TERESA DE LISIEUX. La Vida Eterna que Viene. Lo Que Sois en Verdad.
Bodas Celestiales. 03-09-2012. ¡Compartir!!!! ¡Muy Importante!!!!
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Original en francés.
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
TERESA DE LISIEUX
3 septiembre 2012
Soy THÉRÈSE de LISIEUX y os amo. Antes de daros mi mensaje del día, todos juntos, vivamos un momento de Amor y Fusión.
Hermanos y Hermanas amados, vengo a hablaros de la Vida Eterna que viene y por eso, me gustaría (para aquellos que no conocen lo que fue mi encarnación) contaros algunas cosas que en estos tiempos, pueden ayudaros a interesaros de manera significativa en el Amor, en la Luz y en lo que os decimos sin descanso: lo que Sois en Verdad.
Desde mi infancia pensaba en el Cielo. Por supuesto, como niña, yo imaginaba ese Cielo de una forma particular. Pero ese pensamiento del Cielo, ese deseo del Cielo, no vino acompañado nunca, de un rechazo de mi vida. Yo realizaba todas las tareas que eran necesarias, en cualquier entorno que fuera, fuera en el Carmel o antes, en mi familia. Pensar en el Cielo, pensar en el después de esta corta existencia Terrestre, me llenaba de alegría pero me llenaba también, por supuesto, como a todos vosotros, de preguntas. Tuve la suerte, muy joven, de tener una revelación. Y esta revelación fue la indiscutible Realeza de MARÍA. El único signo que tuve (que sin embargo hoy, para muchos de vosotros, son casi cotidianos en vuestro Canal Marial y a través de vuestras experiencias vividas), yo lo viví una sola vez y una sola, y eso bastó para llenarme y darme la certeza de que el Cielo era viviente puesto que MARIA se me apareció. Fue muy sencillo: no iguala lo que vosotros vivís hoy (esa Presencia en el Canal Marial y todas esas experiencias que quizá habéis vivido).
Desde luego, habéis buscado manifestar (algunos de vosotros, desde hace mucho tiempo) el Amor y la Luz, sea en vuestra vida, en la personalidad o también a través del Amor que se llamó Vibral o Crístico. Hoy, es tiempo de inclinaros sobre esta Vida Eterna. No deseándola, no queriéndola, en un momento preciso, sino pensando. Porque pensar, no es proyectar solamente al futuro, lejos de esto, sino que paradójicamente, es estar aun más presente en lo que hacéis, en todas vuestras relaciones, en todas vuestras tareas (las más nobles, como las más elevadas, como las más simples). Pensar en la Eternidad, en la Vida Eterna que viene, por supuesto no es pensar en la muerte, en el Pasaje, aunque todos y todas, os hayamos dicho que ese Pasaje no es realmente un pasaje y que no hay muerte. Es, precisamente, los Reencuentros con lo que somos todos nosotros, más allá de esta Tierra y más allá del Cielo limitado de esta Tierra. No es proyectarse en un futuro, no es imaginar simplemente lo que podría ser. Pero hoy, realmente es aliarse y hacer resonar en sí, la Vida Eterna. Esto ocurre por supuesto, en el Corazón. Pasa en nuestras Comuniones y nuestras Fusiones.
Esto no es un conocimiento o una curiosidad, sino más bien la confirmación de un estado que os permite en ciertos momentos, estar aquí y al mismo tiempo estar en otro lugar, si puedo decirlo, que está lleno de Amor, donde la Sombra no puede existir, donde solo la Luz está presente: no existen sombras proyectadas, no existe sufrimiento. Entonces, cuando estamos en la Tierra existe esa especie de avidez de saber lo que puede ser la Vida Eterna. O si no, un miedo que hace que muchos Hermanos y Hermanas se inclinen y se concentren en su vida, en lo que es ordinario a todo el mundo, cuando estamos en la Tierra, en las acciones más simples y repetitivas de cada día, como en las aspiraciones más profundas.
