Pasaje y Transcendencia a la Unidad, el Éxtasis, el Último, El Absoluto.
Ma Ananda Moyi. Bodas Celestiales. 11-04-2012. Con Audio. ¡Compartir!!!!
Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
Audio
MA ANANDA MOYI
11 de Abril del 2012
Yo soy MA AMANDA MOYI, Hermanos y Hermanas encarnados, les transmito la gracia. Vamos, si lo quieren, a intercambiar y a compartir. Voy a tratar por las palabras simples traídas por la Onda de Vida, de traducirles el Pasaje que es vuestro, conduciéndoles a vivir el Ultimo y Absoluto. Pasaje y Transcendencia conduciéndoles de la Unidad (y su alegría y su Samadhi) al Éxtasis del Último. Les he hablado hace poco tiempo de la retracción del alma y de la contracción del alma que acompaña de algún modo, esta Transcendencia.
La Unidad es una preparación, una construcción, haciendo salir de la persona limitada y haciendo descubrir los espacios insospechados para la personalidad, donde el estado de ánimo no es ya nunca el mismo, donde los apegos, cualquiera que sean, se ponen en contexto. Y sobre todo, la Alegría acompaña al ser que descubre y vive el Sí. El despertar y la Realización dan a vivir un estado diferente del estado habitual del humano encerrado en la ilusión de la personalidad.
Desde que el Manto Azul de la gracia se deposita en ustedes y sobre ustedes (que eso sea el jueves o que eso sea todas las tardes, desde hace poco tiempo) (Nde: ver protocolos a practicar- Protocolos prioritarios), que eso sea la Onda de Vida de la Tierra que los recorre o que eso sea el Manto de la gracia que se posa sobre vuestras espaldas, el conjunto de estos elementos les permiten descubrir las modificaciones importantes, ya en el Sí o en la Personalidad. Llegará en ustedes un momento, si no ha llegado, donde la retracción del alma podrá hacerlos decir, en la personalidad, como en el Si: “qué bueno”. Se abre ante ustedes, más allá de la Alegría un espacio calificado de vida, un espacio donde todos los puntos de referencia (los de la personalidad como los del Sí que han sido descubiertos y Vibrados) deben de alguna manera, desaparecer para dejar a la Majestad del Absoluto establecerse y vivirse.
Este momento, a ningún otro similar (cuyo reflejo sería el pasaje de la personalidad al Si), por supuesto, se acompaña quizá de ciertas manifestaciones, llamadas energéticas o vibratorias, pero lo esencial, lo saben, no está allí. Lo esencial es poner fin a toda distancia entre ustedes y todo el resto, no solamente sobre este mundo, no solamente en la Fusión con la Luz o en la Disolución con la Luz, sino en este gran Todo. Más allá de la Unidad, más allá de toda Fuente, más allá de todo Universo.
Nosotras, Estrellas, así como los Ancianos, los Arcángeles, los hemos acompañado en el despliegue de la Luz, en la concientización del Sí. Hoy, como esto ha sido insistido, esta última Transcendencia, este Pasaje de la Puerta Estrecha (que ha sido de alguna manera preparado por un cierto número de elementos) los ha preparado, también hacia este Ultimo Abandono: el Abandono del Si, el Abandono de lo que ha creído ser poseído y manifestado, a fin de establecerlos más allá de este manifestado, en lo no manifestado, en el no-Ser y en la no-Conciencia. Nada de lo que es este Absoluto puede ser expresado. El testimonio, lo saben son las manifestaciones del Éxtasis, que ponen fin a cualquier control procedente del mundo de la personalidad (del Si, incluso), haciendo de ustedes un ser que, en una forma por lo tanto presente, vive lo sin-forma o, si prefieren, la no-forma. Por supuesto, para el ego todo lo que es negación evoca una pérdida irremediable, un abismo insondable, donde incluso el Amor y la Luz no pueden ser conservados. Y es sin embargo, muy exactamente, en esas condiciones y en lo que se manifiesta en la Conciencia, que puede vivirse el Absoluto, que puede vivirse, de manera facilitada, la gracia de la Verdad, la gracia de este Absoluto de este Ultimo. Como eso se les ha sido expresado, en numerosas ocasiones, no existe el camino de pasaje entre la Unidad y el Absoluto incluso si, por supuesto, existen los puntos de este cuerpo que habitan, en resonancia con los nuevos cuerpos, como les han sido explicados correspondientes a esta Puerta OD, esta Puerta Estrecha: el momento en donde necesitan renacer, el momento donde necesitan ser como el Niño, virgen de toda suposición, virgen de toda construcción. Es el momento donde mi hermana Gema les ha dicho que el Doble se presentaría, a fin de Desposarlos y de disolverlos en este no-Ser, mas allá incluso de su propia Presencia, mas allá incluso de su Amor Indecible y de este Fuego que regresa a su propio origen.
