MENSAJE DEL PADRE/MADRE DE LA FUENTE DE DIOS....
Mensaje
del Padre/Madre,
de la Fuente, de Dios para la
Humanidad
18/06/2012
“El
mensaje es mío, es del Padre/Madre, de la Fuente, de Dios, cómo
queráis llamarme. Tienes que decirle a mi pueblo que es el momento
de centrarse en sí mismos, de buscar hacia dentro, de liberar el
ser divino, el ser de luz que llevan dentro, de la prisión creada
por sí mismos y por la Sociedad.
Cada
ser, independientemente, es más sabio que el colectivo. En una
sociedad son unos cuantos los que deciden las normas que más les
convienen, pero esas normas que aparentemente regulan, ordena y
uniformizan, también imponen y asfixian; van muchas veces en
contra de la naturaleza del propio ser y de su esencia divina. Creo
que ahora ya va filtrando, en la Sociedad, la idea de que no hay
nada bueno, ni nada malo, sólo existen consecuencias. Tampoco
existen casualidades, las cosas pasan según lo que uno piensa, lo
que uno desea.
Diles
a todos que vigilen sus pensamientos.
Los
pensamientos se concretan en palabras y las palabras en actos. Eso
ya lo dije anteriormente. Ya estuvo escrito para que muchos lo
leyeran, pero todavía no ha llegado a todos, por lo tanto, lo
vuelvo a repetir. Es el momento ahora de buscar en uno las
respuestas a los problemas. Las respuestas nunca están fuera,
siempre están dentro. Muchos seres de luz ya están trabajando en
esta dirección, pero necesitamos que muchos más lo hagan.
Que
no se engañe nadie, la crisis que tanto anuncian hoy en día, es
un acontecimiento creado por unos cuantos que se está volviendo
cada día más grande por los pensamientos colectivos de muchos.
Esa realidad podría cambiar en un instante, si todos esos muchos
cambiaran su pensamiento; es más, ni sería necesario que lo
hicieran todos, con una buena parte, ya sería suficiente.
¿Cuándo
asumiréis que sois los creadores de vuestras vidas?
Antes
lo hagáis, antes seréis libres de todas las imposiciones
sociales, de todas las trabas de vuestra mente y las ilusiones que
creáis con vuestro ego; él os diferencia, pero no es necesario
que lo alimentéis, pues todos sois una parte del todo.
Todos
sois iguales, aunque diferentes.
Compartís
la misma esencia aunque no las mismas experiencias; ellas son
únicas para cada uno de vosotros y eso es lo que os hace especial
a cada uno, y digo especial no
digo mejor. Ningún ser esmejor que
otro. Ni tan siquiera el ser humano es mejor que
los animales o las plantas, o las piedras, las estrellas, etc. Cada
ser vivo experimenta una realidad distinta, siente y percibe desde
su ángulo particular, pero eso no quiere decir que unos sean
mejores que los otros. Ya es el momento de que valoréis y cuidéis
vuestro entorno, cada planta, cada animal es tan valioso como
vosotros mismos; la propia Tierra es igual de valiosa.
Imaginaros
que cada día desmontáis un ladrillo de vuestra propia casa, del
lugar cómodo y agradable en el que moráis. Cada día vais sacando
uno, sin reponerlo, sin preocuparos de la estructura que os
alberga. ¿Qué pasará al cabo de un tiempo? La casa se va a
venir abajo ¿verdad? ¿Qué pensaríais entonces de vosotros
mismos? ¿Qué eso no tiene nada que ver con vosotros? ¿Os
lamentaríais preguntándoos por qué el destino es tan
cruel, por qué os trata tan mal la vida?
Esto
os parecería descabellado si se lo oyerais a otros. Pero cuando
sois vosotros los que lo decís, ¿qué pasa entonces? Os permitís
desplazar la autoría de esa destrucción continua; ya no sois
vosotros los “culpables”. No, es Dios, el destino, la vida, los
políticos, etc. Cada vez que pensáis que el creador de
vuestros infortunios es otro, os estáis perdiendo a vosotros
mismos. Ahora es el momento de despertar y ver lo que estáis
decidiendo cada día, despiertos o dormidos; observar vuestros
pensamientos y relacionarlos con los acontecimientos de vuestra
vida.
Hemos
hecho un Pacto hace muchos años. Yo os he creado a mi imagen y
semejanza. ¡Sí, sois todos iguales que yo! Y no sólo vosotros,
los seres humanos, que os consideráis una raza superior, sino que
también las plantas, los animales, los minerales, las estrellas,
los planetas, cada partícula de materia, cada rayo de luz, todo lo
que podéis ver, tocar , sentir; todo lo que conforma vuestra
realidad está imbuido de mi presencia. Yo soy el creador y os he
hecho creadores. Vuestra materia prima es la energía. Para que
podáis ser, auténticamente, creadores, es necesario que
dispongáis de libre albedrío y ese, es parte del Pacto que tengo
con vosotros. Sois libres de crear y experimentar todo lo que
deseéis.
A
través de la experimentación se desarrolla la vida. Esa es su
razón de ser. La experimentación os aporta consciencia. Ya tenéis
todos mucha sabiduría innata, está en vosotros, y vosotros sois
los que podéis limitarla o ampliarla según la perspectiva
que decidáis tener. Por lo tanto, ¿en qué
se concreta vuestro libre albedrío? En vuestra capacidad
para decidir, para crear lo que decidáis crear;
la creación es la materialización del pensamiento, es decir, que
la energía se transforma en materia, en algo visible y tangible.
