martes, 21 de junio de 2011

BODAS CELESTIALES, SRI AUROBINDO A 17 - 06 - 2011


 
 
Original en francés.


Canalizado: Jean Luc Ayoun

Transcripción: Véronique Loriot

Traducción: Hedyn Núñez


 
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Soy Sri Aurobindo. Hermanos y Hermanas encarnados, mi Luz azul les acompaña. El marco de mi intervención de esta noche se relaciona directamente con mi función, en la orden de los Melquizedec, en relación con el Aire y, más concretamente, con lo que se ha convenido en llamar la Raza de las Águilas. Vengo ustedes con el fin de intentar explicar la diferencia entre el Amor Unitario y el amor Dualitario. Siempre para preparar, lo mejor posible, el despliegue de la Luz Metatrónica debiendo intervenir en poco tiempo. Retomo en primer lugar, con ustedes, si lo quieren bien, una serie de elementos dados en este marco preciso, en mis intervenciones específicas vinculadas a la Luz azul.

En diciembre de 2009 apareció el primer Portal interdimensional que prefiguraba la Fusión de los Éteres. Después, esto se completó, llevándome a desarrollar y explicar una serie de elementos, concernientes, por una parte, a la Liberación del Núcleo cristalino de la Tierra, la Liberación del Sol y un cierto número de consecuencias. La primera de estas consecuencias se llamó, aquí mismo, hace algunos meses, el Choque de la humanidad. La segunda, fue que a partir de ese momento, después de la Liberación del Sol y el Núcleo cristalino de la Tierra, los Arcángeles, por la voz de ANAËL, han podido comunicarles un proceso que permitió traer la Luz Vibral, Supramental, directamente a nivel del Corazón, sin estar obligada a pasar por la cabeza. El conjunto de los eventos que se desarrollan, desde hace algunos meses, en la superficie de la Tierra, concernientes a la Fusión de los Éteres, preliminar a la aparición (visible para el conjunto de la humanidad) de la Luz blanca, y que se ha convenido en llamar, el retorno del Cristo. Me permito, hoy, atraer vuestra atención, vuestra Conciencia, y también vuestra mente, sobre una serie de elementos que deben tenerse en cuenta, que se refiere al Choque de la humanidad y sobre todo, una noción fundamental tan utilizada por la humanidad encarnada. Este concepto es; por supuesto, la palabra Amor. Para atraer vuestra Conciencia sobre el hecho de que el Amor, más allá de los conceptos, más allá de la experiencia de cada uno, más allá de los afectos a que está vinculados, no corresponde a la realidad Vibratoria, tal como pude ser percibido y descrito por la mayor parte de la humanidad, sino simplemente vivido por algunos seres, habiendo realizando, enteramente, su Despertar al Ser o a la Unidad. Entonces, va a ser indispensable, para afinar vuestra preparación y vivir vuestro Choque de la humanidad, individualmente, de la manera más justa y más alineada, de explicar, para ustedes, una serie de elementos.

En primer lugar, la palabra Amor es ciertamente la palabra que; en la superficie de la Tierra, ha sido ciertamente más empleada, que eso sea en la relación entre dos seres, en las relaciones familiares y también, por supuesto, en un conjunto de enseñanzas, si se puede decir, llamadas religiones, filosofías, desde el budismo, pasando por el cristianismo, como en religiones más antigua o más recientes. Conviene no obstante comprender que una palabra, una idea, un concepto, no basta para definir la realidad. Eso sólo es una proyección. Así pues, el amor, para cada ser humano encarnado, va a ser profundamente diferente en función de su historia personal, de sus traumatismos, sus afectos, y de sus propias experiencias, en la matriz. El amor, generalmente, es expresado por el centro de Conciencia que está más naturalmente abierto, en la humanidad, aún actualmente, que es el centro llamado Manipura o Chakra, plexo solar. El amor se vive pues como emoción en el mundo de la matriz, de la Dualidad y esto tiene consecuencia sobre la realidad de lo que viven y lo que llaman amor. Esto está, obviamente, en total oposición y contradicción con lo que nosotros llamamos el Fuego del Corazón o el Amor Vibral, manifestado en el acceso a la Unidad, o el Sí (no cuestionando ya el Chakra Manipura o plexo solar sino el Chakra del Corazón; Chakra Anahata), tampoco como una proyección, sino una percepción realmente como un estado Vibratorio y de Conciencia, en total oposición con lo que el conjunto de la humanidad, en su vivencia, llama el Amor, y de lo que el conjunto de las religiones llaman el Amor. Es, en efecto necesario, para los que no viven aún la Vibración de ese Corazón, la conexión del Supramental y el derrame de la Luz Adamantina en el interior del Corazón, de poner los fundamentos de una comprensión mental que, yo espero, los ayudará a ir hacia este Amor Unitario.