El Tiempo particular de esta Tierra, por su Liberación, les da una forma de impulso. Un impulso que es facilitador y que viene a pedirles, el también, a Ser el-mismo. De salir de alguna forma de todo límite, de abandonar todos vuestros marcos de referencia, incluso los del Sí. De abandonarse, en alguna forma, a la Fuente de ustedes-mismos que no conocen, que no pueden pretender conocer estando en la personalidad o en el Sí. Esto es efectivamente un reto porque, en esos momentos, en ese: “qué bueno”, el conjunto de lo que puede existir, en la personalidad y el Si, va a subir a la Conciencia bajo forma (a veces intensa, a veces intrusiva) de efectos de la retracción y de la contracción del alma que se apresta a desaparecer, a dejar ir, en alguna forma, todas las atracciones y todas las manifestaciones habiendo existido en este mundo ilusorio.
El pasaje de la Alegría al Éxtasis no es, allí ya no, un simple pasaje o un simple grado que sería más importante pero, allí también, se trata de una Transcendencia. Se trata, allí también, de una Transformación radical donde incluso la Consciencia no puede ser nombrada ya que ella no está más localizada ni deslocalizada: ella está en todas partes, antes de desaparecer ella misma y dejar lugar a la Majestad del no-Ser, del Ultimo Absoluto, de la Vida. Es en estos momentos, donde muchos de los Ancianos les han dicho no hacer nada, de permanecer tranquilos, no hacer nada incluso observar, dejar todo lo que pasa, pasar, y por lo tanto ser superado sin ninguna intervención de ninguna parte de ustedes mismos, que estén en la personalidad o en el Sí. Lo más simple y lo más duro a la vez es, efectivamente, no hacer nada. Por supuesto, un cierto número de elementos han sido cultivados ahora durante algunos años, y ustedes han pedido esta Humildad y esta Simplicidad. Humildad y simplicidad que, empujadas hasta su límite extremo, los ha hecho ver y considerar que no pueden ser algo en este mundo y vivir el Absoluto.
Es necesario por lo tanto, de alguna manera, aceptar de no ser nada, no ser ya nada y dar todo, sin zona de sombra, sin ninguna reflexión, sin ninguna condición. Este salto en lo Desconocido (porque es uno) es un miedo que puede traducirse por una angustia, porque como es que, desde el punto de vista del Si o de la personalidad, lo que podría ser pleno, puede encontrarse vacío de su substancia, vacío de toda experiencia, vacío de todo proyecto, de toda búsqueda y de todo propósito e, incluso, de todo camino. Acepten a no ser nada y serán Todo. Acepten que el conjunto de barreras y de los muros erigidos desaparezcan. Acepten no ser ya una persona o un individuo y serán el Absoluto. Lo que son, les recuerdo, de toda Eternidad, porque eso no es algo que pueda ser buscado ni deseado ni incluso codiciado. Solo en esta forma de capitulación total es que el Absoluto se vive. No debe quedar nada de lo que estaba anteriormente presente. No debe quedar nada de vuestra persona, de vuestra vida, de vuestros apegos. No debe quedar nada de Luz, ni incluso de amores condicionados y condicionantes. Desde el instante donde hayan renunciado, en totalidad, desde el instante donde se den en totalidad, desde el instante donde digan si, entonces el Matrimonio Místico se produce y les da el Todo y la Totalidad. Pero no pueden ser esta totalidad, este Absoluto, mientras sean algo aquí, todavía de este lado.
