SIN
OJOS Autres Dimensions 20 de Julio del 2012 con audio
www.autresdimensions.com
Canalización:
Jean Luc Ayoun
Transcripción:
Veronique Loriot
Traducción:
Susana Milan.
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Soy
SIN OJOS, os presento Mi Gracia y acojo la vuestra. Vengo a hablaros
de mi experiencia, esa de mi última presencia en la Tierra, para
intentar haceros aprehender un mecanismo preciso, relativo al hecho
de ver y al hecho de mirar.
Ver, consiste en volver los ojos o la atención hacia eso que desea percibirse y que por tanto va a ser recibido. El ver, en la encarnación depende de los ojos. El ver en lo invisible, en encarnación depende del tercer ojo. Existe como sabéis, la visión Etérica que hace ver lo que subyace a lo visible (pero que no es el Astral). Y después, existe, esto se os ha explicado, la Visión del Corazón. La Visión del Corazón es una expresión, pero la Visión del Corazón está más allá de cualquier mirada y de cualquier ver. Corresponde a lo que los Arcángeles os han repetido a menudo, los Ancianos y nosotras mismas, las Estrellas: todo está en vuestro interior. Entonces, hablar de mi experiencia, es intentar haceros entender lo que ocurre cuando se pasa de un mecanismo a otro. El mecanismo de la visión con los ojos, como de la visión del tercer ojo, está siempre vuelto hacia el exterior y hace abstracción, por supuesto, del Interior. Yo definiría ese Interior, no tanto como una oposición en relación al exterior, sino lo que nace en el Interior de lo que sois, para diferenciarlo de lo que nace en lo que se puede ver en el exterior (se vea con los ojos o con el tercer ojo).
Lo que se ve con los ojos y el tercer ojo no existe: son proyecciones. La totalidad del mundo, de los Universos, efectivamente está presente en cada uno de nosotros. La Visión del Corazón, es esta especie de Reversión, que no lo es, o de Balanceo, que no lo es. Por cierto, en los momentos en que yo pasaba de la visión del lugar donde estaba (que no era una visión de los ojos, sino una Visión Etérica), al momento en que pasaba a la Visión del Corazón, percibía, sentía y vivía un Balanceo. Es como si el total de mi ser basculara de un lado a otro, dando acceso a lo que estaba oculto a la visión de los ojos, como a la visión astral o a la Visión Etérica.
Ver más allá de cualquier mirada, es ver con el Corazón. Ese ver con el Corazón no es simplemente Amar, no es simplemente llevar atención y afecto al mundo visible como al invisible, es volverse hacia el Interior de sí misma. La mejor de las analogías que pueda encontrar, es lo que pasa durante el sueño: hay imágenes, hay impresiones y hay recuerdos. A veces es muy colorido. Por supuesto, los sueños tienen varios orígenes: pueden concernir simplemente, a la vida ordinaria y hacerse hasta proféticos, o anunciadores, o simbólicos. No sois capaces de definir (nadie), al venir de un sueño por la mañana y acordaros, dónde se situaba ese sueño. De igual forma, para aquellos que tienen la posibilidad de explorar lo que yo llamaría en el sentido más amplio, los Universos paralelos o las Dimensiones paralelas, no tenéis ningún medio de saber dónde están. La Visión del Corazón va un poco más lejos, porque hace vivir en ese Balanceo, un desarrollo que es Interior, que no es ya una visión, que no es más una mirada de los ojos, ni del tercer ojo, ni una visión Etérica. Sino que lo que se ve, supera el principio mismo de ver, el principio mismo de percepción, tal como se acaba de explicar y haceros entrar en la vivencia. Esa vivencia no es una experiencia, ni una proyección, ni una forma, ni un color, porque todo está incluido. Es el espacio fuera de todo espacio, donde no existe ninguna separación y ninguna forma y que sin embargo contiene todas las formas.
Si aceptáis no ver más con los ojos, si aceptáis no ver más con el tercer ojo, si aceptáis superar la visión Etérica (sin embargo útil, en este mundo), vais a daros cuenta de que hay un Balanceo, donde la persona que creéis ser desaparece, donde no hay sujeto, no hay objeto, para emplear las palabras utilizadas por los Ancianos, no hay más distancia, no hay más forma, para la conciencia ordinaria y para el ver ordinario: no hay más nada y es ahí, donde todo aparece. Pero lo que aparece no es un ver, ni una forma: esto reúne totalmente la no-percepción que hace ver más allá de la mirada, cualquiera que sea el emplazamiento de esa mirada. Es lo que se podría llamar (como han llamado algunos Ancianos) la Verdadera Sabiduría, que es inmediata y directa y que no pasa por ningún soporte.
