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Oriol – 100513 –
Oriol 10 - 05 - 2013, 23:10h
- Dentro de la visión lineal, de transferencia, Parte II -
Nuestras presencias Cósmicas…
Vivir en la Tierra, sin ser conscientes de la gran y elegante extensión que representa el cielo, nos dejaría fuera de lugar, a la hora de contemplar quienes somos de veras, y cuál es nuestro papel, a nivel evolutivo en el presente. De la misma forma que contemplar el cielo, sin vivir los ciclos de transformación que están representado, las proyecciones de los propios rayos, que emanan en su máximo ciclo de manifestación, nos alejaría de contemplar la plenitud, de nuestra experiencia espiritual como humanos.
Mientras miramos a nuestro alrededor, (aspecto presente, dentro de un prisma lineal de realidad, a través del cual todos como humanos, acontecemos ante las experiencias que están por venir), al ser representado como un concentrado de oportunidades, que se desvanecen ante nosotros, (debido a la fuerte densidad, que reside en nuestros centros inferiores), ya que a tal perdida de sutileza, los flujos de energía se detienen, debido a la influencia constante, a través de la cual, se elevan nuestro vehículos superiores, a través del formar parte de una tripulación de luz, a través de las órdenes y los reinos más elevados. De esta forma, mientras nuestros centros inferiores, siguen rodando en círculo intentando encontrar respuestas, (los citados bucles de energía tridimensional), a través de nuestros propios bucles sistemas creados desde prisma lineal de realidad. (Centrémonos en el corazón, y unifiquemos todos los prismas en uno, dando por sentado que tal proyección, actuara de forma directa, en la representación del Ángel Solar, que somos todos eternamente).
La presencia del Ángel Solar, instaura una consciencia de plenitud, fuera de la longitud de onda que instaura la consciencia lineal, a ser re-calibrada a través de la toma real de identidad, desde el trono divino, de nuestra propia frecuencia lineal de tiempo. Esta toma real, adopta la extensión de nuestra verdadera realidad, ya que la proyección del Ángel Solar en el presente, restablece la conducta y reconocimiento sagrado, a través del buen hacer de las cosas. Mientras nuestras mentes, (las cuales se representan en una cosmovisión de espacio lineal de tiempo), se vierten desde la identidad cósmica reconocida, en las múltiples y variadas posibles experiencias de aprendizaje, las cuales nos ayudan a transmutar karmas y deudas a través de la forma, como seres humanos, (todas ellas basadas en nuestro propio crecimiento, como consciencias planetarias). Así, seguimos dando lugar a cumplir con un amplio abanico de posibles experiencias, (todas extendidas en la longitud de nuestras experiencias cósmicas), que abarcan todos los temas habidos y por haber. Todo esto, dentro de la cúspide de nuestras emociones y sentimientos, dentro de la extensión de una presencia o paradigma de tiempo lineal. Cuando en realidad, estos serán representados según sea el grado de proyección consciente de cada uno, el cual se establecen en su propia variable de tiempo, dentro de la conjetura desde la cual, la densidad de los centros o ruedas inferiores, se sienten realmente representados.
Extraer la proyección de una consciencia, unificada en la presencia del Uno, la cual extiende toda la suma de la representación, eternamente sumida en los Eter’s, los cuales nos rodean en las extensiones eternas de tiempo, (desde el silencio que establece, la proyección consciente de la eternidad, de nuestros espíritus reales). Las esferas se re-conectan a través nuestro, mientras la forma a través de la cual compartimos desde nuestros propios espacios de tiempo tridimensional, podemos identificar la representación de realidad, a través de la cual interfiere en la re-capitulación de un presente, el cual pueda ser totalmente vivido, en plena consciencia de causa. La presencia, es eterna en su propia extensión, de la misma forma que es elegante y sutil, en la transmisión de luz-energía, a través del calor-consciencias que no deja de ampliar los parámetros, de nuestros campos electromagnéticos. (En un mensaje anterior, se hablo de la anchura y diámetro de los cuerpos electromagnéticos, aquí tenemos una referencia más directa, para representar tal emanación). La construcción de un presente, la cual tiene que ser vivida, contemplando la presencia, sin interacción de los centros o ruedas inferiores, las cuales nos alejarían de experimentar la presente iniciación, desde nuestra ascensión como mentes planetarias.
Toda representación energética, (matriz divina) va unida a sus dos matices, los cuales re-ajustan la luz, en su mayor estado de expresión. Vivir en la Tierra, sin ser conscientes de la gran y elegante extensión que representa el cielo, nos dejaría fuera de lugar, a la hora de contemplar quienes somos de veras, y cuál es nuestro papel, a nivel evolutivo en el presente. De la misma forma que contemplar el cielo, sin vivir los ciclos de transformación, que están representado las proyecciones de los propios rayos, que emanan en su máximo ciclo de manifestación, nos alejaría de contemplar la plenitud de nuestra experiencia espiritual, como humanos. La identidad, (varía según los grados de percepción que representan la totalidad de nuestra propia ascensión), la cual puede ser experimentada, desde su mayor gozo de luz, a través de la proyección de las múltiples existencias anteriores, (que contemplan la presencia de los tiempos), ya que vuelven a resurgir de nuevo, dentro de la fluidez del Adn, que es reconstruido en el presente, mientras la verdadera representación a través de la cual el espíritu extiende el fuego del morador, es tan solo el acercamiento directo, al Dios-Creador, del cual venimos. Son muchas las identidades, que hemos podido re-construir a través de nuestros propios conocimientos, (los cuales se amplían existencia tras existencia), aun así, es solo uno el espacio que representa el fuego del morador, a través nuestro, dentro de la presencia del Dios-Creador, el cual emana de nuestro interior.
