Espiritualidad Y SexoComentario sobre las Transmisiones
Parte IV
Por Daniel Jacob
MUCHAS
ALMAS ESTAN DESPERTANDO dentro de
la Comunidad Metafísica y languidecen por la intensidad de la
frecuencia vibratoria actual de nuestro Planeta. Nos estamos moviendo
hacia un lugar que se encuentra, literalmente, entre el Cielo y la
Tierra. Aquellos de nosotros que somos originarios de la Tierra
estamos necesitando una aceleración, un empujón, para poder lograr
la posición exaltada que nos espera. Los que tienen su origen fuera
del planeta y están tomando forma humana ahora, deben encontrar
continuamente la forma de adecuarse a nuestra energía, para que no
les hagamos explotar sus sistemas de luz o friamos las delicadas
sensibilidades de quienes ansían acercarse a nuestro núcleo
energético radiante.
Tarde
o temprano, todos seremos UNO, tanto en sustancia como en propósito.
Aunque ahora nos veamos los unos a los otros difusamente, como
reflejos en un espejo, algún día veremos todo clara y directamente.
Esta danza que tiene lugar entre los mundos, y entre los “mortales”
y los “inmortales”, es nuestra mismísima Fiesta de Bodas de las
Edades.
En
cuanto a la intersección
de la Espiritualidad y el Sexo, el Apóstol Pablo (también conocido
como el Maestro Hilarión) tiene mucho que decir. Uno de sus
comentarios principales se encuentra en su epístola a los Gálatas,
donde declara: “Andad
en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la Carne.
Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el
espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otra se
oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Pero si os guiáis
por el espíritu, no estáis bajo la Ley.”
La
creencia en esta contradicción (Espíritu versus Carne) es un
marcador de una Mentalidad de Separación, un
subproducto del intelecto humano distorsionado. ¿Recuerdan
la maldición, que tenía por objeto dejarnos fuera del Jardín para
siempre? “El día que comais el fruto
de ese árbol, seguramente moriréis.” Y
así es que los que se atreven a colocarse entre las dos fuerzas
opuestas (Carne y Espíritu) suelen sufrir en gran forma, y algunos
realmente mueren. Creo que aquí reside el origen energético de un
desarrollo que se intensifica gradualmente en las Enfermedades de
Transmisión Sexual, que nacen del deseo desenfrenado,
buscando trascender la culpa innata, la vergüenza, la vacilación y
la duda intrínseca de uno mismo.
“Pero
vosotros seguramente NO moriréis,” le dijo
la Serpiente a la mujer (Eva, en el Viejo Testamento de la Biblia).
“Porque
el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán y seréis como
dioses, conociendo el bien y el mal.”
Muchos
consideran que comer ese “fruto prohibido” equivale a la pérdida
de la inocencia que tiene lugar cuando alguien se vuelve sexualmente
activo. “Conocerse” el uno al otro (sexualmente) es romper la
barrera que separa un alma de otra. En las mujeres, se lo simboliza
por la ruptura del himen, casi siempre acompañada por la pérdida de
sangre. Un simbolismo de extrema potencia que se puede encontrar en
muchas, pero muchas tradiciones religiosas. En los hombres, hay un
despertar del deseo y la necesidad de una conexión sublime que
oscila entre la agonía y el éxtasis ¡dependiendo de si la oferta
coincide con la demanda inmediata!
LAS
PUERTAS DEL CIELO Y DEL INFIERNO
¡La
leyenda que dice que nuestra entrada de regreso al Jardín está
impedida y custodiada por Querubines (Ángeles infantes) blandiendo
espadas flamígeras, es prueba fehaciente de que la instrucción de
las Reconexiones respecto a la búsqueda de nuestra propia Esencia
del Niño Mágico llega muy a tiempo! Algunas de estas nociones se
expusieron previamente en esta serie. El lector puede buscar en los
archivos para volver a verlo de ser necesario. Pero realmente la
humanidad apenas ha empezado a rascar la superficie para comprender
la importancia de nuestros Niños de la Nueva Tierra que sirven como
guías hacia esta belleza y conocimiento interior dichosos. Diremos
más sobre esto en su momento, aunque estamos viéndolo ahora, en mi
otra serie titulada “Una Sociedad Amiga del Niño.”
Una
vez se canalizó a una entidad muy sabia que dijo: “Ustedes deben
aprender a seguir a su espíritu sin vacilar. Si no lo hacen,
acabarán siguiendo a sus vacilaciones sin espíritu.”
No
hay aspecto de la vida donde este dicho tenga más relevancia que en
la intersección de la Espiritualidad y el Sexo. Y aún cuando
nuestra sociedad está repleta de “No debes...” con
respecto a la administración de nuestra energía sexual, a veces se
comete un “pecado” más grande si uno deja pasar una oportunidad
emocionante y luego se pasa el resto de su vida preguntándose “¿qué
hubiera pasado si...?” Y así es. ¿Ser o no ser?
