Ana. El Fuego del cuerpo. El Fuego de la Tierra y del Cielo, son la misma Esencia, la misma Vibración, de Luz y Amor.
Bodas Celestiales. 03-09-2012. ¡Compartir!!! ¡Muy Importante!!!
Original en francés.
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
ANNA
3 Septiembre 2012
Soy Anna. Que el Fuego del Amor y de la Comunión esté entre nosotros y con nosotros. Tengo muy pocas ocasiones de hablarles directamente. Más allá de mis palabras y por la coyuntura de la reunión de esta Tierra con el Cielo, y más allá de mis sencillas palabras, les aporto el Fuego. Mis palabras, aportarán a vuestros oídos vuestro Corazón, la resonancia del Fuego y su efecto.
El Fuego que se va a vivir, no es el Fuego que conocen, tal como está presente en esta Tierra. Les hablaré del Fuego de la Tierra, del verdadero Fuego de la Tierra, que retoma, en este tiempo, su poder y su Verdad, más ampliamente, más allá del Fuego que les es conocido. Este cuerpo de materia que ustedes habitan, es materia que debe verse forjada en el Fuego. El Fuego del que hablo es Luz, Vibración, Amor y Paz. Ese Fuego, el cual el reflejo sobre la Tierra, en su acción, es la sangre de la Tierra. Sangre de la Tierra emanando de los volcanes, Despertando de la Tierra, Liberándola de sus limitaciones, así como vuestro cuerpo.
El Fuego de la Tierra y el Fuego del cuerpo, tal como se manifiestan, ahora, son la resonancia del Fuego del Cielo y de la Boda Mística del Sol y de la Tierra. Este Fuego, solo quema lo que no es de su naturaleza: eso que se llama Sombre (o resistencia) en esta Tierra. El tiempo del fuego ha llegado. Éste Fuego, es el Fuego nutriente de La Fuente, del Sol, de la Tierra, del Centro de la Galaxia y algunas Estrellas, que les portan este Fuego. Es el mismo (de la misma naturaleza, de la misma intensidad), que el fuego de vuestro cuerpo, que el Fuego de la Tierra, y el Fuego del Sol. Este Fuego vaporiza y vaporizará todo lo que no es de su propia naturaleza, es decir Amor, Luz y Verdad. Todo lo que no es Amor, todo lo que no es Luz, todo lo que no es Verdad, será vaporizado en el Fuego.
En la carne del cuerpo, algunas conciencias han experimentado el Fuego: el de Cristo, el de Miguel y el de Metatrón. La intensidad y generalidad del Fuego no se dirige a un individuo o a un grupo de individuos, sino a todo el Sistema Solar. Este Fuego, incluso con los ojos de la carne, es una Luz visible que llena todo y vaporiza lo que no es su Naturaleza. El Fuego del Amor en su Luz más densa y al mismo tiempo, el más ligero. En el cuerpo de la carne en que se encuentran, en el cuerpo de la Tierra de esta Dimensión, el Fuego se eleva también en respuesta al Fuego del Cielo, hasta que no haya más distancia, ni diferencia entre el Fuego de la Tierra y el Fuego del Cielo, de donde ellos provienen. Es el mismo Fuego.
Este Fuego es un bautismo. No es el bautismo de la carne del cuerpo solamente. Es más, es el bautismo de la Conciencia, devuelta a sí misma y a su Libertad. Para eso que está inscrito en lo efímero, este Fuego puede ser llamado aniquilación y desaparición. Para la eternidad, para el Absoluto y para el Sí, este Fuego es Aparición. Él es la Verdad, manifestada en la Tierra como en vuestro cuerpo. El bautismo de Fuego es el Fuego del Espíritu. El Supra mental llegado hasta ustedes, hace más de tres décadas, fue el bautismo del Agua del Cielo. Y queda a completar por el bautismo de Fuego. Es esto lo que se completa, y se completará por el Fuego Celestial, rencontrando el Fuego de la Tierra. Fuego traído por Miguel, traído hasta las últimas capas aislantes de la Tierra, y de vuestras capas aislantes.
El Fuego de la Tierra y del cuerpo, abre el capullo de Luz definitivo, quemando todo lo que sólo es sueño, haciendo aparecer, por vaporización y sublimación, la Verdad de vuestro cuerpo Eterno, de vuestras estructuras de Eternidad. Fuego del Cuerpo y Fuego de la Tierra, sostenidos y atizados por el Caballero del Fuego, trabajando sobre la Tierra, en múltiples lugares de la Tierra, que se generalizará como en vuestro cuerpo. La Conciencia, entonces Liberada, o en Liberación, se establecerá en este Fuego que el cuerpo de carne preparado. Esta combustión, que no quema, es Alegría y Amor.
El Fuego del cuerpo. El Fuego de la Tierra y del Cielo, son la misma Esencia, la misma Vibración, de Luz y Amor. No puede superponerse al Fuego que se conoce, aunque algunas de sus acciones sean superponibles. Pero el resultado, estrictamente hablando, no es idéntico a una quemadura del cuerpo de carne. Pero más que eso, el Fuego viene a forjarlos en vuestra Eternidad y en la Verdad (más allá de lo que es dado a ver a los hombres y mujeres encarnados, de ese Fuego, recibido del Cielo y del centro de la Tierra ), y les permitirá vivir por fin la Ultima Verdad del Ser y de la Conciencia.