Todo cuerpo emana de su centro, de la misma forma que todo vehículo emana del corazón, el cual emite la vida en su plena extensión. Interiorizar la presencia a través de la forma, (representa esa verdadera identidad, del todo lo que acontece en nosotros), ya que como seres humanos, solo nos aleja de experimentar el estado pleno de luz, la fuerte influencia de los cuerpos más densos, a través de los centros o ruedas inferiores. Tomar las riendas, nos aportara la proyección más elevada, dentro de la extensión de nuestras ondas de luz, las cuales fortalecen, a través de la presencia divina, en su máximo estado de proyección cósmica. La presente influencia de los ciclos planetarios, la cual está regida por las energías planetarias de las cuales formamos parte integra, establecen esa unidad a través de nuestro propio sistema solar. La presencia, emana desde el centro, ya que está en constante emanación con los sistemas solares, (debido a la energía de Unidad Cósmica Planetaria, que se está extendiendo de forma más que notable, desde la interacción de las confederaciones y hermandades planetarias), mientras se tejen los hilos de la Red Cristica Solar, en conjunción con el Gran Sol Central.
Múltiples de las experiencias que viviremos en el presente, (debido a la rapidez con la que se manifiestan las energías a través nuestro), serán re-ajustaciones cósmicas, que nos inducirán a estar representando de forma constante, la influencia a través de la cual, nuestros vehículos terrestres, (cuerpos humanos) se representan desde el centro, del despertar mas masivo de nuestros propios estado del ser. (Todas las almas en formación grupal). De esta forma, mientras nos sentimos cada vez más cercanos, a la extensión de todos esos aspectos, se representan ante nosotros, desde la conexión con ese estado, desde el cual nos podemos sentir directamente implicados, desde ese verdadero estado de transformación, fuera de la linealidad de nuestras propias mentes, las cuales ejercitaran la variante Almica, a través de la cual, instaurada la re-alineación y máxima expresión que viviremos, desde la influencia del 7 rayo, a nivel planetario. Los ciclos de la Tierra, (Gaia) fortalecerán las hebreas, desde las cuales interferirán esas ondas de luz-energía, que adoptaran el calor-consciencia, para esta nueva tierra. Las energías a través de los rayos, se nos representan directamente cediéndonos a vivir-las de forma directa, ya que interfieran de forma constante ante nosotros, a través de la directa transformación de nuestras hebreas de Adn, las cuales son re-calibradas en su máximo estado de luz, a medida que nos abandonamos y nos sumimos en la proyección directa, de nuestras presencia cósmica, en el despertar presente de nuestras percepciones, en el ahora.
Dentro de una visión lineal de transferencia, (la cual ocupa nuestro mensaje de hoy), manifiesta de forma directa, la expresión de nuestros vehículos más elevados, los cuales se mantienen unánimes a su propia proyección luz, (la cual despierta a nivel interno), mientras las esferas que ocupan las ruedas o centros de aprendizaje inferior, actúan a través de la transferencia, de la re-calibración o representación directa, hacia ciclos o estados superiores de luz. Contemplemos el calor como la emanación de la consciencia, (a mayor calor de corazón, mayor extensión de consciencia), la cual se amplía de forma notable, a medida que tomamos cuentas, de la propia expiación de nuestras deudas, como mentes lineales. Las posibles experiencias, (llegan a nosotros, a través de nuestras propias líneas de tiempo), las cuales sin tomar consciencia de ellas, (representadas a través del calor del corazón) manifiestan los tránsitos o aspectos a nivel energía, donde influyen los planetas, donde podemos llegar a experimentar, como estas mismas se nos echan encima, como posibles experiencias dolorosas o traumáticas, al llegar de forma directa y no estar centrados en ellas.
La rotación o representación que tiene cada uno de los centros, a nivel de nuestro propio crecimiento, (según sea tomada en cuenta tal información), implica la constante referencia a través del medio ambiente, donde construimos nuestro propio y personal aprendizaje. Cualquiera de los arquetipos, que han sido representados a través de nuestras propias psiques en evolución, (bucles o esferas en proceso de transformación), se representan como mentes lineales de tiempo, las cuales instauran y de que forma notable, el cumplimiento de tales energías, para nuestra propia evolución. Es través de las ultimas tribulaciones, (acontecimientos, e representaciones a nivel energético, que interfieren en la presencia del Espíritu el cual vivimos para experimenta a través de la forma ), desde las cuales, podemos llegar a visualizar como influyen en cada uno de nosotros, (de la misma forma que a nuestro alrededor), al percibir como van interviniendo, todas estas energías en nosotros, en la suma presentación del reflejo divino de la morada celestial, desde la cual el Espíritu, emana en su total expresión. De esta forma, las altas esferas influirán de forma directa, en la plena y directa representación de los cimientos que van a ser creados, a través de la magnificación desde el servicio, que será representada por cada uno de nosotros, en su total expresión.
Esta es la segunda entrega de esta fase, la cual será ampliada de forma directa a medida que sean recibidos mensajes próximos. Es un placer, extender esta energía a través de todas esas mentes, las cuales se sientan directamente representadas con las energías, que en los mensajes se representan, en vuestro corazón al igual que en mi corazón, para siempre Oriol….
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