El amor, en el sentido de la Dualidad de la matriz, es un amor condicional. Se conecta, permanentemente, a las emociones. El amor por lo tanto se define como una atracción y una proyección sobre el objeto de su deseo, sobre el objeto de su conciencia, sobre el objeto de su atención e incluso sobre el objeto de su propia espiritualidad, correspondiendo a un objetivo a lograrse exteriormente. Esto puede llamarse Dios, puede llamarse un Salvador, esto puede llamarse una persona que uno ama, sobre el cual se proyecta un ideal, sobre el cual se proyecta una avidez, aunque ésta no se llame como eso. El amor, en la Dualidad, recurre a un concepto de completud satisfaciéndose de una reacción, generalmente de naturaleza emocional, afectiva, o incluso sexual, llamando sistemáticamente su reproducción porque es (por esencia, por naturaleza y por Vibración) efímera. La emoción nace y la emoción muere. Así es el amor humano, manifestándose por atracciones y repulsiones sucesivas, tal como se definen en la ilusión Luciferiana llamada el Fuego de Prometeo o Fuego Luciferino. El fuego del ego no es otra cosa que eso: la necesidad de fusionar con otro ego, otro cuerpo, otra personalidad o mismo con un concepto, una idea, perteneciendo a un sistema de Creencias al cual el humano adhirió en un momento u otro de sus existencias y de su experiencia.

La característica esencial de este amor Dualitario, es que no pueden satisfacerse nunca de manera duradera y que no aportará nunca la Paz ya que se construye sobre el mundo emocional, sobre la propia Dualidad y sobre el principio del bien y del mal. El amor, en el sentido de la Dualidad, requiere inevitablemente del odio, que es su complemento lógico, dado que el amor se llamó, para el conjunto de la humanidad, el bien, el odio y el mal. Entonces, por supuesto, todos constataron, en sus vidas, que proyectando vuestro amor en una religión, en un ser, en una idea, de un concepto, que un día u otro, eso se terminaba inevitablemente por una insatisfacción y una necesidad de otra cosa. Ya que así es el amor, en su acepción más romántica como en sus acepciones más triviales, donde siempre existe una búsqueda exclusivamente al exterior, sobre a un acontecimiento exterior, sobre a un ser exterior y sobre una proyección conceptual, siempre exterior a sí mismo. Y es sobre esta proyección exterior, sea humana, sea social, sea espiritual, que se construye la concepción del Amor, llegando incluso hasta dar prueba de sentimientos llamados “nobles” en algunas tradiciones, como la compasión y la empatía, no teniendo estrictamente nada que ver con el Corazón Vibral y el Corazón Unitario. Así pues, el conjunto de la falsificación de la Dualidad consistió, precisamente, en privarles del Amor Vibral y en hacerles vivir en un amor-proyección, explicando la Dualidad misma y la continuación de la Dualidad, de manera inexorable, si el proceso de despliegue de la Luz no tuviera lugar y no permitiera una extracción total de la Dualidad, como eso está en curso actualmente.

Así pues, el ser humano, de vida en vida, prueba y experimenta amores relacionados a vínculos. Estos vínculos, por definición, llamados acción-reacción, permitió a la ley de Karma, haciendo que durante cada vida, y en el transcurso de cada encarnación, encontraran, sistemáticamente, las mismas circunstancias, las mismas condiciones, los mismos seres con los cuales establecieron relaciones, de odio como de amor. Los vínculos de la herencia, los vínculos de filiación hereditaria, se construyen estrictamente sobre el mismo modelo. En efecto, eligen siempre como padre, en la matriz, los seres con quienes han vivido problemas de odio, problemas de muertes, con el fin de reparar, como se dice, la ley de acción-reacción y suprimir un karma. Esto es un visón parcial, fragmentaria y respecto a la Unidad, completamente ilusoria, encadenándolos, de manera formal e ineludible, en lo que se llama el Samsara, o ciclo de reencarnaciones, que sólo tiene final en la cabeza de los que construyeron modelos donde era posible, digamos, salir de este ciclo. Lo que es, también, una ilusión total. El amor los encadena. Los encadena ya que es concebido como una proyección exterior, como un ideal exterior a ustedes mismos, buscando en una satisfacción emocional, mental o conceptual. Así es el amor en la Dualidad.
Es parcelario, fragmentario y los aleja, en permanencia, de la verdadera dimensión Vibral del Corazón y del Amor Unitario. Esto es una norma absoluta y por tanto, el ser humano, en sus condicionamientos distintos y variados, adoptó eso como un objetivo que debe alcanzarse, como una certeza que, en realidad, no es más que la manifestación de su desconocimiento total de la Vibración del Corazón, de la Luz Vibral y de eso que representa y manifiesta la Unidad.

