos’.
Las emociones casi siempre tienen una causa inmediata, clara: un gatillo en el mundo exterior ‘que presiona sus botones’.
Los sentimientos se originan en la dimensión de su Ser Superior. Ustedes necesitan estar serenos por dentro, para atrapar ésos susurros en su corazón. Las emociones pueden perturbar éste silencio interior y paz. Por lo tanto, es vital llegar a estar calmos emocionalmente, y sanar y liberar las emociones reprimidas. Solamente desde sus sentimientos, los cuales los conectan con su alma, ustedes pueden tomar decisiones equilibradas.
Estando en silencio y tranquilos, ustedes pueden sentir con todo su ser, qué es lo correcto para ustedes en un determinado momento. Tomar decisiones basadas en la emoción, es tomar decisiones desde una posición no centrada. Ustedes primero necesitan liberar las emociones y entrar en contacto con su núcleo interno, donde hay claridad.
Ahora quiero ir a la pregunta de cómo pueden ustedes tratar mejor sus emociones.
He dicho que “los sentimientos son sus maestros y las emociones son su niños”. Los paralelos entre ‘ser emocional’ y ‘ser como un niño’, son sorprendentes. Su ‘niño interior’ es el asiento de sus emociones. También hay una semejanza sorprendente, entre el modo en que tratan a sus propias emociones y el modo en que tratan a los niños (reales).
Un niño es honesto y espontáneo es sus emociones, y él no las esconde o reprime hasta que los adultos lo estimulan a hacerlo. El hecho de que los niños espontáneamente expresen sus emociones, no significa, sin embargo, que el niño experimente sus emociones de un modo equilibrado. Todos saben que un niño puede ser arrebatado por sus emociones (rabia, temor o tristeza) y con frecuencia es incapaz de frenarlo. En tal situación, el niño puede casi anegarse en sus emociones y eso lo desequilibra, lo deja fuera de su centro.
Una de las razones de ésta emotividad ilimitada, es que el niño ha dejado recientemente un mundo en el cual difícilmente hay algún límite. En las dimensiones etéreas o astrales, no había tales restricciones y limitaciones como las hay en el reino físico, dentro del cuerpo físico. Las emociones del niño, son a menudo ‘reacciones de incomprensión’ a ésta realidad física. Por lo tanto, el niño cuando madura necesita ayuda y apoyo en tratar con sus emociones. Esto es parte del proceso de la ‘encarnación equilibrada’ en la tierra.
Por consiguiente ¿cómo tratan ustedes con las emociones, ya sea en ustedes mismos o con sus niños?
Las emociones no deberían ser juzgadas o reprimidas. Las emociones son una parte vital de ustedes como seres humanos, y como tales necesitan ser respetadas y aceptadas. Ustedes pueden considerar a sus emociones como a sus niños, quienes necesitan su atención y respeto, y su guía.
Una emoción puede ser mejor vista como una energía que viene a ustedes para ser sanada. Por lo tanto, es importante no dejarse llevar completamente por la emoción, sino permanecer capaz de observarla desde una postura neutral. Es importante estar consciente. Uno podría decirlo de éste modo: ustedes no deberían reprimir una emoción, pero no deberían sumirse en ella tampoco. Porque cuando ustedes se anegan en ella, cuando ustedes se identifican con ella completamente, el niño en ustedes pasa a ser un tirano que los llevará a extraviarse.
Lo más importante que ustedes pueden hacer con una emoción, es reconocerla, sentir todos los aspectos de ésta, mientras no pierden su conciencia. Tomen por ejemplo la ira. Ustedes pueden invitar a la ira a estar totalmente presente, experimentándola en su cuerpo en varios lugares, mientras ustedes están al mismo tiempo observándola neutralmente. Tal tipo de conciencia es sanadora. Lo que sucede en ésta circunstancia, es que ustedes abrazan a la emoción, lo cual es esencialmente una forma de incomprensión, con comprensión. Esto es alquimia espiritual.
Por favor déjenme explicar con la ayuda de un ejemplo. Su hija se ha golpeado su rodilla con la mesa y está realmente herida. Ella está perturbada, gritando con dolor, y ella patea la mesa porque está enojada con ella. Ella considera que la mesa es el origen del dolor.