De ese encuentro que yo viví, siendo niña, ha derivado toda la certeza que he tenido después (por supuesto, lo que yo llamaba en aquella época, el Cielo o después de la vida) y aun más que eso. Mi corazón se hizo ligero, fuera lo que tenía que vivir, o fuera lo que haya podido sufrir en esta carne. E incluso este sufrimiento no era un sufrimiento, sino que me hacía revivir mi primer y único Reencuentro con MARÍA, como la certeza de un Amor infinito, porque yo lo vivía y lo revivía, en ese momento. Es importante volver a pensar en esos momentos. No como un recuerdo, porque se os ha dicho: el tiempo no existe. Así que, nuestra Presencia a vuestro lado (de una de las Estrellas), se hace intermitentemente, según vuestras Llamadas y también según los momentos en que podemos acercarnos a vosotros. Pero alimentaos de esto. Porque es una ventana que está entreabierta con la Verdad, con el Amor. Y es ahí, cuando todos nosotros, somos realmente lo que Somos.
Por tanto la Vida Eterna que llega no debe ser ni una simple curiosidad, ni una aprehensión sino más bien, encontrar lo que se encuentra: y lo que se encuentra solo es el Amor. Y nuestros contactos, cuando nos llamáis o cuando venimos por nosotros mismos, os muestran la realidad de ello. Esto debe ser un bálsamo y no está inscrito en una experiencia o en un pasado sino que está reactualizado, de alguna forma, a cada minuto de vuestra vida, si lo queréis, si lo deseáis. No para satisfacer, una vez más, una pequeña curiosidad o una gran curiosidad sino más bien, para estar en resonancia y contactar realmente, los Planos de dónde venimos, donde no existe más Sombra, ni sufrimiento, ni pérdida: donde todo es Alegría y Plenitud. Es esto lo que nosotros testimoniamos cuando estamos a vuestro lado. No esperéis grandes discursos, no esperéis largas explicaciones. Venimos simplemente para experimentar vuestro Amor y para que experimentéis nuestro Amor. Para que de nuestro Amor común, se revelen a vosotros, la Verdad y la Belleza del Amor y de la Luz, dándoos la fuerza, el coraje de hacer lo que tenéis que hacer.
La Llamada de la Luz es ante todo, eso. Es realizar que la Luz desciende hasta vosotros, que las Presencias de los mundos Unificados están, en adelante y cada día, más y más cercanos a vosotros, en vuestras noches como en vuestros días. Inclinarse hacia el Cielo, hacia la Vida Eterna, es revivir permanentemente esa Eternidad. No porque corresponda al Pasaje o a la muerte sino porque está ya presente, ahora. Desde el instante que vuestro Canal Marial está activo, desde el instante en que una primera Presencia se ha manifestado, tenéis ya una parte de lo que Sois en la Vida Eterna, haciendo que probéis las primicias de esta Vida que no conoce, ni principio ni fin. Sin embargo el mundo moderno de hoy os empuja a disfrutar de vuestra vida. Y después las circunstancias de este mundo, donde el conocimiento (acerca de este mundo) es accesible por todas partes, por supuesto, a nivel de lo que vosotros llamáis la espiritualidad, habéis notado que muchas personas (estén Despiertas verdaderamente, o en fase de Despertar) buscan sobre todo, comprender los mecanismos de su vida. Pero ¿quién busca realmente, no comprender sino vivir los mecanismos del Cielo? Existe una forma de precipitación de la conciencia de nuestros Hermanos y Hermanas, con una bulimia que se expresa sea en las vertientes materiales de la vida, y existe también, en las vertientes espirituales. Como un consumo desenfrenado de conocimiento de sí. Pero ¿quién se inclina realmente, en intención, quién se inclina con Amor, hacia la Vida Eterna? Experimentadlo en vuestro primer contacto. Recordad ese momento, no como un recuerdo, no como algo que pasó ayer o hace meses. Sino el simple hecho de pensar, de hacer revivir ese instante, dándoos la prueba de que el tiempo no existe. Y sin embargo ese tiempo que pasa, cuando estamos en esta carne y nos parece tan palpable, a veces tan ligero o a veces, tan desagradable. Pero existen contactos (nuestras Comuniones por el Canal Marial, o por la Onda de Vida que se despliega en vosotros), que os hacen vivir esta escapada del tiempo: no como una huída, sino más bien como una Transcendencia del tiempo, que os hace acceder a la Eternidad.
