Comunicándote con tu Alma
Jeshua canalizado por Pamela Kribbe
2012 – www.jeshua.net
Traducido del inglés por Sandra Gusella
Queridos amigos, soy Jeshua. Estoy con ustedes. Mi energía se conecta con la de ustedes; siéntanla alrededor y a través de ustedes. No soy un extraño para ustedes. Estamos familiarizados unos con otros, así que sientan esa familiaridad. La energía Crística no es extraña para ustedes. En vuestros corazones hay una llama, una inspiración, un deseo y también un conocimiento de que ésta es la vida y el tiempo en el que quieren encarnar vuestra luz Crística aquí en la Tierra. Han andado un largo camino para tener esta oportunidad. Han llevado esta pequeña chispa dentro de ustedes a través de múltiples vidas, y ahora sienten que ha llegado una nueva oportunidad. Una de las razones por las que quisieron nacer en la Tierra en esta época fue por la promesa de que esa chispa estallara en una llama que pudiera ser claramente visible para ustedes mismos y para otros. El deseo que los trae aquí, de un modo u otro, es formar un canal para que la divina energía del alma en ustedes pueda realizarse en esta vida en la Tierra. Ustedes quieren ser llevados por la canción de vuestra alma, quieren recordar quiénes son más allá de lo que desde el exterior ha moldeado vuestra vida en la Tierra.
Cada uno de ustedes, durante su crecimiento, va incorporando opiniones y creencias sobre ustedes mismos. Absorben ideas e imágenes de sus padres, de su familia, de sus compañeros, de la escuela, etc. Comienzan a jugar ciertos roles sin cuestionarlos, y pronto desarrollan algo llamado “personalidad”: un set de hábitos, comportamientos y pensamientos. Pero en cierto momento en el curso de su crecimiento, algo más despierta en ustedes. Primero, no es más que un susurro; un recuerdo que no pueden ubicar; un conocimiento de que son más de lo que sólo está determinado por el mundo fuera de ustedes. Hay algo más profundo, una capa que no puede ser contenida y comprendida por el intelecto humano. Ahí yace vuestro centro, aquél que precede y sobrevive a la esfera terrenal – vuestra alma.
Cuando vuestra alma encarna en la Tierra, ya ha adquirido una historia. El alma acarrea dentro de sí toda clase de impresiones de otras vidas y de experiencias en el cosmos. Ustedes no son una página en blanco cuando nacen; ya han desarrollado sabiduría a través de sus experiencias previas. Vienen a esta vida con algo para dar; al nacer ya son una flor única. Y en realidad se espera que la vida haga que esa flor sea viable y visible; que la lleve a un pleno florecimiento radiante. Sin embargo, debido a las influencias que ustedes adquieren durante vuestra juventud, pueden retener este despliegue por un largo tiempo. Ustedes tratan de conformarse con lo que se les demanda, y ese ajuste a menudo trae dolor porque al hacerlo están privándose. Las fuerzas externas pueden ser muy irresistibles y decisivas para ustedes. Todos ustedes quienes están presentes aquí o leen esto, ahora quieren liberarse de estas fuerzas. Las presiones de vuestro entorno tratan de influenciarlos y de definirlos, y los mantienen a raya, pero como una mariposa emergiendo del capullo ustedes buscan liberarse de estas fuerzas externas. ¿Y qué es lo que los conduce? Un recuerdo, un susurro, un conocimiento que es muy leve al principio y que no puede encontrar su realización en el mundo visible, sino sólo en la profundidad de vuestro ser interior.
Ahí dentro, ustedes aún se atreven a soñar; ahí dentro, por momentos ustedes saben muy claramente quiénes son. A veces ustedes durante la noche en sus sueños literalmente viajan al Hogar para beber de una fuente tan vívida, tan familiar y tan pura. Cuando están ahí no pueden imaginar cómo alguna vez pudieron olvidar – sin embargo, es así. Se han perdido en la vida en la Tierra principalmente porque el miedo, el juzga-miento y la negatividad aún son tan frecuentes en el mundo.
Debido a su propia impotencia, los padres y los maestros a menudo no les dan a sus niños la fe en ellos mismos y en sus propios recursos – perdónenlos por esto. Ellos también han caído presos de estas influencias mundanas; en parte han sucumbido a las ilusiones prevalentes en la Tierra. Pero ustedes han venido aquí a romper esas ilusiones, lo cual hace que sean un Trabajador de la Luz. Alguien que quiere ayudar a cambiar la conciencia en la Tierra, de modo que las personas puedan comenzar a creer nuevamente en su propia fuerza única – el alma que trasciende su personalidad terrenal – y convertirla en canción.
Ustedes son valientes. Por un lado están heridos por haber perdido vuestro rumbo en esta realidad, y esta dolorosa experiencia se vuelve una parte de vuestro camino en la vida; pero por otro lado, ustedes también han encontrado el camino hacia el interior al escuchar los susurros de vuestra alma. A veces es duro confiar realmente, porque ustedes sienten el tirón de los viejos pensamientos que los mantienen pequeños; los sentimientos de incertidumbre y duda. Y de hecho, siendo niños, ustedes aprendieron que esos sentimientos eran correctos y verdaderos: mantente pequeño; no te quedes fuera; no actúes raro, no pienses diferente a la norma; ajústate; sé un buen ciudadano; sé cariñoso con tu pareja y sé un buen padre; sé responsable.