Pero no os equivoquéis, lo que creáis es una ilusión, es un gran
teatro en el que vais a interpretar vuestro papel. Esa
interpretación es la que os va a permitir experimentar lo
que deseáis, es decir, lo que habéis
decidido experimentar en cada vida. Por lo tanto, mi
Pacto con vosotros es satisfacer todos vuestros pedidos, vuestros
deseos, vuestros pensamientos. Vosotros creáis y yo permito esa
creación, os concedo todos vuestros deseos. Ese es nuestro Pacto.
Probablemente,
muchos lo hayáis olvidado, pero seguro que al leer mis palabras
sentiréis un cosquilleo interno, una vocecita que os dirá: “Es
así, hazle caso.” Esa vocecita es vuestra sabiduría, vuestra
divinidad. ¡Sí, sois divinos! Recordad que os he hecho a mi
semejanza. Esa vocecita, podéis callarla o escucharla, esa también
es vuestra elección. Si la escucháis, os permitiréis desarrollar
vuestra sabiduría interna, y vuestra vida, sin duda, será más
agradable, placentera, auténtica y fácil. Si no la escucháis, os
sentiréis permanentemente divididos, fracturados, desarmonizados.
Si no escucháis vuestra voz interna, estaréis negando lo que
sois: hij@s de Dios, seres divinos, seres de luz. La
oscuridad en vosotros, es lo que os permite experimentaros como
seres de luz. Sin ella, no sabríais lo que sois realmente.
Cada elemento cumple su función; no hay nada malo, ni bueno.
Todo
está ahí por una razón. No existen las casualidades. Cada uno de
vosotros crea lo que necesita experimentar, por lo tanto mirad
hacia adentro con ojos amorosos, dejad de ser vuestro juez y el de
todos. Aceptaros como sois y decidid cambiar
lo que ya no os sirve. ¡Es así de fácil! Todas las mañanas y
las noches, y cada vez que lo necesitéis, higienizad vuestros
pensamientos. Hoy en día valoráis mucho el cuidado corporal, es
sin duda importante, pero más efectivo acompañado de una buena
higiene mental. Observaros, aceptaros, siempre desde el amor, desde
el corazón. Es mágico. Vuestra vida es lo que vosotros
pensáis, habláis y hacéis. Está en vuestras manos
cambiarla.
Yo
siempre estoy a vuestro lado, para ayudaros. Siempre estoy
dispuesto a hablaros si me queréis escuchar. Siempre me podéis
ver, si lo deseáis. Estoy en todas las cosas visibles e
invisibles. Estoy dentro de cada uno de vosotros, y, poco importa
cómo me llaméis, poco importa cómo me veáis, yo me puedo
manifestar de todas las formas que vuestra imaginación os permita
crear. Yo soy todo y estoy en todo. Cuando despreciáis algo o
alguien, pensad que yo también estoy ahí.
Si
buscáis la salvación, buscad en vuestro interior. Ese es el
camino. Si necesitáis mi ayuda, pedidla; yo os
entregaré fielmente lo que deseáis, aseguraos sólo de desear lo
que verdaderamente queréis. Si vuestros pensamientos están
alineados con vuestras palabras y acciones, sin duda vuestra vida
será el reflejo de vuestras decisiones, de vuestros deseos.
Meditadlo. El camino está en vosotros. El ruido de la calle, las
luces de las ciudades pueden a veces haceros creer que las
soluciones están fuera, que otros pueden cambiar vuestra vida,
satisfacer vuestras necesidades, que la riqueza o la abundancia se
encuentran en el dinero, en lo externo.
Ya
os vais dando cuenta de que no es así, bendecid esta crisis que os
está obligando a buscar hacia dentro los recursos para seguir
adelante. No temáis miraros al espejo, y cuando lo hagáis, sed
amorosos con vosotros mismos. Sois valiosos. Gracias a vosotros yo
también puedo experimentarme a mí mismo. Gracias por todo ello.
A través de cada uno de vosotros, de vuestra particular y especial
manera de experimentaros a vosotros mismos, puedo yo experimentarme
a mí mismo. Yo os acompaño en todo, soy el todo y la parte, igual
que vosotros.
¡Sed
Felices! El propósito de vuestra vida no tiene por qué ser
el sufrimiento, si no lo deseáis así. Experimentad lo que
realmente deseéis experimentar, eso es vuestro “secreto”, lo
que os hará felices. Iniciad el camino hacia adentro cuanto antes,
y para los que ya estáis en ello, seguid con ahínco, las
maravillas que os encontraréis por el camino os harán sentir
dichosos, y, si dudáis de mi palabra, decidid conocer a alguien
que sigue su camino.
El
sufrimiento os permite saber lo que es el goce. No tiene por qué
ser eterno. Os amo a todos tal y como sois, en cada momento de
vuestra evolución. Os amo sin condiciones. Amaros a vosotros
mismos de la misma manera. Amad a todo lo que os rodea, aceptad lo
que no podáis amar; la aceptación os conducirá al amor. El amor
sanará todas vuestras “heridas”, os hará Uno con el Todo.
El
amor es vuestro poder. Sois amor, esa es vuestra esencia. Os amo,
amaros los unos a los otros, amaros a vosotros mismos,
incondicionalmente, ese es el camino.”
Padre/Madre,
Creador, Fuente, Dios como queráis llamarme.
Canalizado
por Rita Hidalgo Carrete, 18/06/2012.
Este texto puede ser
compartido siempre y cuando no sea modificado y se envíe en su
totalidad.
Fuente: www.agartam.com
GHB
- Información difundida por http://hermandadblanca.org/
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