Es un momento que, espero para ustedes, está allí, o vendrá, o todo debe estar suelto. Es el salto en el vacío, es el salto en la angustia, es el salto en la disolución. Y es allí que deben aceptar que no son nada de todo lo que remonta, de todo lo que se manifiesta en la Conciencia, incluso la más iluminada y la más Despierta. Cuando esta Conciencia allí se defina y evidencie, entonces el salto puede hacerse de manera instantánea. Allí se sitúa, para el que vive ya el Absoluto, la paradoja aparente y contradicción de esta Simplicidad y que sin embargo, parece, desde un punto de vista limitado, tan ardua, tan difícil, tan angustiosa. Se necesita perder todo, a fin de devenir este Todo que Son, de toda Eternidad.
Como lo saben y como se los han dicho muchos de los Ancianos, no existe ningún medio de comprender: ningún conocimiento que les sea de utilidad. El conocimiento en la Personalidad como en el Si, no es más que ignorancia para el Absoluto. Porque todos estos conocimientos, en definitiva solo son proyecciones sin embargo el propósito es de conocerse ustedes mismos en la personalidad, en el Sí, pero nunca representará el Conocimiento del Absoluto. Solo aceptando vuestra propia ignorancia (a través de esta rendición, a través de este Nada que es aceptado), solamente en ese momento allí, en ese instante allí, en ese punto allí, que la Onda de Vida y el Absoluto los fecundan, trayéndolos a ustedes mismos, no en un cualquier efímero sino mas bien en esta Eternidad, en este Ilimitado.
No pueden pretender ser algo, allí o estar en la ilusión y pretender el Absoluto. Por otra parte, el Absoluto nunca podrá ser una pretensión ya que no es ni un propósito, ni un camino, ni una Conciencia, ni una Vibración. Es el momento donde, realmente, sinceramente, y concretamente, ustedes son ese Todo, mas allá incluso de la Fuente. El Otro solo es ustedes mismos, en un tiempo diferido, en un espacio diferente, pero, en definitiva en el Absoluto, ustedes son Uno, mucho más allá que en la Unidad: ustedes están más allá de toda Unidad, son la Totalidad. Es difícil para el ego aceptar esto. Es difícil para él Si también aceptarlo porque eso pone directamente en peligro el principio de la Realización y el principio mismo de la fragmentación o del aislamiento de la personalidad. Sin embargo, no hay, en cierta forma, otra salida que esta Transcendencia. Por supuesto, y nosotros se los hemos dicho siempre, ustedes son Amados de la misma forma porque el Absoluto es Todo y es Amor. Que permanezcan en la personalidad o en el Si, no puede existir el menor juicio, si esto no es de ustedes hacia ustedes mismos.
Los Samadhi más avanzados también deben dejar el lugar para el Absoluto. Y cuando digo dejar el lugar, es decir desvanecerse, no ser ya nada, porque a lo mejor si aceptan no ser ya nada, y fundirse con lo que ustedes llaman la nada, es que se realizará el Absoluto que se revelará y se instalará en esta no-Conciencia y en este no-Ser el que no puede ser ni percibido, ni concebido, ni detenido en modo alguno. De este vértigo, de este insondable se despliega entonces la Vida en el Absoluto. Ya nada tiene secreto para ustedes. No existe pregunta, no existe interrogación, existe solo este estado que no es ya la nada sino que es la Plenitud, bien más allá de la Alegría, bien más allá del Amor y de una Luz vivida en la Realización. El Absoluto pone fin al aislamiento, pone fin a Nada. Encuentran lo que nunca han dejado de ser. Encuentran lo que es la Naturaleza y la esencia misma de la Vida. Serán entonces este ser, más allá de todo ser. Este que nuestros Hermanos Ancianos llamaron el Jnani o el Mukti, el Liberado Viviente, al que nada pueda afectar, porque él sabe: ha salido de la ignorancia, ha penetrado mucho más allá de lo que es nombrado las Moradas de Paz Suprema, más allá de Shantinilaya, ha penetrado el Parabrahman. El es realmente Libre.
La Liberación, que es el Absoluto, no demanda nada de ustedes, solamente porque este Absoluto es todo de ustedes: el Amor, la Luz, ms allá de toda Conciencia, más allá de toda observación, de todo sujeto, de todo objeto, de toda prensión (Nde: acto de agarrar algo), de toda comprensión y de toda duda. Como se los ha dicho Hermana GEMMA (Nde: GEMMA GALGANI), la Vibración en este momento, no es ya vivida ni exterior, ni interior, porque ustedes han devenido la Vibración. No puede ser establecida la menor distancia entre lo que ustedes nombran el ustedes y todo el resto. Por otra parte, ustedes y todo el resto son la misma cosa.