¿Danzar o no danzar? Las Puertas del Cielo (y del
Infierno) se abren en ambos sentidos.
Mientras
escribo este artículo estoy pensando en una maravillosa miniserie de
televisión producida a partir de la novela premiada de Colleen
McCullough “El Pájaro Canta Hasta Morir”. El protagonista es un
sacerdote católico/arzobispo/cardenal, torturado y vacilante,
representado por Richard Chamberlain, quien se enamora en su juventud
de una joven (representada como adulta por Rachel Ward). Ella se
adueña totalmente de su corazón, aunque él nunca cede del todo
ante ella hasta que llega su hora de morir.
La
historia es una experiencia abarcadora de muchos temas que se están
tratando en “Espiritualidad y Sexo” y la recomiendo sinceramente
a quienes aún no la han visto. Comer del “fruto prohibido” y
“engañar a Dios”, como muestra deliciosamente el guión, en
última instancia es imposible. Y la profunda interacción y el
choque entre Madre e Hija al respecto (Jean Simmons representa
el papel de la madre) es conmovedor y sabio. La historia finaliza con
el Padre Ralph contándole a Meggie (el objeto de su amor)
el relato de los pájaros del espino justo antes de morir.
Todo
esto nos devuelve justamente a un cruce último entre el miedo y la
fe, en el que Eva elige sin vacilar la amonestación de la serpiente
en lugar de las advertencias del Señor. Ella prueba el
fruto y despierta. Y conduce a su hombre a hacer lo mismo. Cuando
el Padre Ralph termina rindiéndose a los encantos de Meggie en
la película, lo que resulta en un hijo (Dane), se crea todo un nuevo
giro de redención al probar el fruto prohibido. Sí, hay dolor y hay
muerte. Pero también se encuentra armonía, al unir la
pasión con la dedicación a Dios. Como dice otro personaje de la
historia: “A veces uno no puede ser realmente sacerdote si no se ha
permitido primero ser hombre.”
FUEGO
SERPENTINO
Las
activaciones que están llegando ahora al Plano Terrestre son
múltiples e intensas. Aunque en el relato del Jardín del Edén se
interprete tradicionalmente el papel de la serpiente como
sencillamente “maléfica”, muchas analogías internas de la
Biblia no lo apoyan.
La
simbología de la serpiente involucra a los dos géneros. Es fálica
en su imagen, simbolizando la fuerza masculina que existe en todos
nosotros. Nos muerde e infunde poder y propósito, que es su
naturaleza seminal. En Sudamérica, los Chamanes realmente se hacen
picar por escorpiones justo antes de iniciar una ceremonia o un
trance. El veneno aumenta el poder espiritual, o al menos eso dicen
ellos.
En
las Religiones de la Diosa, especialmente en los Templos de Isis, la
serpiente era un símbolo poderoso del Poder Divino Femenino y a
menudo se la utilizaba como ornamento en un tocado o una corona.
Ahora
es útil introducir la idea del Fuego de Kundalini, (1) o el
despertar de la energía primordial, ya que se relaciona con el viaje
espiritual de la persona. Kundalini tiene que ver con serpientes y
tiene que ver totalmente con el poder que se mueve a través de la
parte baja del cuerpo como “Energía de la Tierra”. Es una
manifestación del ser primordial, del yo instintivo, que se puede
conectar mejor con los elementos: las mareas, el viento, la energía
animal, el suelo y el ritmo de la vida.
El
cuerpo humano está diseñado para canalizar esta energía. Cuando
Kundalini despierta, se origina en la base de la columna (o los
ovarios, en la mujer) y asciende por el canal central (también
llamado “sushumna”). A medida que la energía asciende, se
encuentra con partes de la personalidad humana al recorrer
los chakras, o centros de energía del cuerpo.
En
cierto sentido, cada uno de nosotros es un fragmento del Alma
Planetaria total que se extiende hacia el cielo. El proceso de
extenderse, o “ascender” no carece de peligros o de miedos. Nos
estiramos para alcanzar el cielo, pero también nos encogemos ante lo
que podríamos encontrar. Como descubriremos después en esta serie,
el cielo también se estira para encontrarse con
nosotros. Muchas relatos sobre “objetos voladores no
identificados” son tan viejos como la antigüedad misma. Escondidos
en el Vaticano hay Cuadros del Renacimiento que muestran platos
voladores. Se cree que mucho del folklore sobre los “ET” se basa
en los “Dioses del Cielo” que buscan hacer contacto con nosotros,
así como nosotros ansiamos hacer contacto con ellos.
El
simbolismo de los “Encubrimientos del Gobierno” (2) respecto a la
presencia y propósito de la Inteligencia Extraterrestre y otras
informaciones sabrosas, se refiere directamente al “encubrimiento”
que tiene lugar en la mente y el corazón de cada uno respecto a qué
es lo que va a dejar entrar y qué va a filtrar y desechar.