Así, progresivamente, a medida de vuestras encarnaciones y nuestras encarnaciones, perdimos incluso el sentido de la filiación espiritual, el sentido mismo de lo que representa el Amor Vibral, de lo que representa la Unidad, porque estuvimos permanentemente, ocupados en solucionar nuestros karmas, en actuar según el principio de Dualidad bien-mal y a hacer referencia del conjunto de nuestras acciones, de nuestros comportamientos, a través de esta proyección exterior, que nosotros todos, llamamos amor. Y que no es otra cosa que la esencia de la falsificación Luciferina, en el Fuego Prometeico, haciendo que, cada noche, cada día y cada vida, fuera necesario reconstruir, en una esperanza de perfección que, obviamente, no puede existir en la matriz falsificada, por el hecho mismo del corte a vuestra multidimensionalidad, por lo tanto de vuestra reconexión posible a la Fuente. El conjunto del trabajo realizado desde los Ancianos, aquí hace 320.000 años, llamados Gigantes, pasando por el sacrificio de los Elohim a cada ciclo de 52.000 años, a pacientemente reconstruido la posibilidad de vivir el retorno a la Unidad. Es exactamente eso que, ahora, se juega sobre este mundo, dentro mismo de esta Dualidad. Esto se juega sobre este mundo y se juega, exactamente de la misma forma, a nivel Vibratorio, en la conciencia, al interior de vuestra conciencia fragmentaria.

Hablemos ahora del Amor Unitario. En ese momento, el Fuego Prometeo o Fuego Luciferino va a ser sustituido por el Fuego del Amor Vibral, Fuego del Corazón, no teniendo ya nada que ver con una proyección exterior. El verdadero Amor, más allá de la Dualidad, es en efecto una filiación de naturaleza espiritual, no teniendo ya nada que ver con todas las leyes existentes, habiendo permitido la instalación de esta matriz falsificada. El Amor Vibral, como lo dije, se expresa en el chakra del Corazón, y no del corazón percibido intelectualmente, mentalmente, como una atracción sino más bien como un Corazón en Paz, no teniendo ya ninguna proyección exterior, ningún deseo exterior, puesto que el propio Corazón, descubriéndose el mismo, no se necesita ya otra cosa que vivirse, el mismo. Es ahí, y, como se los decía Un AMIGO, el cuerpo de deseo va a apagarse, progresivamente, haciéndoles penetrar en una conciencia diferente, llamado por los Arcángeles, Turiya, correspondiendo a la Conciencia Unificada, la Conciencia de la Luz Vibral. La Fusión de los Éteres, que el despertar de las distintas Coronas ha permitido, hoy, ponerles en este límite, al pasaje de la Puerta estrecha, para permitirles desplegar, en ustedes, este Fuego del Corazón, Fuego del Amor verídico, más allá del Fuego del amor Prometeico o Luciferino, que es una proyección.