Y la Eternidad sobrepasa la descripción. Porque cuando os instaláis en la Paz Suprema, cuando estamos a vuestro lado, cuando nos llamáis, cuando la Onda de Vida sube y atraviesa esta carne, ya nunca podéis plantearos la cuestión de cualquier futuro, de cualquier devenir o de cualquier fecha. Entonces, los Arcángeles, las Estrellas y los Ancianos, os decimos todos, que hay una inminencia. Esta inminencia está inscrita en vosotros, como está inscrita en la Tierra, porque hay efectivamente, plazos. Pero esos plazos no son un fin. Es simplemente el fin de todas las ilusiones, el fin de todo lo que ha sido alterado, todo lo que ha sido amputado del Amor y de Luz. Entonces, esto no debe poneros ni a la espera ni en una proyección de lo que sea, sobre un futuro cualquiera. Porque lo que vivís en vuestros momentos de contacto, es muy exactamente la Paz Suprema. Y cuando hay Paz Suprema, el Amor y la Luz, no hay límite al Amor, ni límite a la Vida, ni límite a cualquier forma que sea.
Así, vuestros momentos privilegiados de contactos y de resonancia están ahí para fortificaros en esta Vida Eterna. Notad también que cuanto más viváis nuestros contactos, o más viváis la Onda de Vida, más llegaréis a hacer lo que la vida demanda, aunque haya momentos en que estéis ausentes. Notad la Paz que os procura. Notad el equilibrio que os da. Esto os nutre para el día. Os llena de algo que es difícilmente visible y perceptible en la vida ordinaria. No hay sino la promesa, la fe, la esperanza. Hay certeza, creencia.
Hasta el presente (a excepción de algunos grandes místicos, sea en occidente, o para nuestros Hermanos y Hermanas orientales, o incluso extremo-orientales, o en cualquier parte del mundo), eran excesivamente raros pero ¿quién puede decir hoy, cuantos sois en esta Tierra? Sois muy numerosos. Y lo que tenéis que vivir, aunque a veces, no es tan espectacular como lo que han podido manifestar ciertos Santos en occidente. Recordad mi vida: no he manifestado nada. No ha habido jamás un milagro. Para mí, el milagro era la Vida y el milagro era el Cielo y nada más. El resto no tenía ninguna importancia, liberándome por el Amor y permitiéndome Ser el Amor, con todos y todas, sin plantearse cuestiones de un retorno de Amor. Porque cuando descubrís el Amor realmente, no planteáis la cuestión de saber si sois amado o rechazado. Amáis y es todo. Entonces nuestros contactos (que hoy, se hacen más tangibles) deben transformaros y ayudaros a franquear las Puertas de la Resurrección. Esto no ofrece ninguna duda. Haced la experiencia, no solamente en el momento en que vivís el Canal Marial, o aun la Onda de Vida, y mirad cuáles son los efectos sobre el desarrollo de vuestra vida. Mirad la Paz que emerge de vosotros y constatad que el Cielo está ya ahí, para vosotros. Siempre estará lo efímero que tiene miedo de su propia desaparición. La carne pertenece a la carne. Vosotros no sois esta carne, aunque estéis dentro. No sois estas vidas que habéis vivido. No sois este cuerpo que espera y que se satisface. No sois la vida de vuestras emociones. No sois siquiera la vida de esta aspiración a algo Luminoso. Vosotros Sois, realmente. Y esto, podéis vivirlo desde ahora. No es cuestión de mañana.
Y la Eternidad que viene, la vivís en esta carne que es efímera. La Eternidad (que está aquí y que se instala) es, para vosotros, la ocasión real de alcanzar, de Corazón y de elección, la Verdad de nuestros mundos y la Verdad de lo que Sois. A través de estos contactos, a través de esas Comuniones con vosotros mismos, con todos vuestros Hermanos y Hermanas en esta Tierra, con todos nosotros, ahí donde estamos, con los Dobles, sean los que sean, se os da la posibilidad real de afirmaros en la Paz y vivir la Morada de Paz Suprema. Desde el instante en que decís: “sí”, desde el instante en que aceptáis no ser más el juguete de las ataduras de este mundo, no sois ya víctima de lo que se juega en torno a vosotros. Cuando tenéis esta certeza, la Luz viene a reforzaros en vuestra certeza y os hace vivir el Amor, la beatitud y la Paz. Haced la experiencia. Recordad un momento en que lo hayáis vivido, para hacerlo revivir. En el momento en que os acordéis, no será un recuerdo agradable, no será algo que ya ha ocurrido, sino algo que ocurrirá instantáneamente, de nuevo, haciéndoos experimentarlo, ya que el tiempo no existe. Y que sea lo que ocurra, como tiempo, en relación a este cuerpo, en relación a vuestras obligaciones, en relación al día que nace y la noche que viene, y que se repite cada día, hay algo que está ahí, que siempre ha estado ahí y que estará siempre ahí. Y sois Vosotros.
