Teatro Kármico
Reporte Cósmico del Tiempo por Mark Borax
Noviembre de 2010
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Durante Noviembre, el Nodo Norte de la Luna hace conjunción con Plutón, algo que sucede cada dieciocho años más o menos. Durante estos momentos tenemos que ir hacia atrás para poder avanzar, porque el reino de Plutón es el infierno personal interno que todos llevamos, compuesto de asuntos no expresados y sin resolver del pasado profundo, mientras que el Nodo Norte es el camino a seguir. El pasado se convierte en el camino hacia el futuro, algo diseñado para confundir al intelecto analítico lineal moderno. ¿Cómo puede retroceder llevarnos hacia adelante? Amplificando este confuso tema está el grado en el que se produce la conjunción, 4 Capricornio: Huellas en la nieve. Este grado requiere que los viejos ciclos completen su curso para llevarnos a un nuevo territorio. De alguna manera, los viejos patrones tienen que representarse una vez más antes de llevarnos más allá de ellos. El peligro aquí es cómo distinguir el movimiento hacia adelante mientras se está atrapado en alguna resaca oscura.
La respuesta yace en tu disposición a reconocer un sendero subterráneo que requería profundizar lo suficiente para encontrar su abertura. No se puede encontrar lo nuevo dentro de lo viejo, sin embargo, recomponiendo una versión desganada de lo viejo. Capricornio insiste en desplegar todo este retorcijo. El drama debe ser suculento y lo suficientemente atractivo para atraparte una vez más hasta que caliente tus ingredientes crudos hasta un punto de fusión.
Este tipo de trabajo con la sombra es un asunto complicado que debe lograrse para poder nosotros llegar a nuevos territorios. Si el patrón está de regreso, deja que te lleve a algún lugar que siempre ha estado tratando de mostrarte, pero tú tenías que pasar por más drama antes de sintonizarte con el don mágico que se contiene en la oscuridad.
Cuando el pasado se presenta ahora es para hacerte presenciar las viejas partes de ti que necesitabas para crear esa historia para poder conocer de primera mano por medio de la experiencia, los resultados de portar esas formas de pensamiento. ¿Puedes presenciar tu distorsión sin distorsionar? ¿Puedes enfrentar tus demonios sin alimentarlos? ¿Puedes resistir todo el impacto de este mundo que hemos creado inconscientemente, incluso mientras muere y se desprende de su vieja forma?
Me han estado llegando cada vez más reportes de muchas partes del mundo acerca de una nueva ola de intensidad que está golpeando a nuestra especie. La gente se está sintiendo atacada, como que se está muriendo, recibiendo heridas en la llamada del deber, las relaciones están siendo torcidas más allá de su punto de quiebre.
Si das un paso atrás del drama para darte cuenta del papel que has jugado en su creación, empiezas a soltarlo todo, incluso mientras te inunda. Es más importante que nunca encontrar maneras de hacer esto ahora, no sólo porque el actual camino a seguir yace a través del reino oculto del Dios de la Muerte, sino porque nuestro mundo tiene que exponer sus cadenas invisibles antes de que podamos romperlas. Las viejas historias tienen que herirnos y mordernos una vez más antes de que podamos soltar nuestro apego a ellas.
Mi próximo libro, una colaboración con Ellias Lonsdale, que saldrá el 7 de diciembre, explora el Teatro Kármico como una forma de dramatizar el pasado para poder liberarse de él. La contradicción implicada es que se requiere de un poderoso discernimiento para distinguir uno del otro. Pero cuando te despiertas a tu rol de llevar una fuerza de luz a la oscuridad, los dramas intensificados de la vida sirven para producir un gran despertar. En lugar de maldecir y renegar de tu sombra, la reconoces como un profundo catalizador. En lugar de culpar a cualquier fuerza externa de tu sufrimiento, reivindicas tu papel heroico en el punto central de tu vida.
A medida que empiezas a percibir un gran diseño oculto en las repeticiones, adquieres el poder de tomar todo lo oscuro y difícil y darle la vuelta. En ese momento, tanto tus propios demonios como los de los demás pierden su poder para impresionarte. Te enfrentas con tu sombra sin dejar que te envenene y lo destruya todo. Danzas con la parte del yo y del otro que es repugnante para ti.
A medida que los tirones hacia atrás nos llevan a formar un círculo con nuestras propias huellas en la nieve, conexiones de vidas pasadas, recuerdos dulces y amargos de la infancia, viejos dones y desprecios, aparecen en la pantalla de la conciencia. Cuando consideras estos recuerdos como el camino en espiral hacia el futuro, descubres que los lugares dolorosos contienen el potencial para una poderosa sanación.
En mi Teatro Kármico privado puedo verme a mí mismo pasar por los mismos lugares oscuros una y otra vez para llegar a la luz, y para encontrar una manera de guiar a otros a través del mismo territorio. Cuando todo el mundo pasa por su Teatro Kármico al mismo tiempo, hemos llegado a una encrucijada importante en el planeta Tierra.
Incluso mientras desciendes a los infiernos vas tamizando las muestras en busca del oro. Incluso mientras sucumbes al frenesí tú estás observándolo todo desde las frescas sombras de la audiencia. Poco a poco el clamor y el estrépito se apagan.
Al levantarte para tu representación en el teatro de los mundos pasados, los patrones que te persiguen vida tras vida sueltan su control, las viejas cicatrices y heridas aparecen y se van volando con tu danza en espiral hacia la gran criatura mitológica que eres. La parte de ti que es más sabia deja de juzgar a tu tonta mortalidad y empieza a bailar con ella. Te levantas y te abres aún en medio de la presión más grande del mundo, y encuentras un momento que vale tanto la pena vivirlo que te implosiona con la loca pasión de estar vivo.
¿Quién eres realmente? ¿Qué viniste a hacer aquí?
¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
¡Adelante!
Mark Borax
Astrología a Nivel del Alma
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