Esto está muy lejos de la intuición, está muy lejos del instinto, está muy lejos de la empatía, de la compasión y se ha llamado Absoluto o Gran Espíritu. En mi pueblo, algunos conseguían ir hacia el Gran Espíritu, a Invertirse, a Balancearse y a ver esa forma de conocimiento directo e inmediato que no depende de ninguna forma, de ningún color, de ninguna percepción y sobre todo no es visual, ni siquiera sensorial o extra-sensorial. Esta no-percepción es el Absoluto, es para nosotros: el Gran Espíritu. Es la no-diferenciación en la que están incluidas todas las diferenciaciones. Ver más allá de cualquier mirada es Conocer, es lo que se sitúa después de la Fusión, de la Disolución, es el momento en que no existe más distancia, donde lo uno y lo otro son confundidos, donde el tiempo y el espacio no existen más, dándoos acceso a todos los tiempos, todos los espacios, todas las dimensiones. Es un viaje, pero ese viaje no se produce en una dimensión dada, con reencuentros dados, sino que se produce realmente en el Corazón, no el corazón órgano, no la rueda de energía del corazón, sino más bien: es el Centro del Corazón.
Lo que se recibe en la no-percepción, no es una información que puede ser calificable o cuantificable y sin embargo, todo se ve. Es posible describir una rueda o un bosque al otro extremo del planeta, como en cualquier Dimensión, cualquier cuerpo, por experiencia directa, por fundido directo. Como se ha dicho precisamente, es el momento en que las percepciones se paran, es decir que la distancia desparece. Cuando la distancia desaparece, estáis sumergidos en el Centro del Corazón y es en ese Centro del Corazón donde se despliega la totalidad de lo que puede ser conocido. Este conocimiento no es una visión: es un ver más allá de toda mirada, es inmediato e instantáneo. No es un sentir, no es algo que se pueda definir a través, por ejemplo, de la descripción de una flor que habéis visto o la descripción de lo que podéis ver en visión Etérica (como el sol azul, por ejemplo). Es por tanto La Sabiduría directa, total, de todo. Es ver más allá de toda mirada, es ver más allá de lo que se ve. No es solamente conocer las causas, los detalles. Es realmente, ser Sabiduría. Es realmente, estar en la Visión del Corazón.
Esto viene acompañado de esta noción de Balanceo y la palabra que se podría encontrar también es una invaginación. Esta invaginación os hace penetrar en el corazón del Corazón. Nosotros los indios, decimos que cada animal, cada brizna de hierba, es una parcela del Gran Espíritu, como nosotros los humanos. Pero lo decimos no tanto como creencia, no tanto como adhesión a una cultura, sino más bien como la Esencia de lo que se puede vivir en la Sabiduría. Aceptar que la Sabiduría es sin los ojos, que el Verdadero Ver no puede ser asimilable a lo que sea percibido fuera, es una revolución. Es la revolución que acompaña al Gran Espíritu, al Absoluto, el No Ser, a la No Conciencia. Instalarse en ese ver hace cesar cualquier mirada. Como os ha expresado HERMANO K: por tanto los filtros ya no existen, las capas aislantes no existen. No hay más sentido de identidad, ni de persona: hay lo que Es, hay Sabiduría sin ninguna distancia y sin ninguna posibilidad de interpretación. En el interior de vosotros mismos, en el corazón del Corazón, podéis ver sin rodeos, absolutamente Todo. Daos cuenta de que ese ver no es una imagen, ni una forma, sino un conocimiento inmediato que se puede traducir por vosotros, después, por la descripción de una forma, de un color o de lo que sea, pero no antes. Porque si veis una forma antes de haber balanceado o invaginado vuestra conciencia en esta Sabiduría, eso no es el Verdadero Ver: sigue siendo una visión exterior, una visión Etérica (que es por tanto sublimada), una visión astral.
