Por Jennifer Hoffman
Cada uno de nosotros quiere abundancia en nuestras vidas – queremos tener mucho dinero, amor, éxito y felicidad. Si no tenemos esas cosas creemos que la abundancia no está presente. Eso es porque tendemos a describir lo “bueno” en nuestra vida como abundancia y lo “malo” como carencia. Así que creemos que si tenemos dinero, amor, éxito y alegría entonces tenemos abundancia. Y si no tenemos esas cosas no tenemos abundancia, o tenemos carencia. Pero eso es equivocado. Nosotros existimos en un estado de abundancia todo el tiempo. Ya sea que tengamos lo que queramos o no, siempre tenemos abundancia en cada área de nuestra vida.
Nuestra tendencia a poner la abundancia junto con lo bueno en nuestra vida es lo que nos lleva equivocadamente a pensar que no podemos manifestar lo que queremos o que no estamos siendo bendecidos cuando vemos nuestra vida y solamente vemos problemas o carencia. Si cambiamos nuestra definición de abundancia de “riqueza” a simplemente tener una gran oportunidad, podemos ver dos cosas: en donde tenemos abundancia y de lo que tenemos abundancia. Entonces tendremos la información que necesitamos para manifestar lo que verdaderamente queremos.
Con una nueva definición de abundancia podemos ver nuestra vida de una forma muy diferente. ¿Existen áreas de su vida con las que no estén felices? Entonces tienen una abundancia de insatisfacción. ¿Tienen pocos amigos y no mucho de una red social? Entonces tienen una abundancia de soledad. ¿No tienen suficientes recursos financieros? Entonces tienen una abundancia de carencia. ¿Desean poder comenzar un nuevo camino en su vida pero parece que no pueden dar ese primer paso? Entonces tienen una abundancia de miedo y duda.
Cuando tenemos muchas cosas que no queremos en nuestra vida, por ejemplo, relaciones difíciles, un trabajo insatisfactorio, dinero insuficiente, problemas con amigos y familia, pensamos que no tenemos abundancia. La tenemos, tenemos una abundancia de muchas cosas que no nos gustan. ¿Quién es responsable por eso? Una pista, no es el Universo. El Universo simplemente responde a nuestras peticiones. No las juzga ni nos recuerda que estamos pidiendo cosas que no van a hacernos felices.
¿Por qué intencionalmente manifestaríamos lo que no queremos? Hay muchas razones, por costumbre, miedo, duda, lecciones kármicas, o nuestras creencias sobre cuánta felicidad, éxito, riqueza y amor merecemos. Esa sola es la razón por la que tenemos abundancia de cosas que no nos traen alegría, paz, éxito y amor. El Universo nos da lo que pedimos, no más y no menos.
Una vez que sabemos dónde existe la abundancia, podemos comenzar a enfocarnos en la creación de una abundancia de cosas que queremos y menos de lo que no queremos. Transformar lo que estamos atrayendo para nosotros es tan fácil como poner atención a lo que estamos pidiendo, cómo lo estamos pidiendo y lo que creemos. Mientras que podemos no decir intencionalmente al Universo “quiero un trabajo insatisfactorio”, nuestra creencia de que no seremos felices con un trabajo o que no podemos encontrar uno que sea satisfactorio o incluso uno que nos pague lo que creemos que merecemos es suficiente para crear un trabajo insatisfactorio.
Pedir lo que queremos no es suficiente – ¿creemos que podemos tenerlo y que lo merecemos? Si no, siempre nos quedaremos cortos de obtener algo que nos satisfaga en cada forma. Todo lo que pensamos, decimos y hacemos afecta lo que atraemos en nuestras vidas. Nuestros pensamientos tienen simplemente tanta energía como lo tienen las palabras, así que si decimos que queremos un compañero amoroso en nuestra vida pero no creemos que alguna llegará a nuestra vida, no deberíamos sorprendernos de que estemos solos todavía otro día, mes o año.
Cambiar nuestras creencias sobre lo que merecemos es una de las cosas más difíciles que podemos hacer. Requiere vigilancia constante de nuestros pensamientos y palabras. Debemos hacer un esfuerzo genuino por recordar que somos poderosos, seres espirituales divinos que tienen la habilidad de crear lo que sea que queramos. Cualquier cosa que esté actualmente en nuestra vida es un resultado de algo que pedimos, ya sea que lo hayamos pedido consciente o inconscientemente, creímos que lo merecíamos y continuaremos manifestándolo hasta que nos transformemos.
¿De qué tienen una abundancia en su vida? ¿Está fluyendo suavemente y están felices con cada aspecto de su realidad? Si no, recuerden que han creando abundancia, simplemente que no están felices con ella. Una vez que se dan cuenta de eso, pueden enfocar sus esfuerzos de manifestación en crear una abundancia de lo que les traiga éxito, alegría, amor y paz. Vigilen sus pensamientos y palabras, revisen sus creencias y cambien las que les limiten, tomen acción cuando las puertas se abran y las oportunidades se presenten y entren en su poder. Creen una abundancia de cosas que los tenga contentos para saludar cada nuevo día y vivir la vida de sus sueños. Está dentro de su poder el crear abundancia – úsenlo para crear una abundancia de alegría y bendiciones.
Jennifer Hoffman, del libro del Arcángel Uriel “Cambiando Nuestra Consciencia – El Proceso de Sanación de la Humanidad”
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