Esto es lo que venimos a hacer, que no es un hacer sino es precisamente, testimoniar la Realidad, testimoniar la Verdad. Y esto os debe llenar, llenar de certeza Interior de lo que Sois, involucrándoos. Como hemos dicho, estamos a vuestro lado para miraros franquear la Puerta Estrecha, para que el Cristo se instale, definitivamente.
Tenéis las primicias de la Vida Eterna que viene. Vivís la Alegría, vivís el Amor, la Luz, las Vibraciones. Lo que se instala no está destinado a transformar solamente este cuerpo en Luz sino que verdaderamente, es vuestra Eternidad. Sea a nivel de todo lo que se ha descrito, sea en ese nuevo cuerpo etérico que se desarrolla: es ahí donde Sois Eternos. Y podéis probar esto, siempre estando presente en lo efímero. Cuando os hemos dicho que estábamos en vosotros y en este Canal Marial, vais a daros cuenta muy rápido que no hay mundo exterior y que, si estáis sumergidos, cada vez más profundamente, en la Morada de Paz Suprema, no solamente, lo que debe continuar en este mundo continúa, sino lo que debe acabar, no cambiará absolutamente nada en lo que vivís.
Como el Comendador os ha dicho hace algún tiempo (ndr: O. M. AIVANHOV), no sois vosotros los que desaparecéis: es la ilusión y el mundo pero no es la Vida. Cuando nos percibís, cuando nos sentís, cuando nos llamáis, cuando vivís la Onda de Vida, el Manto de la gracia, cuando vivís momentos en que parece que desaparecéis, tanto de este cuerpo como de esta identidad de la persona que jugáis, que sois, entonces sí, alcanzáis la Eternidad y vivís la Vida Eterna. Es esto lo que vais a vivir y es donde vais a ser instalados.
Y cuando vivís esto ¿habría una sola razón para preocuparse? Porque como han dicho muchos intervinientes sabios, todo lo que creáis en el mundo, un día desaparece: no queda sino una memoria. Pero ¿qué queda de vosotros? ¿Qué queda de lo que habéis construido, en el ámbito que sea? Si no es el recuerdo y la memoria. Para vosotros, no queda estrictamente nada. Queda simplemente el Amor que habéis alcanzado, el Amor en que os convertís o no, en la vida en Eternidad. Entonces la Vida Eterna está ahí. Lo que vivís la mayoría de vosotros, con lo que ocurre desde el inicio de este año, es muy exactamente esto. La reconstitución de vuestro cuerpo etérico multidimensional está muy ligada. Algunas de mis Hermanas os han hablado. Es eso lo que vivís, la Eternidad está ahí. Porque ni será afectada por ningún accidente de este cuerpo, ni por ningún fin de este cuerpo, ni por ningún fin de este mundo. Porque habéis alcanzado la Eternidad, la habéis llamado a vosotros y estáis en ese Cuerpo de Eternidad, que se ha llamado Cuerpo sin costuras, ese Cuerpo inmortal, ese Cuerpo de Gloria, ese Cuerpo de Resurrección (aquél que se os prometió en el Apocalipsis de San Juan). Es exactamente eso lo que vivís, y eso se va a instalar, de manera más y más permanente, aun en esta carne.
Y os daréis cuenta por otra parte, que no tenéis ya cuando vivís esto, el deseo de ir a experimentar a otra Dimensión, ni de viajar en Êtreté, sino simplemente de fundiros en lo que está ahí, y tenéis razón: y si lo hacéis de otra forma, tratad simplemente de dejar que se funda lo que sois en vuestra Eternidad y constataréis los frutos muy rápidamente. Surgirá de vosotros no solo una certeza sino una Verdad total de lo que es la Eternidad.
Y esto ocurre en esta carne. No hay necesidad, para aquellos que no pueden, de ir al Sol. Simplemente, en la Humildad y la Simplicidad, vivir lo que tenéis que vivir y se manifiesta en vuestra propia Dimensión, ya ahora. La puerta de salida, la puerta de la Eternidad está ahí, no están en ninguna otra parte.