Este conocimiento que es el Verdadero Ver en el corazón del Corazón, os hace vivir lo que veis. Es el principio mismo del conocimiento. Cuanto veis eso, ningún error es posible. El Balanceo previo va a hacerse más y más fácil. Es como diría uno de los Ancianos, un mecanismo que podría parecer un switch, pero ese switch, ese Balanceo, no concierne a las cosas que se han descrito, sino que concierne verdaderamente al conocimiento que es, por tanto, independiente de la Conciencia, en el corazón del Corazón. Así, cuando os decimos que estamos en vosotros, nos mantenemos muy precisamente en ese lugar. El Universo, los Mundos, Todo está ahí. Y estar ahí, es ser la Sabiduría, es Ver más allá de cualquier mirada. No es ver las causas, no es ver los efectos, sino mucho más que eso. La Vibración o la Sabiduría llega por sí misma, pudiendo después, solamente después, ser traducida en palabras, en forma, en color, en impresión. Esta Sabiduría es por tanto, antes de cualquier impresión, viniendo sobre el filtro de la Conciencia. Ese estado es el estado natural, en otra parte que la Tierra. Más allá del cuerpo astral no hay más sistema ocular y sin embargo todo se ve, todo se percibe, todo se siente. Aplicado a este mundo, ese balanceo, esa reversión, esta invaginación, os hace experimentar y manifestar, más allá de todo lo que se ve. Es eso lo que me ha permitido viajar.
Por supuesto, aquél que ve eso desde el exterior, lo llama un viaje astral, un viaje en conciencia o en espíritu, en el entorno físico o en un entorno no físico. Pero de hecho, ese viaje se realiza en el Interior, en el corazón del Corazón. No es un espejismo o una forma de presentaros las cosas. Es la estricta verdad de lo que se produce, cuando aceptáis ver sin mirar, cuando penetráis el corazón del Corazón, en la Visión del Corazón. Es muy exactamente lo que va a pasar también, en este sistema solar.
Algunos de los pueblos de la Tierra, del otro lado de donde he vivido, os hablan de este mundo como el tiempo de un Sueño o de Sueño. Nuestros Hermanos Ancianos hablan de Maya. La Verdad no es visible en Maya, ni por los ojos, ni por ninguno de los órganos de este mundo, ni por ninguno de los órganos del astral. Porque todo esto sigue siendo algo que se recibe y podéis tener confianza en lo que se recibe, porque solo son reflejos, o mejor densidades o sombras. La Sabiduría, el corazón del Corazón, la Visión del Corazón es la única Verdad. Esto os hace conocer en vosotros, después de un cierto aprendizaje, absolutamente todo sobre este mundo, como de cualquier otro mundo.
Verse más allá de toda mirada no es un ver ordinario, puesto que ese ver, este ver es simple y justamente la ausencia de mirada, la ausencia de discriminación que conduce a la discriminación más fina, sin juicio, sin opinión, en la neutralidad. En el corazón del Corazón, en ese ver preciso, lo que vivís es la Sabiduría que es, una vez más inmediata, que puede ser Vibratoria, pero que en ningún caso, está coloreada de lo que sea. El color viene de la Sabiduría misma y no de lo que se ve. Esos mecanismos forman parte de lo que han anunciado mis Hermanas Estrellas, durante esta semana y que se van a concretar para muchos de vosotros, en la Tierra. Y ver de esta forma os saca de manera definitiva, de todas las miradas separadas, divididas o coloreadas por la emoción o por cualquier otra cosa. Desencadenar esta Visión en el corazón del Corazón, os hace realmente, conocer y reconocer que absolutamente todo Es. Lo que es imposible para la conciencia corporal, como para la conciencia de Sí que es creer que todo se desarrolla fuera y que hay un desplazamiento. Para ir de un punto a otro en este mundo, hay un tiempo y un espacio. Para ir de un punto a otro en el corazón del Corazón, no existe ningún tiempo, ningún espacio, ninguna distancia, ninguna forma, ningún color. Entre mis Hermanas Estrellas, muchas han vivido esto. Todos los conocimientos de nuestra Hermana HILDEGARD, vienen de ahí. No hay un Cielo en otra parte al que ella se haya rendido, no hay una entidad en otra parte, que se le haya aparecido. Todo ocurre en el corazón del Corazón.