Poco a poco, los hemos inducido y conducido ante esta Majestad, ante este Ultimo, diciéndoles, ya, que ustedes estaban en nosotros como nosotros estábamos en ustedes, que nada en este mundo tiene realidad, ni incluso substancia. Es vacío, totalmente vacío. Esto es lo que son el vacío mientras que descansen en la personalidad. No son efectivamente nada, independientemente de todo lo que puedan creer, independientemente de todo lo que puedan experimentar. El Absoluto no es una experiencia, ni una realización. Eso podría ser un inicio pero un inicio que nunca tiene comienzo ni de fin. Hay realmente un cambio de posicionamiento y un cambio de mirada. Pero uno podría decir que en ese momento allí, ustedes son todas las posiciones y todas las miradas. No puede existir, realmente una localización cualquiera, excepto este cuerpo, este principio efímero que mora el tiempo que es necesario para que el realice su propia jornada. Peor ustedes no son ya esta jornada. Ustedes no soy ya este mundo. Ustedes lo engloban.
Entonces, por supuesto, el ego (que desea a esta cuerpo, a esta persona, a estas ideas) o el Sí (que tiene su Realización, y su Luz) no pueden aprovecharse de nada. Solo existe una posibilidad: es que el Doble les pida y les haga vivir este Último. No hay nada a pedir. Desde que haya una petición, el Absoluto no puede revelarse. Hay verdaderamente esta noción de no ser ya nada. Un concepto de ser verdaderamente el más pequeño, inexistente, insignificante, sobre este mundo. Para la personalidad, esto representa una contradicción importante, incluso una negación pero para el Absoluto esta es la única Verdad. No hay ninguna otra. Ni habrá nunca otra. Estar Liberado, vivir la Liberación y vivir el Absoluto, no puede derivarse de ningún elemento vinculado a los límites, cualesquiera que ellos sean. Recuerden es una Transcendencia de todo lo que era conocido, sabido, experimentado y Vibrado. De allí nacerá lo que desde el punto de vista de la persona, podría ser nombrado la Certeza. De esta Certeza interior nace la Espontaneidad, acompañándose de Transparencia y de evidencia. Por supuesto, el que tiene un ego no podrá ver esto, porque el verá siempre sus propias duda, sus propias proyecciones, sus propias insuficiencias. Y vuestro propio Ego hará todo para negarlo. Y sin embargo, el Absoluto es comunicable, desde el momento donde la localización, en un cuerpo o en un Si, está ella también, Transcendida, mas allá incluso del principio de Comunión, de Fusión o de Disolución, mas allá incluso de la Deslocalización, mas allá incluso del Manto de la Gracia o de la Onda de Vida.
Salir en la no-Conciencia o entrar en la Vida es mucho más que un Bautismo, mucho más que una Resurrección, mucho más que una Crucifixión. Y sin embargo inexpresable porque, una vez más, no es una experiencia que sea percibida, no es una Vibración que sea percibida sino es un estado más allá de todo estado, que no es ni una finalidad ni una culminación, que necesitan realizar, de alguna forma, ya que ustedes están allí de toda Eternidad, transcendiendo los Mundos, las vidas y todo Sí.
Por supuesto, numerosas modificaciones sobrevienen en este cuerpo, que ya no tiene necesidad de ustedes para llevar a cabo lo que está para hacerse, que eso sea para el mismo o para los otros cuerpos presentes en la superficie de este mundo. Ustedes no están ya presentes. Ustedes no son ya la Presencia. Ustedes son el Absoluto.
Entonces, lo que era la nada, el vacío y la contracción del alma, devienen una exuberancia Interior no pudiendo en ningún caso ser confundidos con una exaltación del alma o de la personalidad en la experiencia vivida. Porque la Onda de Vida, el Manto Azul de la Gracia y la no-Conciencia y el no-Ser el mismo están en este Absoluto permanentemente, sin querer nada, sin decidir nada, sin manifestar nada. Devienen el Testigo del Brahman, porque ustedes son el mismo. Y ustedes son incluso el Parabrahman. Ustedes son aquél que de la Unidad ha pasado por el Cero, por la nada y que contiene en este momento allí, en él, todos las Unidades, todas las diversidades, todos los Mundos todas las Dimensiones.
