martes, 14 de junio de 2011

ÁNGELES DE HOY, EXTRATERRESTRES DE HOY, LA VOZ DEL UNIVERSO


ÁNGELES DE HOY, EXTRATERRESTRES DE HOY
Eugenio Siragusa
La Voz del Universo
Enseñanzas, Vida y Obra

Posibilidades de vida en el sol.

 
“Nuestra ciencia humana, recién ahora está llegando a saber un poco más sobre lo que existe fuera de nuestro planeta, a través de los satélites y sondas que se enviaron al espacio, ya que lo que se había observado a través de los telescopios, ocasionó errores en más de una oportunidad, tanto por lo reducido que se examina a través de ellos así como también al hecho de que la atmósfera que nos rodea, no posibilitaba una observación directa y libre de interferencias la que se logró ahora cuando se montaron los grandes telescopios a bordo de satélites.
 
Desde entonces es que debemos ir cambiando varios de nuestros milenarios, obsoletos y equivocados conceptos que teníamos respecto al Sol, de que no es una “bola de fuego” de donde emanan temperaturas de alrededor de 38.000.000 grados Cº, desde su núcleo inconcebibles e inaceptables en la época actual ya que sabemos muy bien que a temperaturas de 1.000.000 de grados Cº toda materia se transforma en “plasma” o sea en “energía”. “Es por tal causa que todos los planetas de nuestro sistema solar, son planetas fríos ya que de tener 38.000.000 de grados Cº el sol no sería “masa o materia”, donde rebotan los impulsos de rayos láser sino que sería energía en estado plasmático donde los impulsos de rayos láser no rebotan, no se reflejan”. (Rayos láser anteriores a 1970).
 
Estos detalles, aceptables lógicamente sobre la base de lo que hoy es ya conocido, es lo que nos impulsa a manifestar que:
 
1.     Si el Sol hubiese sido una bola de fuego de 38 millones de grados centígrados en cualquiera de sus sectores, se habría desintegrado en muy poco tiempo y tuviera el tamaño que tuviera, nunca jamás mantendría el estado de masa materia en su interior ni exterior, lo que sólo es factible de lograr en estado frío o a temperaturas similares a las que tenemos en la Tierra.
 
2.     Suponiendo que el Sol tuviese tales temperaturas y fuese “energía” en estado de “plasma” tal como existen otras materias estelares, nunca jamás hubiesen rebotado los impulsos de rayos láser, (anteriores a 1970), ni las ondas del radar que sólo “rebotan” sobre elementos materiales con masa.
 
3.     Como explicación de por qué cuando miramos el Sol logramos calor y luz, se debe a que lo que emite el sol son ondas de rayos electromagnéticas que luego de su pasaje por la capa magnética que rodea la Tierra en forma de gigantesco filtro, experimentan un proceso físico-químico transformándose en calor y luz que nos llegan a través de las partículas atmosféricas. Prueba de ello lo obtenemos a medida que nos elevamos desde la superficie terrestre, hacia el sol, que es cuando esa bola de fuego que nos parecía desde el suelo, se va transformando poco a poco en un pálido disco luminoso hasta que a alturas de 50 a 60.000 mts., se parece más bien a la Luna y todo a su alrededor, reina la oscuridad completa. Exactamente lo mismo ocurre con la temperatura; a medida que nos separamos de la Tierra hacia el sol, va disminuyendo paulatinamente hasta que a alturas de 60 a 70.000 mts., hallamos fríos de hasta 50 a 60 grados bajo cero. En otras palabras, si el Sol emitiera calor y luz, cuanto más subimos del suelo, mayor calor y luz recibiríamos, mientras que en la realidad es a la inversa, ya que cuanto más nos llegamos al Cosmos, recibimos menos calor y luz.
 
4.     Finalmente si el Sol fuese una bola de fuego, ¿cómo se explica que cientos de nuestros satélites artificiales terrestres, llegaron hasta sus proximidades y no se desintegraron? Satélites y sondas que cumplieron órbitas no a 149.700.000 Km., sino incluso que dieron vueltas alrededor de Mercurio y el mismo Sol. El Helios a bordo del Tital III, Centauro, Usa-alemán, llegará a sólo 45 y luego a 19 millones de kilómetros de la superficie del Sol, lo que demuestra que no es una bola de fuego ya que habría desintegrado instantáneamente toda sonda que se le acerque a su superficie.
 