La preparación del Fuego del Cielo, de la Tierra, y de este cuerpo está en curso. Lo que se ha observado en la Tierra, durante muchos meses, es idéntico a lo que se produce sobre ese cuerpo y en ese cuerpo. Pero la acción sobre la conciencia, no tiene nada que ver con el simple hecho de partir en humo. No hay, en el Fuego del Cielo y de la Tierra, ninguna destrucción, aparte de lo que es efímero y temporal: no eso que ustedes Son. La recepción del Fuego da la respuesta de la Tierra, que es el Agua de Arriba (manifestada en ustedes, como: Onda de Vida o Onda del Éter), dando a alimentar el Fuego del Espíritu.
Acoger el Fuego es acogernos. Acoger el Fuego, es acogerse a ustedes mismos. El Fuego del cuerpo y el Fuego de la Tierra son la respuesta al Fuego del Cielo, en este Matrimonio Místico, Último del Sol y de la Tierra. El Fuego vaporiza y forja, vaporiza lo efímero y forja la Eternidad que ya está ahí. En vuestra conciencia, como en ese cuerpo de carne, esto dará lugar a su intensificación y su intensidad, por una resonancia en la Puerta OD de la Resurrección, que la conduce del ego al Corazón, así como a la Estrella, sobre la cual, el Fuego se lleve, es decir; el Triángulo de la Tierra y el Punto Estrella OD.
La puesta en resonancia del Fuego del Cielo y el Fuego de la Tierra, y la resonancia de la Estrella AL y de la Estrella OD, por la acción del Éter o Punto ER, inducirá, no sólo la percepción de estos puntos nombrados, sino su química profunda, sensible y perceptible en esos dos lugares y alrededor. OD, Fuego de la Tierra y de este cuerpo es la finalización de la Transubstanciación. Lo que desaparece, en un nivel, aparece en otro nivel. El Fuego es el agente. El Fuego de la Tierra y el Fuego del Cielo, unidos en la misma acción que se desarrolla también en este cuerpo de carne.
El fuego es el agente y el operador, así como el catalizador, de la Ascensión de la Tierra y la transformación de este cuerpo de carne. Lo que es desaparición, en un nivel, es aparición a otro nivel. El Fuego del Cielo y de la Tierra (cónyuges en ustedes), como el Fuego del Sol, dando nacimiento a otro Sol, dará nacimiento a lo que jamás ha nacido, sino que aparece para ustedes: Cuerpo de Éter vivificado, Cuerpo de Êtreté y Absoluto de la no-Conciencia. El mismo agente, el mismo catalizador, arriba como abajo, poniendo fin a la separación, poniendo fin a todo efímeros. El Fuego es la Eternidad, bautizando a ustedes e invitándolos a encarnar el Fuego en otra octava...
No hay Fuego que puede dañar a la Verdad de vuestro Ser. Se trata más bien de una forma de regeneración por vaporización. Este Fuego, del cual los signos, de llamada son los Puntos OD (Estrella y Puerta), representan la última Elevación del alma, Al, hacia el Espíritu y hacia la Unidad, necesita de vuestra parte, en el momento oportuno, una cierta forma de reconocimiento, permitiendo la Reconexión total. El Fuego de la Tierra y el Fuego de vuestro cuerpo van a resonar, más rápido y cada vez mas largamente, por la acción de Miguel, de Metatrón, del Sol, de La Fuente, del Sol Central de la Galaxia y por vuestro Fuego, alojado en la parte inferior de la columna vertebral. Todo esto es natural y normal. Viviéndolo, eso será obvio.
El Cuerpo de Luz, el Cuerpo de Êtreté, son naturaleza ígnea. La consumación del Amor, perpetua, es la Verdad. Sólo la persona, en ustedes, puede expresar cualquier cosa contraria. Pero no la Verdad en ustedes. El Fuego es alimento para la Eternidad. El Fuego del cuerpo y de la Tierra preceden la llamada de María, como un elemento de Despertar, como un Anuncio y una Advertencia, dirigida no a vuestra conciencia, sino más bien a los elementos de resistencia presentes en el sistema de control de la mente humana.
El Fuego es un Fuego de Alegría, y no existe en él, lugar para ninguna carencia, ningún sufrimiento, ni miedo, ni duda. Tal es la Naturaleza del Fuego, tal es la acción del Fuego. Lo que está arriba es lo que está abajo, no en el espejo astral, sino más bien viniendo del cielo. Y el Fuego pone fin, como un toque final a la ilusión y al reflejo. El Fuego es el llamado a la Eternidad. Él es también Anuncio y Advertencia, lo que les permite sintonizarse a él. Mis palabras se detienen aquí, pero mi Presencia se mantiene.
...Compartiendo el regalo de la Gracia...
Soy Anna y rindo Gracia a vuestra Luz. Los saludo en el Fuego y el Amor.
Nos vemos más tarde.
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NDR
OD del pecho : en la punta del esternón.
Triángulo de la Tierra.
Los 4 Triángulos Elementales son presentados en la rúbrica "Protocoles - Las 12 Estrellas de María"
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