viernes, 28 de junio de 2013

MARIA, LA MADRE DIVINA. ESTOS MESES OS CONDUCIRÁN HACIA LA APARICIÓN DE LA ESTRELLA QUE ANUNCIA A LA ESTRELLA. HERCOLUBUS..






MARÍA, la Madre Divina Estos meses os conducirán hacia la aparición de la Estrella que Anuncia a la Estrella. Sijah Sirius del Colectivo de los niños de la Ley del Uno. 27-06-2013. Con Audio. ¡Compartir!!!


Traducción del catalán: Lucía Montaño

Audio


Yo Soy María, Reina de los Cielos de y de la Tierra. Queridos hijos, queridos hermanos y hermanas, apreciados en el Corazón del Uno. Nuevamente en Presencia, en esta Reunión, cada vez más numerosos, más entregados, cada vez más abiertos. Vuestro corazón es una Llama, la Llama del Uno.

Hoy es un día muy especial en el que, los hermanos de aquí y de allá, estamos unidos en un solo Propósito, en un solo Corazón, en una sola Vibración. Hoy hijos míos, estamos dando un paso gigante, a la anunciación y a la apertura de este período que comienza hoy, en este mes de julio, y que os conducirá hasta finales del mes de octubre. Estos meses en dónde todo se intensifica, en donde todo lo anunciado se manifestará en vuestra dimensión, en la dimensión interna de vuestro Corazón, al igual que a todo nivel, visible e invisible por el momento.

Estos meses os conducirán hacia la aparición de la Estrella que Anuncia a la Estrella. Como lo habréis comprendido, en mis anteriores mensajes, cuanto más próxima esté la aparición de la Estrella que llama a la Estrella, la Estrella: Hercobulus; cuanto más cercanas sean estas dos apariciones, será señal de que el camino ha sido allanado, en Paz y Alegría.

Así pues, hoy estoy aquí principalmente, para participar, colectivamente, con el Corazón del Uno, con todos los hermanos y hermanas galácticos, hijos de la Ley del Uno. Participando en esta Ascensión Planetaria, ahora sí, tomando realidad en su plano, y a todo nivel. El Corazón de la Tierra comienza a latir en frecuencias muy rápidas y potentes. Su expansión es inminente. Igualmente sucede con las últimas capas aislantes restantes que rodean a la Tierra, grandes perturbaciones y cambios están sucediendo, siempre con la guía de todos los hermanos, y de la del Verbo del Padre, de la Fuente Una, permitiendo a la Luz penetrar, abriendo el Cielo a los Carros de Fuego.

Así pues, hoy me acerco primordialmente, para comulgar con vosotros, en esta Elevación, en esta apertura de las Puertas. Puertas Sagradas de la Tierra. Así pues acojamos la apertura de las Puertas, acojamos la Luz y la Disolución en el Corazón del Uno.

(Disolución)

Acoged hijos el Tambor de la Tierra, el Tambor de vuestro Corazón, Las Trompetas que suenan y resuenan en el cielo, llegando a la Tierra, anunciando la Gloria, la Gloria de la Eternidad, de la Paz y de la alegría en la Unidad. La reconexión de las Esferas de la Eternidad. En la Gracia más grande posible. El Verbo entra a formar parte de lo que vosotros sois, en este espacio compuesto por el Verbo Original del Creador. Son momentos intensos, intensos por dentro y por fuera, intensos en el Corazón del Uno.

Ahora mismo, muy pocas palabras pueden acercarse, a los niveles de lo que la Tierra se está acercando y a lo que vosotros estáis acercándose. El Lenguaje Vibral, el Verbo Original, cada vez más tomará su lugar, en vuestra palabra, en vuestro Corazón. Vuestra manifestación será en armonía con las esferas, será la melodía del Universo, en vuestra versión única.

Así es la fiesta, así es la celebración, los hermanos de la Intra-Tierra os saludan y os reciben abriendo vuestras puertas. Grandes saltos de alegría y felicidad os son transmitidos por vuestros hermanos de la Intra-Tierra. Así mismo de parte toda la Confederación de la Luz Unitaria; están aquí celebrando, presentes, en el Corazón del Uno participando cada vez más con esta Reconexión, para este Reconocimiento. Este Reconocimiento en dónde ninguna parte está separada, en donde toda parte es reconocida como integrante de la Unidad. La Unidad integrada al Absoluto que Sois, os permite manifestar la felicidad, la alegría, la Paz, la neutralidad, y la sobriedad, en esta disolución del Corazón.