El Amor no es por lo tanto una proyección, en sentido Unitario, sino un estado de ser, no teniendo que hacer juicio de todo, del bien y del mal ya que él se establece en la Verdad, más allá de la Dualidad del bien y el mal, en la verdad de la Vibración de la Unidad. Vivir el Amor, en el sentido más elevado, es justo. De lo que él es, en Verdad, más allá de la falsificación, que les pide revelar, en ustedes, el Fuego de la Fuente, el Fuego del Espíritu y el Fuego de la Verdad. Esto se manifiesta por una serie de señales y síntomas, tal como se han sido descritos durante estos últimos años, durante las distintas intervenciones llevadas por los Arcángeles, como las Estrellas o también los Ancianos. Ahora, es indispensable, a nivel de comportamiento, que deben aceptar que no pueden manifestar cualquier amor de proyección y, al mismo tiempo, vivir un Amor de la Luz Vibral. El Fuego del Amor no es el Fuego del ego. El Fuego del Amor se manifiesta en una totalidad Interior donde ningún deseo puede encontrarse exteriormente. Existe pues una perpetuidad y una estabilidad, en el Fuego del Corazón, no pudiendo existir en la naturaleza emocional de la personalidad. El Fuego del Amor o Fuego del Corazón, llamado también Presencia, como lo explicará el Arcángel Uriel, se traduce por un sentimiento de plenitud. Es el momento en que penetran en vuestra propia dimensión Interior de Cristo, es decir, de KI-RIS-TI, como Hijos Ardiente del Sol y no hijos de la matriz, poniendo fin a la filiación hereditaria y restituyéndolos a vuestra Libertad, a vuestra Autonomía, tal como lo había definido Hermano K, permitiéndoles liberarse de todo lo que es conocido, de todas las Creencias para acceder, por fin, a la Unidad.

La Unidad no tiene nada a hacer del mundo exterior ya que en cuanto el Fuego del Corazón es tocado, va a percibir el conjunto de las manifestaciones, de los comportamientos, de las emociones, de los afectos y del conjunto de lo que regula la vida, en este mundo, como las ilusiones, aportando siempre más deseos y siempre más ilusiones. Vivir el Fuego del Corazón pone fin, completamente, a la ilusión de la matriz. Por el momento y como se lo dijeron los Arcángeles, son los Sembradores y los Ancladores de Luz, a partir del instante que una de vuestra Coronas Radiantes despierte. Les queda ahora por acabar la obra que hará de ustedes los Christos, KI-RIS-TI, estableciéndoles en el Fuego del Amor. El Fuego del Amor no proyecta nada. El Fuego del Amor no desea nada ya que todo llega a él por el principio de la Acción de Gracia, por el principio mismo de la ley de Atracción. El Fuego del Amor no llama a cuestionamientos ya que es, enteramente, como ya se les dijo: la respuesta. Siendo ustedes la respuesta, no puede existir cualquier proyección exterior, no puede existir ninguna ilusión en vuestro propio comportamiento. Cuando el Fuego del Amor los ilumina, en ese momento, toman rápidamente conciencia de lo que es Luz y de lo que es Sombra en ustedes. Eso les obliga a llevar una mirada lúcida, clara y precisa hacia la Verdad de lo que manifiestan, dentro de esta Dualidad y la distancia que puede aún existir entre el comportamiento egótico de la personalidad (ligado al fuego del ego) y el comportamiento enteramente altruista, del que irradia el Corazón y el Fuego del Amor.

Deben, durante este período de despliegue, vivir eso tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Obviamente, el resultado será profundamente diferente según su estado de consciencia: si ya han alcanzado Turiya, el cuarto estado de consciencia (ligado al Samadhi, a la Paz, a la Alegría, y al Fuego del Amor), o sea no lo habrán alcanzado cuando se revele el Fuego del Amor en la humanidad. Este momento está sumamente cercano. Está efectivamente vinculado a la última intervención del Ángel Metatrón, ocurriendo el 11 de Julio, en la noche, a las 3 de la mañana (hora francesa). En ese momento, se realizará el despliegue de la Luz blanca; el retorno del Cristo en vuestra Dimensión donde están, aún prisioneros por poco tiempo. En ese momento, el Choque de la humanidad se desplegará también y, de vuestra capacidad para apagar (por el Fuego del Amor) el Fuego de la personalidad, y pasar enteramente por la Puerta estrecha e irradiar la Luz de la Unidad, estableciendo vuestra conciencia en la Paz, en la Morada de la Paz Suprema. Les queda poco tiempo, efectivamente, en términos humanos encarnados, para realizar este último pasaje. Debo decir, no obstante, que las condiciones de este pasaje se volverán cada vez más fáciles, por el hecho mismo de la acumulación de las Partículas Adamantinas, comenzando a estructurarse en la rejilla del nuevo Éter de la Tierra, en forma cuadriculada, la Luz Vibral. Las alineaciones, el período que se les dedica en alineación con la Merkabah interdimensional colectiva (de 19h a 19h30, hora francesa), es también uno de los elementos facilitando el pasaje al Fuego del Amor, alejándolos siempre más del fuego del ego; de toda proyección, de toda espera en esta matriz. Comprendan bien que no se trata que poner fin a esta vida, sino se trata de poner fin a la Ilusión. Es la vida que se transforma, por el Fuego del Amor y en el Fuego del Amor, poniendo fin a la ilusión del amor-posesión, del amor condicional, del amor experiencial y del amor falsificado, tal como fue manifestado por la alternancia Dios-Diablo, llevado por la misma entidad y la misma raza de seres venidos de la constelación de La Osa Mayor. Esto tiene, hoy, su solución final permitiéndoles a todos, sin excepción, salir de la ilusión matricial de esta Dimensión. Pero, por supuesto, recuerden que a cada uno de ustedes, cualquiera que sea la etapa que vive, Fuego del ego o Fuego del Amor, se le dará, exactamente, según su Vibración.