El Canal Marial (percibido, de alguna forma) está evidentemente, en el corazón del Corazón, también. Por eso os hemos dicho que nosotros estamos en Vosotros y nosotros somos Vosotros. La percepción del Canal favorece el ver en el corazón del Corazón. El ver en el corazón del Corazón, el ver sin mirar es inmediato.
Esto podría ser una Vibración. Es la Verdadera Visión que escapa a cualquier proyección, a cualquier interpretación y
Ver, consiste en volver los ojos o la atención hacia eso que desea percibirse y que por tanto va a ser recibido. El ver, en la encarnación depende de los ojos. El ver en lo invisible, en encarnación depende del tercer ojo. Existe como sabéis, la visión Etérica que hace ver lo que subyace a lo visible (pero que no es el Astral). Y después, existe, esto se os ha explicado, la Visión del Corazón. La Visión del Corazón es una expresión, pero la Visión del Corazón está más allá de cualquier mirada y de cualquier ver. Corresponde a lo que los Arcángeles os han repetido a menudo, los Ancianos y nosotras mismas, las Estrellas: todo está en vuestro interior. Entonces, hablar de mi experiencia, es intentar haceros entender lo que ocurre cuando se pasa de un mecanismo a otro. El mecanismo de la visión con los ojos, como de la visión del tercer ojo, está siempre vuelto hacia el exterior y hace abstracción, por supuesto, del Interior. Yo definiría ese Interior, no tanto como una oposición en relación al exterior, sino lo que nace en el Interior de lo que sois, para diferenciarlo de lo que nace en lo que se puede ver en el exterior (se vea con los ojos o con el tercer ojo).
Lo que se ve con los ojos y el tercer ojo no existe: son proyecciones. La totalidad del mundo, de los Universos, efectivamente está presente en cada uno de nosotros. La Visión del Corazón, es esta especie de Reversión, que no lo es, o de Balanceo, que no lo es. Por cierto, en los momentos en que yo pasaba de la visión del lugar donde estaba (que no era una visión de los ojos, sino una Visión Etérica), al momento en que pasaba a la Visión del Corazón, percibía, sentía y vivía un Balanceo. Es como si el total de mi ser basculara de un lado a otro, dando acceso a lo que estaba oculto a la visión de los ojos, como a la visión astral o a la Visión Etérica.
Ver más allá de cualquier mirada, es ver con el Corazón. Ese ver con el Corazón no es simplemente Amar, no es simplemente llevar atención y afecto al mundo visible como al invisible, es volverse hacia el Interior de sí misma. La mejor de las analogías que pueda encontrar, es lo que pasa durante el sueño: hay imágenes, hay impresiones y hay recuerdos. A veces es muy colorido. Por supuesto, los sueños tienen varios orígenes: pueden concernir simplemente, a la vida ordinaria y hacerse hasta proféticos, o anunciadores, o simbólicos. No sois capaces de definir (nadie), al venir de un sueño por la mañana y acordaros, dónde se situaba ese sueño. De igual forma, para aquellos que tienen la posibilidad de explorar lo que yo llamaría en el sentido más amplio, los Universos paralelos o las Dimensiones paralelas, no tenéis ningún medio de saber dónde están. La Visión del Corazón va un poco más lejos, porque hace vivir en ese Balanceo, un desarrollo que es Interior, que no es ya una visión, que no es más una mirada de los ojos, ni del tercer ojo, ni una visión Etérica. Sino que lo que se ve, supera el principio mismo de ver, el principio mismo de percepción, tal como se acaba de explicar y haceros entrar en la vivencia. Esa vivencia no es una experiencia, ni una proyección, ni una forma, ni un color, porque todo está incluido. Es el espacio fuera de todo espacio, donde no existe ninguna separación y ninguna forma y que sin embargo contiene todas las formas.
Si aceptáis no ver más con los ojos, si aceptáis no ver más con el tercer ojo, si aceptáis superar la visión Etérica (sin embargo útil, en este mundo), vais a daros cuenta de que hay un Balanceo, donde la persona que creéis ser desaparece, donde no hay sujeto, no hay objeto, para emplear las palabras utilizadas por los Ancianos, no hay más distancia, no hay más forma, para la conciencia ordinaria y para el ver ordinario: no hay más nada y es ahí, donde todo aparece. Pero lo que aparece no es un ver, ni una forma: esto reúne totalmente la no-percepción que hace ver más allá de la mirada, cualquiera que sea el emplazamiento de esa mirada. Es lo que se podría llamar (como han llamado algunos Ancianos) la Verdadera Sabiduría, que es inmediata y directa y que no pasa por ningún soporte.