Ciertamente, existen conciencias que son susceptibles de intervenir, de manera más densa y más física. Los conocéis: son llamados los Ángeles del Señor. Pero esto tampoco debe haceros olvidar que incluso para ellos, lo esencial es que vosotros encontréis vuestra Eternidad. Y está aquí, no tenéis que buscarla. Simplemente tenéis que acogerla y permanecer en esta Humildad, en esta Simplicidad, en esta tranquilidad: y la Eternidad, la vivís instantáneamente. Y es esta Eternidad la que va a cambiar y hacerse permanente. Y todo lo demás (que solo era efímero, que solo eran construcciones que no durarán) desaparecerá, así simplemente. Entonces, es seguro que hay el Fuego del Cielo que es el bautismo del Espíritu. Está el Agua del Cielo, que es esa cualidad de la Vibración y de la conciencia que es Creadora y que se puede decir que es esa polaridad femenina de la Fuente. Eso es lo que os confiere el retorno a la inmortalidad y la conciencia de la Eternidad. Y esto hay que vivirlo ahora. Y esto no es solamente una experiencia. Solo depende de vosotros que esto sea permanente, desde ahora. Cualquiera que sea la vivencia de este cuerpo de carne, sea lo que vayáis a hacer, o a no hacer, es completamente independiente. Es justamente así como os habréis Liberado de todos los restos de ataduras que puedan existir aun en vosotros: no os ocupéis de ellas. Ocupaos de vuestra vida, cierto: haced lo que la vida os pida hacer. Pero no olvidéis que sois la Eternidad, que lo que viene es la vida Eterna y que habéis dado un paso ya hacia esa Eternidad: una parte de vuestra conciencia lo es. Y es ahí donde se encuentra la Fuente: la fuente de felicidad, la fuente de la Alegría, la fuente misma de la vida aquí, en esta Tierra. Si hacéis eso, comprobaréis muy rápidamente lo que va a ocurrir. Constataréis que veréis cada vez más y más cosas. Muchos Ancianos os lo han dicho. Sean los linajes de depredación, sea la red de partículas adamantinas, sea el descenso de la Luz (en sus diferentes componentes) o si no, todo lo que os fue ocultado a nivel visual, será visto con vuestra mirada de Eternidad, aquí mismo en la Tierra.
Vivir esto, pensar en esto, es ser realmente un Liberador. Porque sois efectivamente Transparentes a la Eternidad. Sois totalmente Transparentes: no interferís con la Luz, no resistís más a la Luz, no os oponéis a nada de lo que es la Eternidad. Permitiéndoos obrar, re-sintetizar este Cuerpo etérico y este Cuerpo de Êtreté, nuevo que es bautizado en el Fuego del Cielo y el Agua del Cielo. Es esto lo que ocurre en vosotros. Corresponde a los diferentes síntomas que este cuerpo puede sentir y que os ha dado un Anciano (ndr: intervención de SRI AUROBINDO, el 1 septiembre). Todo esto es muy real. Todo esto no es simplemente, una pequeña transformación de vuestra vida, hacia más armonía. Es verdaderamente el cambio del mundo, es verdaderamente lo que vosotros llamáis la Ascensión o Traslación dimensional que está en curso, en este momento. Y la forma de vivirlo, la forma en que aceptáis nuestras Comuniones, nuestros contactos, la forma en que tenéis la posibilidad de revivir esto, en cualquier instante, os conforta en lo que Sois, os conforta en la Paz, en la Morada de Paz Suprema. Es eso, la Eternidad. Solo lo que es efímero, que solo existe con intermitencia, es lo que desaparece y desaparecerá totalmente, muy pronto.