Así pues, vivida la Revelación de la Luz blanca, les conducirá a instalarse, de manera perenne y definitiva, en el Amor, o de instalarles, de manera perenne y temporal, en el Fuego del ego. Las diferencias de comportamiento serán flagrantes. Recuerden no obstante que la percepción es muy real, en la activación de chakra del Corazón, en su Fuego, manifestándose por la elevación de la Corona Radiante del Corazón, este amor espiralado donde la Luz azul y la Luz blanca se alquimizan en vuestro Templo, revelando vuestra dimensión de KI-RIS-TI: Hijo Ardiente del Sol. Los comportamientos resultantes del Fuego del Corazón serán, obviamente, opuestos a los comportamientos resultantes del Fuego del ego. El Fuego del ego mantendrá el miedo, el Fuego del ego mantendrá la distancia entre ustedes y el Corazón, entre ustedes y los otros, les aislará, cada vez más, en el tormento de la desconstrucción de este mundo y su disolución. Establecerse en el Fuego del Corazón, les aportará la serenidad, la Paz, necesarias, en el estruendo del mundo, para establecerse en la Morada de Paz Suprema, que representa vuestro Templo Interior. Es eso que se les pide, de ahora en adelante. El despliegue de la Luz Metatrónica es la última etapa del despliegue de la Luz blanca, revelándose en ustedes y por ustedes y también sobre toda la Tierra, poniendo fin a todas las ilusiones de los cuerpos de deseo, que ellas se refieran a las esferas de los poderes más absolutos, como a las esferas de los poderes más limitados que puede ejercer un ser humano sobre un pueblo u otro ser humano. El Amor Vibral, el Amor Unitario confiere la Paz y confiere, sobre todo, la ausencia de voluntad de deseo, la ausencia de voluntad de poder y la ausencia de manifestación de comportamiento de todo deseo y todo poder. En ese momento, y solamente en ese momento, podrán decir que su Casa está limpia y que podrán acoger el Cristo, en vuestro Templo Interior. Los comportamientos y las Vibraciones son vuestros guías más evidentes pero vuestra conciencia ella misma, será la última guía.

¿Realizaron la Paz, o no comprendieron la Paz? ¿Están en Alegría, o no están en Alegría? Eso es extremadamente simple, extremadamente visible y extremadamente perceptible y eso va ser cada vez más evidente, a partir del despliegue de la Luz Vibral realizado por la manifestación de la Yerushalaïm en vuestras estructuras, en los nuevos circuitos y estructuras Vibratorias, uniendo los distintos puntos de vuestra multidimensionalidad. Deben pues, uno a uno, vivir su Resurrección final, tal como yo lo había escrito cuando fui San Juan, bajo el dictado del Cristo. La hora de la Resurrección y el Juicio, llegó, en su sentido más altruista y no condenatorio. Deben, por lo tanto, volver a casa, regresar a vuestro Templo Interior, con el fin de coger los mecanismos del Amor Vibral y hacer vuestra elección entre el Fuego del ego y el Fuego del Amor. Este Fuego, comprendan bien que no se establece que a partir del momento en que hay; como el Arcángel Anael, un Abandono total a la Luz, un abandono total de toda veleidad de la personalidad en cuanto a los vínculos, a los compromisos, a toda proyección de un deseo o de un apego, cualquiera que sea. El ser humano es un espíritu libre, encerrado en una matriz privándolo de su Libertad. Así pues, deben considerar el conjunto de su medio ambiente, personal, social, emocional y de todo el planeta como él también, completamente. Así pues, deben comprender, y vivir, cualesquiera que sean vuestras relaciones y resonancias, existentes en vuestras distintas esferas, que es necesario abandonar toda veleidad de poder sobre otro, encontrar su propio poder Interior que es, precisamente, la no manifestación de cualquier poder exterior. Obviamente, para muchos, este Fuego del ego existente hasta ahora en ustedes va a ponerles ante desafíos importantes. Estos desafíos conciernen también a los últimos vínculos que existen en, como fuera de ustedes, con relación a esta matriz, con relación a vuestras ilusiones y a vuestras proyecciones en la continuación de un mundo que no existirá ya, en muy poco tiempo. A ustedes corresponde de vivir el Amor Vibral, de volverse Cristo en Verdad y en Unidad. Les corresponde no dejar más lugar al Fuego del ego, a su deseo, a sus proyecciones, a sus veleidades de poder, cualquiera que sean.