Esta Transparencia que transfieren vuestros hermanos acá en la Tierra, hermanos que en este mismo momento están muy atentos de vuestro estado Vibratorio. Su labor de acompañamiento, ahora es crucial en todo el sentido de la palabra, y en todos los niveles en los que podáis manifestar. Tanto en la transmisión de los mensajes, como de vuestros Linajes de vuestros hermanos en la Luz, así como en la transmisión descendente, que no conlleva ninguna superioridad, simplemente son Canales de Luz que están más purificados, o menos contaminados de dudas y de la dualidad de este mundo.

Así pues, vuestros hermanos están muy atentos de vuestra Vibración. No deben plantearos ninguna pregunta con vuestro mental, pues todo es dado por la Luz.

Los acercamientos y los distanciamientos se producirán a partir de ahora, serán realizados de una forma muy natural. De la misma manera, la intensidad de la Luz penetrando en vuestro Cielo, y a través de vuestra Tierra, hará grandes regresiones, grandes giros y cambios en vuestros hermanos, que por algún motivo u otro han esperado hasta ahora para revelar en ellos mismos la Verdad.

Así pues, sed acompañantes, como nosotros somos acompañantes. Porque los vaivenes que puedan observarse en lo que vosotros llamáis la dualidad: el bien y el mal, lo positivo y lo negativo; no les deis crédito, sino acompañen a vuestros hermanos en la Unidad, hermanos que vivirán en ellos grandes cambios. No duden de que ellos también sean acompañados por el Padre y la Madre Divina, así como lo sois todos vosotros.

La apariencia de este mundo cae, la apariencia de este mundo está en proceso de disolución máxima. Acojamos esta disolución en el Amor, en la Visión del Corazón, en donde toda destrucción aparente se convierte en una liberación, en una alegría. Acojamos pues esta disolución a nivel del Corazón de la tierra, y a nivel de vuestro Corazón. Gracias.

(Disolución)

Estos son momentos de total trascendencia, de Liberación total. Liberación de los torrentes de agua, torrentes de lágrimas, torrentes de Redención. La hora de la Redención ha llegado, la hora de la Yerushalaïm Celestial ha llegado, la hora en que se aproxima la Gran Fiesta en el Cielo –de todas las naves, de todas las luces, de todos los hermanos, de todos los rincones, de todas las estrellas– está aquí, como puede ser observado por las manifestaciones cada vez más impactantes, de vuestros hermanos Vegalianos. Arcturianos, Pleyadianos, de las Naves Madre, de las Grandes Naves que somos nosotros, Naves de Luz.

Acogednos cada vez más dentro de vosotros. En la medida de vuestras posibilidades y en el momento que sea oportuno, alejaros cada vez más de todo lo que tiene que ver con información externa. Sumergíos cada vez más en vuestra Guía Interna, en la del Corazón. Pues bien sabéis que en un momento dado será el único que podrá escuchar. Cuanto antes conectaros directamente con nosotros, no por vuestra voluntad, sino más bien por vuestra Gracia en el Abandono, Abandono en la Luz, también del Abandono del Sí, porque en el momento del abandono del Sí, de todas vuestras voluntades de Luz, nosotros estaremos ahí en total Transparencia.

Así pues hijos es el momento de entrar cada vez más en vuestra Guía Interna, en vuestro Corazón. Mientras más pronto lo hagáis, con más facilidad, con más Gracia, confianza y armonía se resolverán estos meses. Meses de Revelación e instalación, como lo sabéis, meses de manifestación, manifestaciones increíbles y bellas de los Elementos que integran el Éter, en el centro de la cruz, en el centro de vuestra cruz en vuestro pecho, en vuestro punto ER de la Corona, activando el 13º cuerpo. La Merkabah Interdimensional, vuestro Merkabah, que está totalmente abierto y preparado para el Gran Vuelo. El Gran vuelo de la Tierra, el Gran Vuelo de vuestros corazones, en dónde surgen las alas en vuestra espalda.

Es una grandiosa Gracia para la Tierra y para todos vosotros, la forma en cómo se manifiestan estos últimos momentos de la Ascensión. Momentos sincrónicos en donde se integran todos los eventos anunciados. En donde se integran todas las Vibraciones, las nuevas Llaves frecuenciales en el centro de vuestro Corazón del Uno.