Lo más importante es recordar, quizá, que no son ni el propósito ni el camino que ustedes son la Vida, en su plena y entera aceptación, más allá de toda persona y de todo Mundo, traduciéndose por este Éxtasis y este Intasis permanentes, donde nada puede ya ser como antes, incluso si lo quisieran, incluso si lo desearan, lo que es imposible porque en el Absoluto, no existe ni anhelo ni deseo. Hay solo la Vida que se vive, dejándola discurrir ella-misma, en todas las relaciones, en todas las conexiones, en todos los actos. Por supuesto, para el ego, eso puede parecer ser una falta de la personalidad, una falta de voluntad, una derrota. Y por supuesto es una. La derrota de la individualidad, la derrota de la ilusión, la derrota de lo efímero que, sin embargo no ha sido el resultado de un combate cualquiera sino más bien, se los recuerdo, de una capitulación total, de una rendición total a la Fuente de sí-mismo.
Se puede decir hoy que para vivir el Absoluto y la Vida, ustedes no son la meditación, no tienen que meditar. No tienen que mirar, ni encontrar, porque ustedes son la Vida y la Vida no puede ser exterior. El alma se consume entonces en el último Fuego, dejando aparecer el Fénix resucitado de sus propias llamas, incorruptible, en un nuevo Fuego donde nunca las llamas pueden fallar. El Banquete Celeste, el Matrimonio con el Doble. La Onda del Éxtasis, participan de la misma danza de la Vida. Esta última Verdad, más allá de todas las Verdades, nombrada por el Arcángel que los ha acompañado: la Verdad Absoluta. Acepten todo, porque nada es falso. Incluso las verdades relativas que han sido rechazadas y refutadas, no son vividas más que como etapas de construcción y, en un momento dado, estas construcciones debían ser, en alguna forma, devastadas. Pero ellas los han servido anteriormente para acercarse de lo inalcanzable. Construir el “Yo Soy”, el Sí ha sido importante. Aquellos que no lo han construido hoy no tienen ya que plantear cuestiones de este tipo. Favorezcan todo lo que los haga permanecer tranquilos, permanecer en Paz. Díganse que en ese período allí, en este período particular de la Tierra, no hay nada que buscar, nada a investigar, no hay nada más a manifestar. En primer lugar solo Ser y, luego, no Ser Nada. Este luego no está tan remoto que eso, ni está separado.
La Onda de Vida, testigo del Absoluto, los arrebata al exterior de la vida, una vez más de todo lo conocido, de toda experiencia, haciéndolos libres de las incertidumbres, de las dudas, de los miedos y también de todo lo que podría parecer como mantenimiento de una ilusión. Inconsciente o conscientemente, cada vez más Hermanos y Hermanas van a cuestionarse que algo está pasando, en este mundo, porque, en no mucho tiempo todo eso no podrá ya ser ocultado y ustedes no podrán, por otra parte, ocultarse, no ya (donde eso sea, ni en la personalidad ni en el Sí porque devendrán esta Transparencia y esta Espontaneidad. Serán, si se puede decir así, barridos por la Transparencia y la Espontaneidad. ¿Barridos hacia donde? Hacia lo que, justamente, la personalidad, lo efímero, llama la nada, el vacío. Según el punto de vista de la personalidad y el Sí, eso se llama la negación de la Vida, el rechazo de la Vida. Y por lo tanto, esto es exactamente a la inversa, desde que el Absoluto los encuentre, desde que la Onda de Vida los haya recorrido. Porque en ese momento, son ustedes quienes recorrerán el conjunto de las Conciencias y las no-conciencias, el conjunto de las Dimensiones y de las no-Dimensiones, la Fuente ella-misma. Cualesquiera que sean las Vibraciones y las percepciones actuales, porque estamos en Comunión, pueden ir más allá, no para detenerse n lo que les parece ser un camino o un propósito. Recuerden: no hay camino, no hay propósito. Solo hay para ustedes Nada. Sean Nada. Establézcanse en la nada y esta Nada. Establézcanse en la Forma más allá de toda forma. Allí, en la Plenitud, en La Alegría, abandonen esto ya que ni ustedes ni yo somos esto. Acepten de ya no ver una persona u otras personas. Digan “si”. Que vuestro si sea un sí y un no para todo lo que es conocimiento de este mundo, conocimiento de este cuerpo, de este camino, de vuestra experiencia de vida. Ustedes son la Vida, ustedes no son la experiencia de vida. Permanezcan en Paz. Detener el tiempo y el espacio no es algo increíble más bien este Ultimo Absoluto. Muchos entre ustedes han vivido, incluso en el pasado, los reflejos de este Absoluto, porque el sentido de ser una persona hasta hace algunos años atrás, no podía desaparecer en totalidad.