He aquí lo que el conjunto de los Melquizedec me pidió transmitirles y darles. Lo hemos dado, unos y otros, una serie de elementos para permitirles perfeccionar este pasaje del Fuego del ego al Fuego del Corazón. Recuerden que la Luz Vibral es ahora omnipresente. Comienza a trenzar la trama de la Libertad, la trama de Autonomía, extrayéndoles, enteramente, de esta Ilusión. Les corresponde a ustedes de establecerlo, aprovecharlo, de vivirlo y de vibrarlo. Comprendan también, que esto, ahora, no es más un inicio, que esto no es más un trabajo, que esto es sólo un estado a asumir, porque ya está presente, a vuestra disposición, debido a la presencia misma de las Partículas Adamantinas, y por la presencia misma de la Vibración Arcangélica depositada, por medio de Metatrón, en el centro mismo de vuestra cabeza. Tienen pues, en ustedes, todas las capacidades para poner fin a sus propias ilusiones. Y, todas las capacidades para pasar del amor Dualitario al verdadero Amor. Sólo ustedes, como eso siempre se les enunció y se anunció claramente, pueden realizar este pasaje y para eso, no deben contar ni con vuestro ego ni con nadie. Deben encontrar, por lo tanto, lo que se llama: vuestra propia maestría Interior. Ésta no puede aparecer que si no hacen cesar el conjunto de toda proyección exterior y asumen, en vuestra lucidez, lo que es el estado de conciencia Vibral de la Vibración del Fuego del Corazón.

15--Hermanos y Hermanas encarnados, fue una gran alegría, para mí, de prepararles, al sentido mental y de comportamiento, al derrame total del Supramental que está ahora a vuestras puertas, transportado por el Ángel Metatrón. Si existen preguntas, exclusivamente con relación a lo que acabo de entregarles, entonces quiero aportarles claridad, quizá suplementaria, si eso me es posible.

Pregunta: ¿La entrega de sí no es el reflejo de un ego disimulado?
Querido Hermano, así como lo expresó el Comendador (O.M. AÏVANHOV) y un AMIGO antes que yo, es en efecto posible de encubrir el ego a través de una entrega de total de Sí, un ego, hasta cierto punto negativo y discreto, que cree haber encontrado, así, su Unidad. Basta con comprender que, cuando manifiestan el Fuego del Corazón, en ese momento, ustedes se dan ustedes mismos, porque la naturaleza del Corazón es darse pero no la naturaleza del ego, es por eso que hablé de ego negativo. El ego querría borrarse, por su propia acción, con el fin de encontrar la Unidad, pero no es la misma cosa que la realización de la Unidad por la Vibración y el comportamiento de entrega, que no tiene estrictamente nada que ver. El don de sí, en el ego, no es el don de Sí en el Corazón. Los comportamientos, las manifestaciones no son en absoluto los mismos, por la Vibración y por lo que puede observarse, de manera cada vez más clara, exteriormente. La entrega de sí, por un ego negativo, es una necesidad de reconocimiento y una necesidad de amor. El que ha encontrado el Amor, en él, por el Fuego del Corazón, es el Amor. Y no necesita pues un amor exterior, ni de un reconocimiento exterior, cualquiera que sea. Abandona todo papel, toda función y toda esperanza en cualquier acción del exterior, incluso si es actuando, por su propia radiación, en el Fuego del Amor.