Cuando estáis también en esta Comunión, notad que no hay más pensamientos. No hay más pensamientos relativos a mañana, no hay más pensamientos ordinarios. Os instaláis cada vez más, en lo que nuestros Hermanos y Hermanas orientales podrían llamar esa vacuidad, y esa vacuidad, os dais cuenta de que está plena de Amor. Que todo lo que está ahí es Amor y solamente Amor. Muy diferente por supuesto, del mundo de la carne que hemos conocido y que vosotros conocéis aun. Esto os reforzará también en la Simplicidad. Os mantendrá en la Humildad. Y poco a poco, si no es el caso, la Transparencia se hará cada vez más flagrante, cada vez más evidente. Muchos de vosotros (lo sabemos porque lo vemos) comienzan a vivir esto realmente. Y cada día durante este periodo, hasta el equinoccio de otoño, seréis cada vez más, en poder vivirlo y en vivirlo. Ahí está el Amor. Ahí está la Vida Eterna. Ahí está la Eternidad. Todo lo demás os aparecerá como lo que debe ser llevado a su fin, pero os aparecerá cada vez más insulso, sin por ello rechazarlo, sin por ello renegar, sino haciéndolo simplemente porque sabéis que la Vida Eterna está ahí y que os tiende los brazos. Y que en esta Eternidad, no hay más sufrimiento, ni miedo, ni cuestión, porque están todas las respuestas. Es vivir, vivir de otra forma. Es no vivir más en el cuestionamiento y en lo que es limitado. Es verdaderamente estar establecido en ese Absoluto, en lo que es ese Amor indecible. Vosotros tenéis que elegir, y las experiencias que tenéis la suerte de tener, de vivir, deben conduciros sin ninguna dificultad a esto. Porque cuando comprendéis que sois Eternos, porque lo vivís, ¿de qué tendríais miedo? ¿Qué tendríais miedo de perder? ¿Qué hubierais podido perder, si habéis encontrado lo que Sois?
Es a lo que estáis llamados, realmente a vivir durante este periodo, afirmándoos en esta Vida Eterna. Entonces cuando habéis tenido la suerte de vivir una Comunión (con quién sea, con nosotros, como entre vosotros), revivid ese momento, no como un recuerdo sino instalaos en la conciencia de ese momento, que es intemporal, que no es lineal, aunque para vosotros, esta experiencia este inscrita en un momento dado. Está viva y siempre ha estado ahí: basta simplemente pensarla para vivirla. Y, en la medida de vuestros pensamientos, se establecerá como la única Verdad posible, la única respuesta posible. No podréis ya dudar. No podréis entrar en la duda que sea sobre lo que Sois. No creeréis más, no lo supondréis, porque lo seréis cada vez más. Mis palabras son cortas, era simplemente esto lo que tenía que deciros y sobre todo la felicidad de estar con vosotros, aquí.
Si en relación a lo que he dicho, y solamente en relación a esto, si os parce bien, os responderá si tenéis preguntas. Acordaros también que aunque no he sido una de las Estrellas que ha participado de manera más privilegiada, en el Manto Azul de la gracia, estoy también en resonancia, como Estrella, con la Vía de la Infancia y que la Vía de la Infancia será siempre la más directa. Es esa donde se instala, más fácilmente, la evidencia de la Luz y del Amor. Es Abandonarse totalmente al Amor y a la Luz. Es hacerse ese Amor y esta Luz y es ya vivir en Eternidad y la Vida Eterna. Pero os escucho ahora.
Pregunta: ¿podría explicar sobre lo que habéis llamado los linajes de depredación?
Hermano mío, esto lo ha desarrollado de forma muy precisa HERMANO K. Yo te invito por tanto, a leer y releer lo que él dijo. Está muy lejos de mi vocabulario. Él ha explicado ciertamente mucho mejor que yo lo que es (ndr; en particular, su intervención del 20 agosto 2012). Son simplemente los lazos que habéis creado entre unos y otros. Y en esos lazos, cualquiera que sea el amor humano, hay siempre un miedo: el miedo de la pérdida, alguien que es superior y otro que es inferior, está el juicio, está el señalar. Y todo esto ha creado esos famosos linajes de depredación.
Pregunta: ¿cuál es el lazo entre el Cuerpo de Êtreté y el nuevo Cuerpo etérico?
El nuevo Cuerpo etérico es vuestro Cuerpo de Êtreté que percibís como Doble. Ese Cuerpo de Êtreté está revestido cada vez más, por las partículas de la Fuente, más allá de las Partículas Adamantinas, más allá del Espíritu Santo, más allá del Ultra Violeta. Esto da esa componente de Fuego que bien, efectivamente a crear un Cuerpo etérico nuevo: Cuerpo de Luz, Cuerpo inmortal, Cuerpo sin costuras. El Cuerpo de Êtreté, que estaba en el Sol, participa de la misma esencia. Como los Arcángeles os han explicado ampliamente, cuando sois multidimensionales, no sois afectos a una forma precisa. No tenéis un cuerpo sino que tenéis todo los cuerpos. Sois todos los cuerpos. Existe, de todas formas un vehículo, y ese vehículo es el Cuerpo de Êtreté pero no es un cuerpo tal como podéis vivirlo en la carne. No sois tributarios de ese cuerpo, no estáis atados. No está tampoco, fijo a una forma y es totalmente mutable y transformable. No veáis este Cuerpo como coincidente, ni de lejos con el cuerpo de carne. Sino simplemente, lo vivís: es el que sentís.