La guía emocional en éste momento, significa que los padres primero ayuden a la niña a nombrar a su experiencia. “Tú estás enojada, ¿no es así? – tienes dolor, ¿correcto?”. Nombrarlo es esencial. Ustedes transfieren la raíz del problema desde la mesa a la niña misma. No es la mesa, eres tú quien está dolorida, eres tú quien está enojada. ¡Y sí, yo comprendo tu emoción!
Los padres abrazan la emoción de la niña con comprensión, con amor. En el momento en que la niña se sienta comprendida y reconocida, su ira se desvanecerá gradualmente. El dolor físico puede aún estar presente, pero su resistencia al dolor, la ira alrededor de esto, puede disolverse. La niña lee compasión y comprensión en sus ojos, y esto relaja y calma sus emociones. La mesa, la causa de las emociones, ya no es más pertinente.
Al abrazar una emoción con comprensión y compasión, ustedes cambian el foco de la atención de la niña desde el exterior hacia el interior, y ustedes le enseñan a la niña a tomar responsabilidad por la emoción. Ustedes le están mostrando a ella que su reacción a un disparador externo, no son algo determinado, sino que es una cuestión de elección. Ustedes pueden elegir incomprensión o comprensión. Ustedes pueden elegir luchar o aceptar. Ustedes pueden elegir.
Esto también se aplica a las relaciones con sus propias emociones, su propio niño interior. Darle cabida a sus emociones, nombrarlas y hacer un esfuerzo por entenderlas, significa que ustedes verdaderamente respetan y aprecian a su niño interior. Hacer el cambio desde lo ‘externo’ hacia lo ‘interno’, tomar responsabilidad por la emoción, ayuda a crear un niño interior que no quiere herir a nadie más,  y que no se siente victimizado. Las emociones fuertes – ya sea ira, aflicción o temor – siempre tienen el componente de la impotencia, ejemplo. sentir que ustedes son la víctima de algo que es externo a ustedes.
Lo que ustedes hacen cuando se enfocan, no en las circunstancias externas a ustedes, sino en cambio en su reacción y en su dolor, es que ustedes ‘descartan’ al mundo externo como la causa de sus emociones. Ustedes no se preocupan mucho más por lo que ocasionó la emoción. Ustedes se vuelcan completamente hacia el interior y se dicen a ustedes mismos: muy bien, ésta ha sido mi reacción, y comprendo por qué. Comprendo por qué me siento del modo en que me siento, y voy a asistirme en esto.
Volverse hacia sus emociones de ésta manera amorosa, es liberador. Esto requiere una especie de autodisciplina. Librar a la realidad exterior de ser el ‘orígen del mal’ y tomar ustedes mismos total responsabilidad, significa que reconocen que ‘ustedes eligen reaccionar de un cierto modo’.
Ustedes dejan de discutir sobre quién tiene razón y quién no la tiene, quién es el culpable de eso, y simplemente liberan la cadena completa de eventos, que sucedieron fuera de su control. ‘Yo ahora experimento ésta emoción con total conciencia de que yo elijo hacerlo así’. Esto es tomar responsabilidad.¡Esto es coraje!
La autodisciplina en esto es que ustedes renuncian a ser rectos y a ser la víctima desamparada. Ustedes renuncian a sentirse encolerizados, incomprendidos y todas las otras expresiones de victimización, que pueden sentirse totalmente bien en algunos momentos. (De hecho, ustedes frecuentemente estiman a las emociones que más los traban). Tomar responsabilidad es un acto de humildad. Esto significa ser sincero con ustedes mismos, incluso en sus momentos de mayor debilidad.
Esta es la autodisciplina que se les pide. Al mismo tiempo, ésta clase de vuelco hacia el interior requiere la mayor compasión. La emoción a la que ustedes están francamente preparados para enfrentar como su propia creación, también es considerada con tierna comprensión. ‘Tú eliges la cólera ésta vez, ¿no es así?’ puede ser lo que descubran respecto a ustedes mismos. La compasión les dice: ‘Muy bien, puedo ver por qué, y te perdono’. ‘Tal vez cuando tú sientas más claramente mi amor y apoyo, tú no te sentirás inclinado a tomar ésa respuesta la próxima vez’.
Este es el verdadero rol de la conciencia en la autodisciplina. Esto es lo que significa la alquimia espiritual.

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