Esto está muy lejos de la intuición, está muy lejos del instinto, está muy lejos de la empatía, de la compasión y se ha llamado Absoluto o Gran Espíritu. En mi pueblo, algunos conseguían ir hacia el Gran Espíritu, a Invertirse, a Balancearse y a ver esa forma de conocimiento directo e inmediato que no depende de ninguna forma, de ningún color, de ninguna percepción y sobre todo no es visual, ni siquiera sensorial o extra-sensorial. Esta no-percepción es el Absoluto, es para nosotros: el Gran Espíritu. Es la no-diferenciación en la que están incluidas todas las diferenciaciones. Ver más allá de cualquier mirada es Conocer, es lo que se sitúa después de la Fusión, de la Disolución, es el momento en que no existe más distancia, donde lo uno y lo otro son confundidos, donde el tiempo y el espacio no existen más, dándoos acceso a todos los tiempos, todos los espacios, todas las dimensiones. Es un viaje, pero ese viaje no se produce en una dimensión dada, con reencuentros dados, sino que se produce realmente en el Corazón, no el corazón órgano, no la rueda de energía del corazón, sino más bien: es el Centro del Corazón.
Lo que se recibe en la no-percepción, no es una información que puede ser calificable o cuantificable y sin embargo, todo se ve. Es posible describir una rueda o un bosque al otro extremo del planeta, como en cualquier Dimensión, cualquier cuerpo, por experiencia directa, por fundido directo. Como se ha dicho precisamente, es el momento en que las percepciones se paran, es decir que la distancia desparece. Cuando la distancia desaparece, estáis sumergidos en el Centro del Corazón y es en ese Centro del Corazón donde se despliega la totalidad de lo que puede ser conocido. Este conocimiento no es una visión: es un ver más allá de toda mirada, es inmediato e instantáneo. No es un sentir, no es algo que se pueda definir a través, por ejemplo, de la descripción de una flor que habéis visto o la descripción de lo que podéis ver en visión Etérica (como el sol azul, por ejemplo). Es por tanto La Sabiduría directa, total, de todo. Es ver más allá de toda mirada, es ver más allá de lo que se ve. No es solamente conocer las causas, los detalles. Es realmente, ser Sabiduría. Es realmente, estar en la Visión del Corazón.
Esto viene acompañado de esta noción de Balanceo y la palabra que se podría encontrar también es una invaginación. Esta invaginación os hace penetrar en el corazón del Corazón. Nosotros los indios, decimos que cada animal, cada brizna de hierba, es una parcela del Gran Espíritu, como nosotros los humanos. Pero lo decimos no tanto como creencia, no tanto como adhesión a una cultura, sino más bien como la Esencia de lo que se puede vivir en la Sabiduría. Aceptar que la Sabiduría es sin los ojos, que el Verdadero Ver no puede ser asimilable a lo que sea percibido fuera, es una revolución. Es la revolución que acompaña al Gran Espíritu, al Absoluto, el No Ser, a la No Conciencia. Instalarse en ese ver hace cesar cualquier mirada. Como os ha expresado HERMANO K: por tanto los filtros ya no existen, las capas aislantes no existen. No hay más sentido de identidad, ni de persona: hay lo que Es, hay Sabiduría sin ninguna distancia y sin ninguna posibilidad de interpretación. En el interior de vosotros mismos, en el corazón del Corazón, podéis ver sin rodeos, absolutamente Todo. Daos cuenta de que ese ver no es una imagen, ni una forma, sino un conocimiento inmediato que se puede traducir por vosotros, después, por la descripción de una forma, de un color o de lo que sea, pero no antes. Porque si veis una forma antes de haber balanceado o invaginado vuestra conciencia en esta Sabiduría, eso no es el Verdadero Ver: sigue siendo una visión exterior, una visión Etérica (que es por tanto sublimada), una visión astral.
