Abracen su Conciencia Crística
por Jennifer Hoffman
24 de Diciembre de 2012
por Jennifer Hoffman
24 de Diciembre de 2012
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Es
Navidad esta semana, y aparte de los regalos, reuniones, luces y festividades, éste
es un momento en que celebramos el nacimiento de Jesús Cristo. Este año, con la
combinación del Solsticio, el fin del cuarto ciclo del calendario maya y el ciclo
de ascensión que estamos completando, la Navidad adquiere un nuevo significado,
puesto que entramos en una nueva era de la conciencia humana y podemos abrazar plenamente
nuestra Conciencia Crística.
Hemos
visto esto a distancia, como la conciencia del Cristo, cuyo máximo nivel fue
encarnado por el gran maestro Jesús Cristo durante su tiempo en la tierra. Cristo
enseñó acerca del auto-empoderamiento, nuestra capacidad de tener una conexión directa
con la Fuente, el principio del humano como ser divino, y de nuestro propio
poder para crear milagros, y a menudo decía, cuando la gente se asombraba de
sus habilidades: “Esto pueden hacer ustedes y más”. Siglos de
enseñanzas religiosas despersonalizaron estas lecciones y nos hicieron creer
que éramos impotentes, indignos y no merecedores de estas habilidades. Ahora
todo ha cambiado.
El
nacimiento de Jesús también introdujo el potencial de que nosotros podamos
alinearnos con nuestra propia conciencia Crística, que nos aceptemos a nosotros
mismos como chispas de conciencia divina e integremos plenamente la enseñanza de
Cristo en nuestra humanidad. Esto no se trata de intentar ser como Cristo, como
en ‘¿qué haría Jesús?’. Se trata más bien de la integración de los
aspectos de nuestra propia conciencia Crística, como en ‘qué haríamos
nosotros en nuestras propias vidas con ese nivel de conciencia y seguridad espiritual’.
Jesús fue un ejemplo de esto para nosotros y se han necesitado varios milenios
para que lleguemos al punto en que podamos empezar a reconocer que nosotros podemos
acceder a ese nivel de ser.
La
conciencia Crística es otro nivel de frecuencia energética, una compleción de
nuestro viaje de ascensión que implicó la progresión de ser in-humanos a
convertirnos en un ser humano espiritual. Encarnamos nuestra Conciencia
Crística cuando nos conocemos a nosotros mismos como seres divinos, poderosos,
dignos, merecedores e ilimitados. La alineación se produce cuando utilizamos sin
esfuerzo nuestro poder como co-creadores, reconocemos nuestra conexión con la
Fuente y entre nosotros, y nos hacemos uno con el flujo energético que es el
Universo. Somos soberanos en nuestras vidas y en el planeta, y cuando vivimos,
actuamos, pensamos y ‘somos’ a través de nuestra Conciencia Crística,
podemos crear un mundo donde impere el amor incondicional y haya verdaderamente
paz y buena voluntad para y con todos.
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