Pregunta: ¿Cómo pasar de un amor matricial para una persona al estado de amor Unitario?
Querida Hermana, el amor matricial para un ser, como para una situación, como para un niño, como para un patrón, como para un Dios, pertenece, como tú lo dices, al Fuego del ego. No hay pues que plantearse la pregunta de cómo pasar del Fuego del ego, de la atracción hacia un ser, al Fuego del Corazón. Eso se realiza cuando hay un Abandono. Lo que no quiere decir abandonar una persona sino abandonarse uno mismo al Fuego del Amor.

No tenemos más pregunta. Le damos las gracias.
Queridos Hermanos y Hermanas, entonces terminaré por estas palabras. La Fusión de los Éteres, realizada por la Luz azul instalándose sobre esta Tierra, permite vivir, hoy, mismo dentro de la matriz, en sus aspectos más físicos, vuestra carne, como la carne de la Tierra; el mecanismo Ascensional. El Fuego y el Agua, Fuego del Corazón y Agua de lo alto se despliegan en adelante. Esto se manifiesta de manera observable, de manera directa, en los elementos, desarrollándose actualmente sobre esta Tierra. Y no son que el impulso inicial de lo que va rápidamente a establecerse, hasta el 11 de Julio. Estén atentos, lleven vuestra conciencia y atención, cualquiera que sean, sobre las manifestaciones y las proyecciones que conducen en sus vidas, no para condenarles, no para ser culpables sino solamente para estar lúcidos en cuanto a la finalidad. ¿Es esa la finalidad, de la satisfacción de un deseo efímero, llamado amor matricial, o es que la finalidad, la manifestación se relaciona directamente al Fuego del Corazón? El Fuego del Corazón es una Vibración pero, sobre todo es, recuerden; un estado ser, como se los diría y se los dijo ya, el Arcángel Uriel, donde no existe ningún cuestionamiento ya que todo es respuesta y ustedes son la respuesta. En totalidad, en Unidad y en Verdad. Es esto que debe desplegarse en ustedes, es esto que debe sobrepasarse, no como una dificultad, no como una contrariedad sino como una evidencia que ahora se despliega, cada día. El Choque de la humanidad sólo representa, en carácter individual, el rechazo del Fuego del Amor o la aceptación del Fuego del Amor.

No pueden mantener un amor ilusorio y un amor Vibral. Es uno u el otro. En vuestros comportamientos, vuestras Vibraciones, vuestro ser, vuestra carne, en vuestra alma y en el Espíritu que se manifiesta en adelante a ustedes. Así pues, trabajen, trabajen a comprender que no existe ninguna distancia entre ustedes y el Sí Interior, que la distancia que podía parecerles grande, entre el estado fragmentario y el estado Unificado, no existe más. Pueden, de verdad y concretamente, pasar de uno al otro, a condición de vivir la Vibración. Un AMIGO insistió largamente, en las develaciones de sus distintos Yogas, que les permite proseguir el trabajo que yo había comenzado en el Yoga Integral, a través del Yoga de la Unidad, que les permite manifestar el hecho de que vuestra Conciencia Es la Vibración. Toda la atención prestada sucesivamente sobre las Estrellas, sobre los Cuerpos y sobre las Vibraciones mismas que recorren vuestro cuerpo, tiene hoy por finalidad, facilitar vuestro establecimiento en la justa Vibración, de la Verdad, de la Unidad y del Cristo revelado y develado en ustedes. Están llamados, todos, sin excepción, a eso ya que no podemos, repito; realizar eso en vuestro lugar. La preparación fue vivida, por un número de entre ustedes, sobre Tierra, como portaestandartes de la Luz, como vectores de la difusión de la Luz. Como fue dicho por otros Ancianos, algunos se apropiaron de esta Luz, como una posesión del ego. Y no pueden apropiarse lo que ya son. Es decir, Luz y Amor. Tienen solamente que asumirlo. Para eso, es necesario volverse transparente y totalmente claro con ustedes mismos y con el resto de vuestros Hermanos y Hermanas y con el resto de la humanidad, incluso en el seno, sobre todo; en el seno de esta matriz. Estas serán de alguna manera, mis palabras de conclusión para hoy, esperando haber sido una ayuda, incluso mínima, concerniente a la comprensión y lo vivido, y de la diferencia esencial existente entre el amor del ego y el Amor del Corazón. No como concepto o idea sino más bien en la Vibración de la conciencia misma. Hermanas y Hermanos, mi bendición, en la Luz azul, se despliega ahora. Les digo, hasta muy pronto.

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