Este conocimiento que es el Verdadero Ver en el corazón del Corazón, os hace vivir lo que veis. Es el principio mismo del conocimiento. Cuanto veis eso, ningún error es posible. El Balanceo previo va a hacerse más y más fácil. Es como diría uno de los Ancianos, un mecanismo que podría parecer un switch, pero ese switch, ese Balanceo, no concierne a las cosas que se han descrito, sino que concierne verdaderamente al conocimiento que es, por tanto, independiente de la Conciencia, en el corazón del Corazón. Así, cuando os decimos que estamos en vosotros, nos mantenemos muy precisamente en ese lugar. El Universo, los Mundos, Todo está ahí. Y estar ahí, es ser la Sabiduría, es Ver más allá de cualquier mirada. No es ver las causas, no es ver los efectos, sino mucho más que eso. La Vibración o la Sabiduría llega por sí misma, pudiendo después, solamente después, ser traducida en palabras, en forma, en color, en impresión. Esta Sabiduría es por tanto, antes de cualquier impresión, viniendo sobre el filtro de la Conciencia. Ese estado es el estado natural, en otra parte que la Tierra. Más allá del cuerpo astral no hay más sistema ocular y sin embargo todo se ve, todo se percibe, todo se siente. Aplicado a este mundo, ese balanceo, esa reversión, esta invaginación, os hace experimentar y manifestar, más allá de todo lo que se ve. Es eso lo que me ha permitido viajar.
Por supuesto, aquél que ve eso desde el exterior, lo llama un viaje astral, un viaje en conciencia o en espíritu, en el entorno físico o en un entorno no físico. Pero de hecho, ese viaje se realiza en el Interior, en el corazón del Corazón. No es un espejismo o una forma de presentaros las cosas. Es la estricta verdad de lo que se produce, cuando aceptáis ver sin mirar, cuando penetráis el corazón del Corazón, en la Visión del Corazón. Es muy exactamente lo que va a pasar también, en este sistema solar.
Algunos de los pueblos de la Tierra, del otro lado de donde he vivido, os hablan de este mundo como el tiempo de un Sueño o de Sueño. Nuestros Hermanos Ancianos hablan de Maya. La Verdad no es visible en Maya, ni por los ojos, ni por ninguno de los órganos de este mundo, ni por ninguno de los órganos del astral. Porque todo esto sigue siendo algo que se recibe y podéis tener confianza en lo que se recibe, porque solo son reflejos, o mejor densidades o sombras. La Sabiduría, el corazón del Corazón, la Visión del Corazón es la única Verdad. Esto os hace conocer en vosotros, después de un cierto aprendizaje, absolutamente todo sobre este mundo, como de cualquier otro mundo.
Verse más allá de toda mirada no es un ver ordinario, puesto que ese ver, este ver es simple y justamente la ausencia de mirada, la ausencia de discriminación que conduce a la discriminación más fina, sin juicio, sin opinión, en la neutralidad. En el corazón del Corazón, en ese ver preciso, lo que vivís es la Sabiduría que es, una vez más inmediata, que puede ser Vibratoria, pero que en ningún caso, está coloreada de lo que sea. El color viene de la Sabiduría misma y no de lo que se ve. Esos mecanismos forman parte de lo que han anunciado mis Hermanas Estrellas, durante esta semana y que se van a concretar para muchos de vosotros, en la Tierra. Y ver de esta forma os saca de manera definitiva, de todas las miradas separadas, divididas o coloreadas por la emoción o por cualquier otra cosa. Desencadenar esta Visión en el corazón del Corazón, os hace realmente, conocer y reconocer que absolutamente todo Es. Lo que es imposible para la conciencia corporal, como para la conciencia de Sí que es creer que todo se desarrolla fuera y que hay un desplazamiento. Para ir de un punto a otro en este mundo, hay un tiempo y un espacio. Para ir de un punto a otro en el corazón del Corazón, no existe ningún tiempo, ningún espacio, ninguna distancia, ninguna forma, ningún color. Entre mis Hermanas Estrellas, muchas han vivido esto. Todos los conocimientos de nuestra Hermana HILDEGARD, vienen de ahí. No hay un Cielo en otra parte al que ella se haya rendido, no hay una entidad en otra parte, que se le haya aparecido. Todo ocurre en el corazón del Corazón.
El Canal Marial (percibido, de alguna forma) está evidentemente, en el corazón del Corazón, también. Por eso os hemos dicho que nosotros estamos en Vosotros y nosotros somos Vosotros. La percepción del Canal favorece el ver en el corazón del Corazón. El ver en el corazón del Corazón, el ver sin mirar es inmediato.