Las
Reconexiones lo explicaron hábilmente: “Determinar qué existe, es
más bien un asunto de la percepción que de la existencia. Todo
existe, pero no todo es percibido”. En muchos sentidos, nuestro
deseo de filtrar la percepción sobrenormal y el
conocimiento suele equipararse a nuestro deseo de frenar el flujo del
Fuego de Kundalini cuando intenta ascender por el canal espinal.
Entonces, cuando pasa por nuestro Segundo Chakra, hay una
excitación para estimular y eyacular nuestro poder dentro de un
compañero sexual que ayude a dirigirlo de vuelta hacia la Tierra (en
lugar de extenderlo hacia el cielo) o que produzca un niño físico
con el que pasaremos tiempo ensayando las conexiones faltantes con
nuestro propio Niño Mágico.
El
equilibrio entre la decisión y la vacilación le pone un “tono”
a la vida de cada uno. Cada uno existe como una cristalización de la
materia que representa el tira y afloja entre muchos pares de fuerzas
opuestas. Por ejemplo: el MIEDO y la FE. Algunos
encarnamos un coraje total y una valentía temeraria. Otros
representamos el otro extremo del espectro y rara vez salimos de casa
por miedo a que nos pase algo terrible. Sin embargo, la mayoría de
nosotros está en algún punto intermedio, que es ese lugar de FUSION
que la humanidad está explorando en esta época.
Desde
el momento en que el cuerpo se empieza a mover por su cuenta, el
sistema nervioso y muscular empieza a compensar este conflicto entre
la curiosidad y el miedo. El niño empieza a correr con entera
confianza y abandono. Quiere alcanzar todas las cosas, ¡y
vuelve locos a sus padres! Sin embargo, hay ocasiones en que sus
movimientos le producen resultados dolorosos en lugar de agradables.
Tal vez su mano toca sin querer una llama, o quizá un giro
descuidado hace que caiga mal y se rompa un brazo o se raspe la
pierna. Ciertamente podemos ver cómo todo esto se refleja
en las áreas de las relaciones y la sexualidad también, ¿no es
así?
Cuando
un niño se encuentra con dificultades como resultado de su
exploración, puede aprender a responder de diversas maneras.
Ciertamente puede elegir retirarse y no volver a explorar nunca más.
Muchos han aprendido a ser muy pasivos como respuesta a algún trauma
sufrido en la niñez temprana. Por otro lado, la resistencia o las
dificultades encontradas en una exploración también pueden hacer
que el niño se vuelva muy “decidido”. ¡Como una oruga que
empuja para salir de su capullo, muchos niños aprenden a ser tenaces
para obtener lo que quieren y hacer lo que desean, sin importar las
consecuencias!
Terminaré
este artículo con una cita de una de las transmisiones sobre
“Espiritualidad y Sexo” que resume muy bien lo que estamos
tratando aquí. Sus preguntas y comentarios serán muy bienvenidos.
EL
REGRESO AL JARDÍN
“La
simbología mítica del Jardín del Edén, con toda su belleza y
esplendor, trae consigo la imagen de niños inocentes jugando
alegremente en presencia de un Dios Padre-Madre amoroso que adora
cada movimiento de ellos, cada exploración. Una vez que un padre o
madre abandona “cualquier asunto” que lleve acerca de ciertos
actos o actitudes, una energía de belleza y gracia llena toda la
creación. Y aunque a ciertos Dioses se los haya llamado
“Todopoderosos”, “Omnibenevolentes” u “Omnipresentes”,
siempre hubo un mensaje subyacente de que ellos NO TOLERAN ciertas
cosas, mientras que otras acciones o actitudes son bastante
deseables. Esta representación sería la proyección de una
Humanidad Tridimensional Fragmentada sobre la faz del Sagrado UNO.
Pronto desaparecerá la necesidad de tales ideas, a medida que la
Humanidad comience a integrar lo que realmente es ser el Uno
COMPLETO.
Cada
nueva “generación” es una nueva oportunidad para redescubrir la
belleza, la diversidad y la simetría de la Vida dentro de la
Forma. Podemos montar las “subidas” y podemos
deslizarnos con ellos en las “bajadas”. Podemos ir a cualquier
lugar y ser lo que queramos. Esto Nos complace grandemente, en tanto
todos los términos de cada ecuación empiezan a fundirse en UNO.
Este es el viaje más grandioso de todos.
CONTINUARÁ.
(1) Ver
El fuego de Kundalini
(2) Ver
La Conspiración de Uno
©Daniel Jacob www.reconnections.net
Publicado en
PlanetLightworker.com, 2005
Título en inglés:
A Commentary to the Transmissions on Spirituality and Sex - IV
Traducción:
Cristina Cáffaro
Edición:
Susana Peralta
Sitio
oficial de Daniel Jacob en español
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