Todos esos supuestos valores elevados muy frecuentemente los mantienen pequeños, y requieren que ustedes escondan vuestra originalidad. Pero una vez que ustedes han comenzado a ir hacia adentro, ya no pueden volver más atrás. Ya no pueden ignorar más vuestra singularidad, vuestra fuerza, y el ser diferentes, y esto inspira miedo en ustedes: “si sigo la voz de mi corazón, el llamado de mi alma ¿no me volveré un extraño y seré rechazado? ¿Quién me amará, entonces quién querrá aceptarme? ¿Aún me aceptarán? Yo veo esas dudas en vuestros corazones, y les pido que reflexionen sobre quiénes son: la otra parte que quiere moverse fuera del camino trillado; que continúa yendo hacia adentro; que recuerda algo: una nostalgia, un anhelo. Sientan la energía de ese “Yo”, la otra parte de ustedes. Acéptenlo en la Tierra, y sientan el poder y la sabiduría de esta parte vuestra. Es vuestra alma que habla y que les ha tocado el hombro durante toda vuestra vida y ruega que le presten atención. El alma nunca habla con coerción o juzgando, con severidad o con amenazas, tal como lo hace la voz de la autoridad. El alma susurra, invita, habla con alegría: “¿No sería lindo esto, no sería maravilloso e inspirador hacerlo así?” A menudo ustedes tienen miedo de escuchar esa voz. “¿Realmente esto es posible? ¿Entonces yo tan sólo puedo hacer y disfrutar lo que realmente, realmente quiero?” El alma habla un lenguaje enteramente diferente al que están habituados.
El alma no es un poder externo que les hace demandas; el alma está al servicio de ustedes. Eso suena extraño a sus oídos, porque están acostumbrados a pensar: “Debo servir a mi alma, mi parte superior”. Pero el alma igualmente está al servicio de ustedes; quiere brillar a través de ustedes, elevarlos, llevarlos al Hogar, inspirarlos a que hagan lo que realmente quieren hacer y a que como un ser humano sean felices en la Tierra. Inviten a la alegre energía del alma y háganlo ahora. Dejen que los rodee, sientan la delicadeza de esto – ninguna obligación, sin requisitos – sólo la sensación de ser aceptado de un modo muy profundo. Permítanse ser recibidos por vuestra alma, y sientan su presencia alrededor de vuestro cuerpo como un manto radiante de Luz. Luego pregúntenle a vuestra alma: “¿Qué es lo que ahora es importante que yo sepa? ¿Qué necesito saber de ti en este momento?” Y sientan su respuesta; ni siquiera tienen que escucharla decir muchas palabras. ¿Qué clase de sentimientos, qué estado de ánimo quiere transmitirles el alma? Suelten todos los pensamientos acerca de cómo el alma debería hablar y vuestras ideas sobre lo elevado y lo bajo. ¡Vuestra alma es la vida misma! Es la fuerza de vida natural, vital y sabe dónde se necesita equilibrio, o un ritmo diferente y quiere dárselos gustosamente.
Si sienten esa energía del alma fluyendo alrededor y a través de vuestro cuerpo, también observen qué puede en partes estar bloqueándola. ¿Hay algo en algún lugar de vuestra aura, o en vuestro cuerpo, donde la Luz no puede fluir libre y completamente? Luego vayan al lugar que se destaca por estar más bloqueado. No lo juzguen; sean como el alma, sólo obsérvenlo, ligeramente y con delicadeza y apertura. Vean la necesidad en ese lugar en vuestro campo de energía o en vuestro cuerpo, y sepan que la necesidad no tiene que ser hablada o expresada en palabras; simplemente permitan que lo que sea necesario fluya hacia ahí.
Todos ustedes están aquí hoy porque por una razón u otra quieren conectarse con un ser canalizado. Pero yo les digo, más allá de ese deseo está el deseo mayor por el Hogar – la morada donde ustedes pueden sentir la realidad de quiénes son – y traer ese Hogar abajo hacia la Tierra. ¡Es por eso que están aquí! Sientan cuán buena y verdadera es esa intención. Cómo lo van a hacer y qué forma tomará exactamente es de menor importancia. Este deseo es la voz de vuestra alma. Vuestra alma quiere manifestarse más claramente y plenamente en vuestra vida.
Sientan cuán familiar es para ustedes vuestra alma – la ligereza y la facilidad de eso. Ésa es la voz del amor. Los “deberías”, la pesadez, la presión, la obligación, son voces del miedo, las voces externas a ustedes. La voz de vuestra alma viene desde adentro y a veces habla tan suavemente y ligeramente que ustedes no la escuchan; o la voz susurra dulce y tranquilamente: “Tan simple, ¿no es así?” ¡Yes tan simple como eso! El núcleo de la vida es sencillo y liviano.
Finalmente, les pido que sientan nuestra energía común; esa energía de todos nosotros juntos. Aquí y ahora también creamos un canal para todos nosotros. Y eso significa ni más ni menos que somos nosotros mismos completamente y sin coerción; todo es permitido ser como es, incluyendo los lugares oscuros o temerosos. Y al mismo tiempo brilla una Luz en aquellos lugares, la Luz de vuestras almas.
Quiero terminar diciendo: tengan respeto por ustedes mismos, por vuestra fuerza, por la valentía que han mostrado hasta el momento. No es digno de ustedes juzgarse, disminuirse, criticarse, aunque hayan aprendido que hacer eso es bueno o sensible. Traten de aprender a tener verdadero respeto por ustedes mismos, y a valorar vuestra propia fuerza y coraje. Eso es lo que los convierte; eso abre vuestros canales a quienes realmente son.
© Pamela Kribbe
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