Esto podría ser una Vibración. Es la Verdadera Visión que escapa a cualquier proyección, a cualquier interpretación y
a
cualquier error. Ver así, suprime (como ha dicho HERMANO K,
refiriéndose a la percepción) todos los Velos. Ver en el corazón
del Corazón pone fin a la carencia y por supuesto a los miedos, sea
relativo a la vida exterior llevada aquí, el devenir del Espíritu,
el pasado como el futuro no pueden afectaros. Vivir así (aquí como
en otra parte, lo que no tiene por cierto ninguna importancia) es la
Verdadera Vida, el corazón del Corazón.
Todo lo demás, incluso obedeciendo a las leyes físicas de la visión, está sujeto a cautela y no es la Verdadera Visión. La Verdadera Visión es a la vez sin ojos, como decía MA ANANDA. La Verdadera Visión no es un proceso exterior, ni siquiera Interior: es en el corazón del Corazón. No depende del tercer ojo, ni de los ojos, ni de los humores: es la Sabiduría. Así, cuando se os ha repetido que todo estaba en vosotros, es la estricta Verdad, la más absoluta, la más íntima, la más evidente. Todo se desarrolla en el corazón del Corazón, porque es la Sabiduría y esta Sabiduría va desde el punto más denso al punto más ligero, de la Dimensión más física a la más etérea, haya forma o no haya forma. Esto se vive inmediatamente en la Sabiduría que por supuesto, después de un movimiento invertido, traduce esto en palabras, identidades, identificaciones, pero eso tiene poca importancia.
Todo lo que vivís o viviréis, desde hace algunos meses y en estos pocos meses que vienen, tiene relación con esto. Lo que vuestros ojos os hacen ver no es la Verdad. Lo que las proyecciones astrales os hacen ver, tampoco son la Verdad. Son verdades que están inscritas en lo efímero y, de alguna forma en una ilusión. Se hará muy fácil diferenciar incluso en el plano sutil, la visión astral de la Visión en el corazón del Corazón o Sabiduría. Los conocimientos accesibles a vuestros ojos, como el tercer ojo, solo conciernen a sus mundos respectivos. La Sabiduría de la que os hablo, no tiene nada que ver con la persona, nada que ver con un mundo dado, porque transciende absolutamente todos los mundos y todas las percepciones. Vivir ese ver, ese ver ahí, es no ser ya tributario de cualquier ilusión, es no atascarse más con algo superfluo, es vivir permanentemente lo esencial: el corazón del Corazón. La venida y el retorno del Gran Espíritu, con sus Cuatro Jinetes, como decía mi Hermana SNOW (ndr: su intervención del 19 julio), viene precisamente a revelaros todo esto con una gran facilidad, una gran evidencia, desde el instante en que no sois tributarios o estais atados a lo que sea, o a quien sea. Os invito entonces, en vuestros momentos Interiores (le llaméis Alineamiento, meditación, plegaria) antes de adormeceros, estableceros en el corazón del Corazón. El corazón del Corazón es el centro de la rueda, es lo que no gira. Eso no es pues, ni el Fuego del Corazón, ni el chakra del Corazón, sino más bien el espacio íntimo que se resume en un punto en el Centro del chakra del Corazón.
Si penetráis esta visión, no tendréis ningún problema de mirada o de duda. Esto participa ampliamente y puede producirse al mismo tiempo, antes o después de la Resurrección, la vuestra como la de la Tierra. He aquí algunas frases que SIN OJOS tenía que daros. No os planteéis la cuestión en adelante, de definir ese ver, más allá de cualquier mirada y la visión en el corazón del Corazón, sino más bien, poneros sobre el mecanismo que se produce y se producirá en el momento en que entréis en la Verdadera Visión. Yo lo he traducido lo mejor que he podido: Balanceo, Reversión, invaginación. Quizá vosotros emplearíais otras palabras, pero en todo caso, referenciáis lo que pasa en vosotros, en ese momento, en la Conciencia, en el cuerpo, en el entorno. Porque esto será siempre, para vosotros, lo mismo, el mismo desarrollo. Ver más allá de toda mirada, ver con el corazón, es el testimonio de vuestra Resurrección a venir o venida. El ver con el Corazón os carga, si se puede decir, con una gran responsabilidad que es la no injerencia, el no juicio. Y además, viendo con el Corazón, constataréis que todo lo que formaba parte del juicio, del discernimiento, desaparecerá totalmente. Veréis que es la única Verdad.