En lo que respecta a nuestro concepto, el Sol es un Planeta frío similar a la Tierra y en lo que respecta a la vida que albergara en su interior, únicamente debemos detenernos un segundo en nuestra carrera mental para pensar con lógica sensatez que si Dios, la Suprema Creación Universal que creó a millones de millones de sistemas solares en el Universo, ‑ya que la propia galaxia Láctea posee 9.000 millones de sistemas similares al nuestro‑, también planificó y organizó las condiciones similares para muchos de ellos y más aún, para su Sol que es el centro generador y motriz de los medios que hacen a la vida en la Tierra igual que a cada uno de sus otros integrantes planetarios y sus satélites naturales, que el Sol es el centro neurálgico en el sistema que pertenecemos, el cerebro electrónico o computadora que dirige y controla la vida de todos y cada uno y que nos hace llegar a través del plasma solar y otras radiaciones las condiciones para seguir manteniendo la vida al igual que a todos los demás cuerpos celestes que lo integran, y que por lo tanto albergara en su seno el Sistema de Vida Superior a la de los demás integrantes de su sistema y tal como cientos de ruinas arqueológicas mayas, incas y varias otras nos lo señalan fehacientemente a través de sus obras simbólicas y arquitectónicas, donde expresan un mejor conocimiento de nuestro sistema planetario que el nuestro, además monumentos arquitectónicos que hoy no estamos en condiciones de igualar física y simbólicamente, tal como en caso de las pirámides egipcias de Keops, Micerino y otras, o como la monumental ciudad de Balsbek en Beirut, Líbano.
 
Es por ello que nuestra opinión, repito, con respecto a la vida del Sol, corresponde al tipo más evolucionado de todo el sistema e incluye precisamente, a las “Inteligencias” extraterrestres que nos controlan y dirigen constantemente en forma indirecta, al que pertenece el enviado superior que hace casi 2.000 años atrás vino para señalarnos el camino correcto que debíamos haber seguido en un porcentaje mayoritario de la raza humana y fue a la inversa. Jesús Cristo, uno de los seres más evolucionados del Planeta Sol entre las otras “Inteligencias” extraterrestres encargadas de nuestro control y dirección, para encauzar a la raza terrestre hacia el camino de la superación individual y la evolución del conjunto humano”.
 
Antes de pasar al próximo capítulo, deseamos por último, incluir un mensaje que, a fuerza de rebuscar en los cajones de la memoria, hemos encontrado, por fin, como revelador de una lógica científica avanzada y que de alguna manera engrosa nuestros anteriores argumentos en relación al calor del sol y a la diferenciación de la polaridad y la energía respecto de la Tierra y su magnetismo:
 
“9/8/52
 
Yo soy Regga de “Massar”, -Marte-. Se reúne el círculo del consejo. Vosotros estabais reunidos esta noche, -se refiere a radioaficionados-. Hoara está aquí, él es el representante de Saturno. Os debo decir una cosa muy interesante. Estos hechos reales pueden ciertamente sorprenderos, pero son así, y muchos de vosotros sobre la Tierra lo saben. Vuestro Sol que es también el nuestro, no es una masa ardiente flameante, sino una masa fría. Uno de vuestros astrónomos más importantes así lo creía y lo declaró. Las consabidas perturbaciones solares son frías a semejanza de vuestras auroras boreales, -luces del norte-. No es necesario que exista calor para producir la luz. Observad vuestras luciérnagas. Vosotros decís que el Sol emana gran calor porque podéis sentirlo. Ciertas fuerzas vienen del Sol y cuando entran en el campo magnético de la Tierra, este campo produce frotamiento por resonancia y del rozamiento se obtiene el calor. Existen otros hechos pertenecientes al Sol que no puedo deciros por ahora. En el espacio exterior, el Sol no aparece así luminoso como lo observáis desde la Tierra”.

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