La Muerte es tan ilusoria como lo son sus cuerpos.
La muerte es solo un recostar del cuerpo cuando ustedes ya no tienen necesidad de él, porque su vida, su existencia es eterna por siempre, sin fin.
Las expectaciones de ustedes están intensificándose en anticipación al momento de su despertar.
Han estado dormidos por lo que parece haber sido eones, y aunque no sido sino más que un instante, ustedes están, muy naturalmente, impacientándose cada vez más.
Ustedes quieren llegar a Casa a la gloriosa bienvenida que saben les aguarda, y sin embargo el momento por el cual están esperando parece imperceptible, de hecho muy por fuera de su visión, desde su punto de vista, en la realidad de sueño que los envuelve.
Muchos de ustedes están hablando de su llegada con esperanza y entusiasmo, pero es muy difícil para ustedes saber y creer que su llegada es inminente con la misma sensación de certeza que ustedes tienen respecto a un día que sigue de otro.
Descansen asegurados que lo que Dios les ha prometido ocurrirá porque Él no puede y nunca desearía retractarse de una promesa.
Su promesa es Su contrato inquebrantable con ustedes en el cual Él desea satisfacer en cada detalle al momento en que fue decidida la separación entre ustedes y Él, y nada puede impedir el cumplimiento de esa promesa divina.
En tanto nosotros en los reinos espirituales observamos la culminación de las preparaciones restantes que conducen al momento de su despertar, nuestros corazones están llenos de expectación gozosa del deleite en asombro de ustedes, en cuanto ocurra, y con una inmensa compasión por su sensación de duda y ansiedad en tanto les parece que no hay un fin a las preparaciones requeridas para este trascendental evento; y por su aparente interminable período de espera.
Es difícil para ustedes permanecer enfocados en el hecho de que un resultado glorioso está asegurado mientras continúan experimentando la vida en un ambiente en donde la mayoría de la información dentro del dominio público es sobre la guerra, el sufrimiento, el engaño, y la traición.
Pero este estado de infelicidad está llegando a su fin porque es la Voluntad de Dios y la de ustedes el terminar esta pesadilla para que puedan ustedes despertar a la Realidad, que es, su Hogar eterno.
En tanto continúan viviendo a través de este período de espera, el cual en verdad ya había acabado en tanto éste comenzó, recuerden ustedes constantemente que lo que están experimentando es una ilusión.
Están ustedes en el proceso de despertar de una insana pesadilla, en la cual parece que están, cada uno de ustedes, seres individuales, constantemente en peligro de ser atacados y destruidos por uno de los miles de millones de otros individuos con los cuales su sueño está tapizado.
Débiles e indefensos, ustedes tratan de seguir fortaleciéndose física, emocional e intelectualmente, para que puedan mejor enfrentarse a los peligros que los amenazan en cada momento.
Y sin embargo, no obstante cuán triunfantes puedan salir en sus esfuerzos, la muerte es inevitable, el evento final de la vida del que nadie puede brincarse.
Pero esto no es así. ¡Aleluya! Ustedes son todos seres divinos e inmortales, creados dentro del Amor por su Padre Celestial para una eterna existencia de alegría infinita.
La muerte es solo un recostar del cuerpo cuando ustedes ya no tienen necesidad de él, porque su vida, su existencia es eterna por siempre, sin fin.
Como humanos dentro de cuerpos, eso es más bien desalentador, porque el cuerpo se deteriora con la edad, haciendo totalmente claro que su vida terrenal es mayormente muy limitada, y en tanto envejecen, parece que ella es más corta en tanto el tiempo parece moverse más y más rápido.
Y sin embargo el pensamiento de la eternidad incluida en el cuerpo humano se vuelve para ustedes cada vez menos atractivo—¡pero ustedes no quieren morirse!
Las buenas noticias es que la muerte es tan ilusioria como lo son sus cuerpos y el ambiente en el cual aparentemente existen.
Su destino inevitable es la vida eterna en alegría eterna, y eso está completamente fuera de los reinos de la imaginación limitada disponible para ustedes en tanto se despiertan de la ilusión.
Con mucho, pero mucho amor, Saúl.
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