SIN OJOS os bendice, en el Gran Espíritu y en la Gracia, diciéndoos hasta más tarde.
Todo lo demás, incluso obedeciendo a las leyes físicas de la visión, está sujeto a cautela y no es la Verdadera Visión. La Verdadera Visión es a la vez sin ojos, como decía MA ANANDA. La Verdadera Visión no es un proceso exterior, ni siquiera Interior: es en el corazón del Corazón. No depende del tercer ojo, ni de los ojos, ni de los humores: es la Sabiduría. Así, cuando se os ha repetido que todo estaba en vosotros, es la estricta Verdad, la más absoluta, la más íntima, la más evidente. Todo se desarrolla en el corazón del Corazón, porque es la Sabiduría y esta Sabiduría va desde el punto más denso al punto más ligero, de la Dimensión más física a la más etérea, haya forma o no haya forma. Esto se vive inmediatamente en la Sabiduría que por supuesto, después de un movimiento invertido, traduce esto en palabras, identidades, identificaciones, pero eso tiene poca importancia.
Todo lo que vivís o viviréis, desde hace algunos meses y en estos pocos meses que vienen, tiene relación con esto. Lo que vuestros ojos os hacen ver no es la Verdad. Lo que las proyecciones astrales os hacen ver, tampoco son la Verdad. Son verdades que están inscritas en lo efímero y, de alguna forma en una ilusión. Se hará muy fácil diferenciar incluso en el plano sutil, la visión astral de la Visión en el corazón del Corazón o Sabiduría. Los conocimientos accesibles a vuestros ojos, como el tercer ojo, solo conciernen a sus mundos respectivos. La Sabiduría de la que os hablo, no tiene nada que ver con la persona, nada que ver con un mundo dado, porque transciende absolutamente todos los mundos y todas las percepciones. Vivir ese ver, ese ver ahí, es no ser ya tributario de cualquier ilusión, es no atascarse más con algo superfluo, es vivir permanentemente lo esencial: el corazón del Corazón. La venida y el retorno del Gran Espíritu, con sus Cuatro Jinetes, como decía mi Hermana SNOW (ndr: su intervención del 19 julio), viene precisamente a revelaros todo esto con una gran facilidad, una gran evidencia, desde el instante en que no sois tributarios o estais atados a lo que sea, o a quien sea. Os invito entonces, en vuestros momentos Interiores (le llaméis Alineamiento, meditación, plegaria) antes de adormeceros, estableceros en el corazón del Corazón. El corazón del Corazón es el centro de la rueda, es lo que no gira. Eso no es pues, ni el Fuego del Corazón, ni el chakra del Corazón, sino más bien el espacio íntimo que se resume en un punto en el Centro del chakra del Corazón.
Si penetráis esta visión, no tendréis ningún problema de mirada o de duda. Esto participa ampliamente y puede producirse al mismo tiempo, antes o después de la Resurrección, la vuestra como la de la Tierra. He aquí algunas frases que SIN OJOS tenía que daros. No os planteéis la cuestión en adelante, de definir ese ver, más allá de cualquier mirada y la visión en el corazón del Corazón, sino más bien, poneros sobre el mecanismo que se produce y se producirá en el momento en que entréis en la Verdadera Visión. Yo lo he traducido lo mejor que he podido: Balanceo, Reversión, invaginación. Quizá vosotros emplearíais otras palabras, pero en todo caso, referenciáis lo que pasa en vosotros, en ese momento, en la Conciencia, en el cuerpo, en el entorno. Porque esto será siempre, para vosotros, lo mismo, el mismo desarrollo. Ver más allá de toda mirada, ver con el corazón, es el testimonio de vuestra Resurrección a venir o venida. El ver con el Corazón os carga, si se puede decir, con una gran responsabilidad que es la no injerencia, el no juicio. Y además, viendo con el Corazón, constataréis que todo lo que formaba parte del juicio, del discernimiento, desaparecerá totalmente. Veréis que es la única Verdad.
SIN OJOS os bendice, en el Gran Espíritu y en la Gracia, diciéndoos hasta más tarde.
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