Recuerden que no existe historia, que no existe algo fuera del absoluto. Y que el sentido de lo que pueden comprender, incluso a través de los datos científicos de este mundo, les muestran que incluso una estrella es efímera. Por supuesto, la estrella y la Conciencia del humano no evolucionan en el mismo espacio y en el mismo tiempo. Pero ello no cambia nada en lo que es efímero. Allí, a continuación, entre aquí y ahora, en cada uno de nosotros que es el otro y que es el Todo, en la Comunión de la gracia, la Onda de Vida que, quizá, les observa.
El Absoluto les dice: no observen ya nada, ni sean ya nada. Contrariamente al Despertar y la Realización, donde todo eso ha sido vivido, necesitan aceptarlo. Ninguna vivencia les es de alguna utilidad. Renuncien a ustedes mismos, renuncien incluso a las Vibraciones, renuncien también a la Onda de Vida que los recorre, si ella los recorre, porque ella solo es ustedes. Así pues, la Nada deviene Plenitud, lo consciente deviene no-Conciencia, sin por ello ser inconsciente. La Alegría de Turiya se disuelve en el Silencio de la Eternidad, en los sufrimientos de la vida que, de hecho, está plena. Recuerden el principio de la inversión y de la falsificación: ustedes están aquí sobre este mundo, en negativo. Solo son una impresión. Ustedes absolutamente no son nada de eso. Solo son el Absoluto. En el espacio de Comunión, ¿quién es quién? ¿Quién son ustedes? En el espacio y el tiempo de esta Tierra, más allá del cuerpo que habitan, más allá de los pensamientos y de las emociones que los recorren, ¿están ahora lúcidos y transparentes? En el Silencio, el Canto Ultimo está allí. En el espacio de este Silencio, en el espacio de nuestra Comunión, más allá de todo espacio y de todo tiempo, nosotros somos Uno y mas allá. Y el Absoluto. En el Templo del Corazón, danzando la Onda de la Vida que Son. No hay preparación. No hay nada a preparar. Dejen Ser. Dejen no-Ser. Dejen hacer. No hagan nada. Saboreen a la Eternidad. En el tiempo de nuestra Comunión, en el tiempo de nuestro Silencio, imprégnense. Sean la Vida y no una vida. Permanezcan en este aparente Silencio. Más allá de todo tiempo, de todo cuerpo, de toda decoración, hay Esto, nada más que Esto. No hay ustedes y yo. El mundo, incluso no es más. Y sin embargo ustedes son la Vida.
En adelante, habrá la reminiscencia de este instante que se reproduce en cada respiración. Cada vez más, como se los habíamos dicho y repetido, habrá estos espacios donde no podrán ser simplemente esta presencia que escucha, ni incluso esta presencia que habla. Habrá solo eso. Solo Eso. Absolutamente todo Eso. Me queda a bendecir la Vida, porque ella es bendita. Conciban que no sean más el tiempo y el espacio. Ni el uno, ni el otro. De ahora en adelante, hay esto. Comunión y gracia. Y luego, no hay más palabras. Solo, quizá, es oído el Sonido Primordial. El que es el Primer Soplo. Origen y Fin. No escuchen ya nada. Ustedes son Eso. Dentro de Eso y con Eso. Les digo simplemente Paz más allá de toda Paz y Eternidad. Hasta pronto. A continuación. Para siempre. En la Vida. En el Amor. En todo. Hasta pronto.
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