Pregunta: ¿qué entendéis por el hecho de ver a los Ángeles del Señor de manera más densa?
Para algunos de vosotros, los Ángeles del Señor estarán ahí, con vosotros, en vuestra Dimensión, en vuestro mundo. Los Ángeles del Señor no son Ángeles. Se llamas así, pero son Vegalianos. Ahora, no he dicho que esto concernía a todo el mundo, te invito para eso, si quieres explicaciones más amplias, sobre lo que son los Ángeles del Señor, a mirar lo que uno de ellos ha explicado en el marco de nuestras intervenciones (ndr: VELGAN).
Entre cada una de vuestras cuestiones, comulgamos. Entre cada una de vuestras preguntas, nos acercamos los unos a los otros.
Pregunta: ¿el nuevo Cuerpo etérico estará acabado para el 22 de septiembre?
Aquellos que deberán ser acabados lo serán. Pero, efectivamente, esta fecha que os ha comunicado el Arcángel MIGUEL es importante, para ese trabajo (que no lo es, os lo recuerdo).
Pregunta: ¿cuál es la relación entre la constitución de ese nuevo Cuerpo etérico y el Absoluto?
No hay relación. Simplemente, cuando sois multidimensionales, sois también Absoluto. Navegáis de una forma a otra, podéis decidir ser todas las conciencias a la vez y podéis también, ser Absoluto. No hay barrera, no hay separación. Solo vuestro funcionamiento en el mundo de la carne os hace contemplar todo como separado, todo como dividido, como teniendo barreras y límites, sea en los pensamientos, en las emociones, en lo que vosotros llamáis familia, en relación a otras familias que no son la vuestras. Así es la vida en la división y en la carencia de Amor. Pero en el Amor, todo es pleno. No hay límite a la conciencia, cono a la no conciencia. No hay sombra. No hay sufrimiento. Por tanto la relación, el lazo que puede existir, es simplemente el Cuerpo de Êtreté, como el nuevo Cuerpo etérico que sobrevivirá al antiguo, os pone en resonancia, os reconecta con el Fuego del Cielo y el Agua del Cielo. Y desde ese instante, sois Libres. BIDI os ha llamado (a algunos que lo vivís): los Liberados Vivientes. Porque sois realmente, Libres y esta Libertad no se acomoda a ningún límite de lo que sea. En la Libertad no hay separación, a partir de la Fuente, a partir incluso del Absoluto, hasta la forma más densa que podríais, por ejemplo, recrear en los mundos Libres, sea la que sea, la dimensión de esos mundos. Pero estáis viviendo en una forma, en este mundo, pero estáis en el mismo tiempo, en el mismo espacio (más allá de todo tiempo y de todo espacio, por tanto) inscrito, en conciencia, en toda forma y más allá de toda forma. Nada está separado, nada puede estar encerrado: no hay límite. No se puede imaginar, hay que vivirlo, porque no tenéis ningún medio de representarlo e imaginarlo. Es por eso, por otra parte, que cuando venimos, aquellos de vosotros que perciben su Canal Marial, sienten nuestra Presencia. Y por tanto, me expreso aquí pero estoy también al lado vuestro y puedo estar, al mismo tiempo que me expreso, ahí donde quiero, sin que esto plantee ningún problema (lo que no es vuestro caso). ¿Cómo creéis que MARÍA pueda liberar su Llamada a toda la humanidad? ¿Creéis que pasa por medios técnicos? No. Pasa por vosotros y en vosotros.
No tenemos más preguntas, os damos las gracias.
Hermanos y Hermanas amadísimos, establezcámonos juntos, en la Unidad, en la Comunión, ahí donde no existe ninguna separación y donde el Amor es la única Verdad.
…Compartiendo el Don de la Gracia…
Soy THÉRÈSE de LISIEUX. Os amo. Os digo hasta pronto y permanezco en vosotros si lo deseáis. Adiós.
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