En el momento en que la Estrella que anuncia la Estrella pueda ser observada por todos, se producirá el Anuncio y el momento de la resolución en la Tierra, de los últimos vínculos a nivel de las capas aislantes, y de los puntos terrestres que por su acción liberan el Corazón de la Tierra. Puntos neurálgicos como sabéis, importantes, representados por la actividad de los volcanes así como también por la actividad más concreta e intensa de vuestros hermanos de la Luz.

Estos momentos serán muy veloces, muy intensos. En los que su recogimiento estará al máximo, su Unidad en la expresión de la Eternidad y del Cristo también será máxima. Permitiendo así la Reconexión total.

Las Trompetas sonarán con gran fuerza, enlazando rápidamente con los momentos tan anunciados y tan esperados de Mi Anuncio, para resolver esta Ascensión, en el Éxtasis y en la Intasis. En los momentos en que seréis acogidos en el Corazón Interno de la Tierra, abriéndose a vuestra Eternidad.

Hoy estoy aquí, en representación Unificada de todos los Cónclave que han existido, de todos vuestros hermanos, en presencia también de las rondas de los Arcángeles, y del Arcángel Mikaël, quienes no se volverán a separar de vosotros ni de esta Tierra.

Así pues, acojamos, por tercera vez esta disolución en el Corazón del Uno, en el Corazón de Cristo, Ki-Ris-Ti, en el Fuego de Arcángel Mikaël. Acojamos la Gracia.

(Disolución)

Estos momentos son de Redención, y de entrega total de su pequeña persona, de este “saco” (ndt: del cuerpo físico que es una ilusión) y del Alma al Padre. Los momentos son de Vibración intensa, de temblores, la Vibración que repercutirá en vuestros cuerpos, en la Tierra, producirán intensas modificaciones. Permitan que estos temblores se experimenten, entregaros a lo que la Luz os llame en estos días, entregaos al silencio, a la calma, al reposo. Privilegiando vuestros momentos de entrega y de calma para poder escuchar bien lo que se les dice, en vuestro Canal Marial, por aquellos que os acompañan. Pues todo lo que necesitáis hacer y realizar se encuentra ahí en vosotros.


La intensidad se intensifica hijos. Intensidad del Amor, del Amor Divino y del Amor del Uno, del Amor de Cristo. Haciéndoos entrar en una danza, un danza de Fuego, una danza en la que vuestro cuerpo de Luz, vuestro cuerpo de Fuego, revestido de Eternidad, se fusionará, y recobrará total Presencia Aquí y Ahora.

Como sabéis, yo no me alejo de ninguno de vosotros mis hijos. Todas las Estrellas servidoras del Corazón de María están aquí con vosotros, aportando sus particularidades en la vibración del Corazón de María. Ma Ananda Moyi y Gemma Galgani, están aquí también, estableciendo el Manto Azul de la Gracia, recubriéndoos de la Gracia, recubriéndoos de Amor, recubriéndoos del Cristo, Acojan –con todo honor y toda Gloria. Ahora sí, por los siglos de los siglos. En la nueva Yerusaleïm, Àishalém, Àishalém, Isskýlién, Ki-Ris-Ti.

Permitan hablar a vuestro Corazón y escucharéis la Vibración del Uno, la Vibración del Lenguaje Vibral.

Damos y dad gracias al Colectivo de los Niños de la Ley del Uno, que somos todos, ahora reunidos, ahora reencontrados y reconocidos, por fin, y en fin, sin más juicio y sin ninguna separación.


Vuestra Madre Divina os acoge nuevamente como siempre, “Renovados”, en la Vibración pura del Corazón de la Madre. Todos los hermanos de Sirio estamos aquí; hermanos felinos, delfines, caninos, y que se os acercan en toda majestad.


Yo Soy María. Gracia Plena, Gracia a vuestro Corazón. Gracia y gracias a vosotros mis hijos.

Yo Soy María Reina de los Cielos y de la Tierra, unidos en el Uno, pues ahora el Cielo y la Tierra son Uno, y este Uno es el Corazón del Uno.

Nuevamente Gracias hijos, recibid en toda intensidad y con toda Gloria, por siempre más al Cristo que está en vuestra Casa.

Estaremos en contacto permanente, en estos meses. Hasta pronto, Brémisskayàn.


Transmitido por: Sijah Sirius del Colectivo de los niños de la Ley del Uno.

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